Capitulo 22

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El juntar las manos luego de la tormenta es como un dulzor que se siente en el paladar, similar al sabor de un dulce, igual de cálido que una ducha de agua tibia, relajante y lleno de seguridad, como si el juntar las manos nos protegiera.

*
De vuelta en el hospital, había pasado un largo tiempo que no visitaba este lugar, me sentía muy bien como para volver a esas citas con ese tipo, pero mi madre insistía que no me encontraba bien, o eso es lo que ella veía.

—Jungkook, ya te extrañaba –no le creo nada, pero por lo menos hace el intento de parecer buen doctor.

—Si, igualmente –bufe un poco al final, no podía ocultar la ironía, no era mi fuerte ocultar lo que sentía.

—Gracioso...–dijo entre un murmullo, pero obviamente lo dijo lo suficientemente fuerte para poder oírle, este tío no era tonto, sabía lo que pensaba de él.

—¿Es necesario todo ese formulario? –preguntó mi madre al ver que la hoja de inscripción doblaba su puño.

—Han faltado mucho a las citas, pero lo haré fácil, déjame hablar con él; hacerle unas cuántas preguntas me ayudarán para sacar un nuevo diagnóstico.

Vale, que entretenido hablar con este pibo, ha de ser de lo más grato hablar conmigo, o eso parece.

Me senté en un sofá cómodo mientras que el en una silla normal, cogiendo un cuadernillo. Los roles se ven cambiados, o a mi parecer es lo justo.

—Bien JungKook, quisiera saber de ti, de lo que ha pasado este último tiempo.

—Sabe, Doc. No ha pasado mucho, lo normal.

—Te has vuelto versátil pequeño.

—También mis puños lo han hecho.

Solo río, algo de costado y soltando una carcajada obviamente fingida.

—¿Qué tal las amistades? ¿Cómo era que se llamaba tu amigo...Ji...Jimoon? –soltó una carcajada, vaya a saber porque se sigue riendo en mi cara.

—¿Está jugando conmigo?...no le veo el chiste.

—¿No?, pues yo sí.

Empuñé mi mano, estaba harto de su ironía.

—Sigamos...¿Últimamente has podido dormir?.

—Lo he hecho, bastante bien, no me quejo.

—¿Logras dormir sin las pastillas?.

—Dependo de ellas, pero puedo decir que han habido momentos que ni siquiera las necesito.

—¿Cómo es eso? –se acercó un poco, o más bien puso más atención.

—Prefiero no contar detalles.

—Vale, dime ¿Has tenido éxito con las chicas? –mi cuello comenzó a sudar, trataba de aflojar un poco el cuello de mi camisa pero no lograba tener éxito, sentía que esta se ajustaba cada vez más.

—No creo que venga al caso hablar de ello.

—Solo es curiosidad, pero si quieres puedes responderme.

—No...

—Eso es triste, pensé que tenías algo con la chica de la vez pasada.

—¿De quién habla?.

—De la chica con la que estabas en la fuente, preguntó por ti luego, se veía una chica muy interesada. Sabes, fue muy amable en ayudarme con los niños, jugó con ellos mientras yo tenía una emergencia, parecía un ángel.

Supongo que hablaba de Jessica, pero no la Jessica que conozco.

—Necesito algo de agua...–pedí, mi garganta estaba seca y mi cuerpo sudaba frio.

Me ofreció un vaso, en cuanto lo recibí no pude controlarme, necesitaba beber.

—Gracias.

—No hay...¿Qué es eso? –se detuvo, sus ojos se agitaban.

Miraba algo en mi cuello con sospecha, desabotono el cuello que me aprisionaba revelando un color rojo en mi piel, me observé en el espejo, eso ya no era una simple mancha; mi cuello parecía estar siendo estrangulado, eran marcas obvias.

—¿Qué te ha pasado? —intentó acercarse pero una extraña fuerza lo alejó, hizo que chocara contra una repisa, que lo acabó por derribar por completo.

Corrí hacía la puerta pero esta estaba sellada, mi única escapatoria posible era la ventana que daba a la entrada principal, era ahora o nunca. Tomé la silla y la arrojé a la ventana rompiéndola en pedazos, las cortinas blancas que se agitaban por la brisa se mesian de manera extraña. Unos ojos rojos a través de una de esas telas me miraban, la mitad de un rostro se dejó mostrar, labios carnosos, piel casi de porcelana, un rostro al parecer hermoso decorado de esos ojos que conocía, lo que veía ante mi, era él, era el mismo ser que me hizo temer y que lastimó a TaeHyung, no podía dudarlo, definitivamente era él.

Nos volvemos a ver.

INSOMNIO [VKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora