-Olive ¿Qué haces?
-Ya me cansé de preocuparme por Kyle. Vamos a disfrutar del cumpleaños de los gemelos. Me arrastró hasta la fiesta. Todos estaban bailando y cantando, levantando sus bebidas en el aire. Olive tomó dos vasos de una mesa, y me entregó uno mientras le daba un sorbo al que le quedaba en su mano.
-Podemos divertirnos sin alcohol-le dije intentando quitarle el vaso, pero ella se negaba.
Se acercó a mí, chocando su frente con la mía, y pasó sus brazos por encima de mis hombros, acariciando mi pelo con la mano que le quedaba libre. Todo eso me hizo estremecer, e inconscientemente llevé mis manos a su cintura. A pesar del alcohol, su perfume era el mismo de siempre y me embriagaba más que la cerveza que me ofreció.
-Olive, no quiero que...-intentaba alejarla de mí, porque era lo que me había pedido, pero
no lograba terminar la frase.
-Trevor...yo...creo que debería irme-me susurró sin apartar su frente de la mía, y sin abrir sus ojos-No es por ti, realmente me gusta estar aquí contigo. Me agradas Trev, sólo que no quiero comenzar a beber intentando olvidar todo lo que sucedió con Kyle.
-De acuerdo-le respondí con un poco de tristeza-si quieres te acompaño hasta tu casa.
-Espera, nos quedemos así unos segundos más ¿Te dije que realmente me agrada tu
perfume?
Apreté más fuerte su cintura. Quería besarla, pero le había prometido que sólo me comportaría como su amigo.
¿A quién quieres engañar Trevor? Hasta has pensado nombres para sus hijos, deja de actuar como que sólo la quieres como amigo.
Mi mente juega conmigo. Maldición.
Su nariz rozó la mía, y ambos sonreímos.
-Vamos, Olive. Lo mejor será que descanses- ambos suspiramos.
Comenzamos a buscar a los gemelos para avisarles que nos íbamos. La fiesta estaba fuera de control, mucha gente estaba en la pileta, algunos corrían por la casa. Reí al ver los carteles que habían pegado en las puertas de las habitaciones: "Controlen sus hormonas, la habitación está cerrada. No nos disculparemos ni le daremos las llaves. James y Finn".
-Finn, acompañaré a Olive hasta su casa-le dije cuando por fin lo encontré.
-¿Está todo bien?-me preguntó frunciendo el ceño. James, Allie y Sophie se acercaron.
-Sí, está todo bien-respondió Oli-sólo que no me siento muy bien, pero la estaba pasando genial, chicos, su fiesta es grandiosa.
-¿Quieres que te llevemos?-preguntó James-No estamos muy lejos.
-Yo no tengo problema-dije-Creo que también debería volver ¿Quién manejará? Todos
ustedes han bebido.
-Yo no he bebido prácticamente nada-dijo Sophie-vamos, chicos, estaremos de vuelta en unos minutos.
Fuimos hasta el auto de los gemelos. Sophie se puso al volante y James se sentó junto a ella. Atrás íbamos sentados el resto. Habían puesto la música fuerte, y sólo escuchaba a mis amigos cuando gritaban y se reían. Olive apoyó su cabeza en mi hombro, y tomó mi mano. Allí fue cuando noté lo apretados que estábamos. Pasé mi brazo por encima de su hombro y comencé a jugar con su cabello. Olive soltó mi mano y la llevó a mi pecho.
Diablos, va a sentir cómo late mi corazón.
La miré y nuestros ojos se cruzaron. No me importaba que hubiera gente a nuestro alrededor. Casi que no escuchaba la música que invadía el auto, los latidos de mi corazón me aturdían, y sentía la respiración de Olive chocando contra mi cuello.
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1900 Millas
Teen Fiction-No quiero que te enamores de mí... -No lo haré, lo prometo. -¿Lo prometes? -Sí, lo prometo. Pero por favor, no me apartes de tu vida. Olive me miró por unos segundos. Cuando vi sus ojos, me arrepentí de haberle prometido eso, pero no le...