Capítulo 14

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—Pero tu llevas mi sangre, eres totalmente humano, sin ninguna pizca de un espectro, eres casi perfecto.

—No lo entiendo, sigue hablando de demonios..mi abuela, ¿Qué fue lo que hizo? ¿Un demonio convertido en un humano? ¿Eso acaso tiene sentido? –comenzaba a exaltarme mi posición que antes era floja, ahora era tensa.

Suspiró, sacó el objeto extraño de su bolsillo, lo dejó caer y de inmediato comenzó a recitar palabras extrañas, que en mi vida nunca había escuchado. De repente, el objeto comenzó a menearse por si solo, y de este un tipo de holograma surgía hasta volver al horrible chillido de la mujer, mis oídos no resistían, mi cuerpo se debilitaba hasta volver a caer y retorcerme en el piso.

—¿Ahora me crees? –me levanté con ayuda de sus brazos, la figura de esa mujer reflejada en ese holograma me dejaba en claro que esto era real y lo que creía eran alucinaciones de mi abuelo realmente existían.

Pasé un largo rato mirando ese objeto que había hecho aparecer a esa mujer o "demonio" como me había aclarado mi abuelo, según me contó, el porque me afecta tanto su grito era porque era un novato y mis oídos se habían agudizado y claramente no llevaba puesto el famoso collar, que a partir de ahora llevaría conmigo.

—¿Tiene algún nombre? –hice referencia a la mujer.

—Claro, "Demon clama", todo demonio tiene su nombre y también descripción, esa pila de libros de ayudará a entenderlos, a saber y hasta librarte de ellos, te advierto no todo será fácil, pueden haber días donde no suceda nada pero el día en que ese collar desaparezca de tu cuello tus problemas habrán comenzado, tampoco es que el collar ahuyente a todos los demonios, ellos estarán siempre cerca esperando por el momento indicado para atacarte.

—¿Porqué atacarme?.

—Jungkook, son demonios solo quieren borrarte para así poder apoderarse de una nueva alma.

—La abuela fue un demonio...¿Cómo fue que terminaron juntos?.

—Tu abuela era uno de ellos, pero que no buscaba atacar, su nombre técnico era "Hada de los niños" según su descripción es una hada que atrae a niños para luego apoderarse de su alma, pero tu abuela era distinta...ella los consolaba, jugaba con ellos como si realmente fueran sus niños –de repente comenzó a sonreír recordando esos momentos– Me enamoré cuando la vi despedirse de uno de ellos sonriendo mientras que una lágrima de alegría caía por sus mejillas, ese día iba a borrarla pero su sonrisa no me dejó continuar, era demasiado hermosa.

—¿Pero como terminó siendo humano? según lo que he leído un demonio no puede convertirse en humano, es totalmente imposible.

—Lo era...recuerda siempre llevar ese collar contigo, te mantendrá a salvo, ahora...no confíes en los demás, mantente alerta, ellos son muy buenos para escabullirse entre la multitud y hacerte confundir, no olvides que no todos son malos.

—¿Puedo llevarme algunos? –señalé los libros, asintió y cogí conmigo dos libros que llamaron mi atención.

Luego de todo esto, volví a casa, mamá no preguntó porque lo había hecho solo sonrió y me abrazó, casi de inmediato comenzó a llorar sin decir palabra alguna, solo lloraba en mi torso.

Volví al día normal de escuela, mientras me preparaba para salir recordé como aún no llevaba mi collar, lo levanté colgando de mi mano, la larga cadena extendida con ese colgante que ahora me parecía bonito, lo puse alrededor de mi cuello por último lo toqué y besé como si fuera una cruz, pidiendo que todo resultara bien.

Llegué y de inmediato sentí como Jimin se acercaba desde el otro lado de la sala, no quería hablar, no quería mirarle preocupado.

—¿No dirás un "Buenos días" a tu mejor amigo?.

—Ah, si claro, Buenos días Jimin –lo dije todo de corrido, casi como si fuera un robot.

—No quiero ser aguafiestas pero mientras tu estabas de rebelde me he encargado del informe por mi cuenta, agredece que soy un experto en mentiras, si no el profesor te reprueba –mencionó Jimin todo orgulloso, como si para el fuera que había hecho un gran trabajo.

—¿Si?, gracias me has salvado –volví a hablar de corrido sacando de quicio a mi amigo.

—¿Y eso? –cogió el colgante mirándolo desde su mano, lo alejé rápido con un golpe a su brazo, que descolocó a mi amigo.

—Está bien, cuando quieras hablar, hablamos, pero no seré de nuevo el perrito faldero que sigue al jodido enfermo egocéntrico, como siempre.

Auch, de cualquiera me lo esperaría, pero de Jimin nunca. Sus palabras que desbordaban verdad, dolían.

INSOMNIO [VKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora