Capítulo 29:VHS

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Canción recomendada para este capítulo:
I am not the only one (Sam Smith)

-No lo sé, Olive. En serio, para mi es exactamente el mismo color.
Mi tono de voz de cansancio no parecía convencer a Olive.
-¿Cómo puedes decir eso?-replicó como si fuese lo más obvio del mundo-Ese de allí es rojo, este de aquí es rosa oscuro, no son el mismo color.
-Pero te ves bien en ambos. Seamos sinceros, mi opinión no importa aquí, si elijo el rojo te llevarás el "rosa oscuro"-dije haciendo comillas con mis dedos en el aire-, y si elijo el rosa oscuro llevarás el rojo. Llévate el azul y podremos salir de aquí.
-Ese no lo había visto-dijo Olive alejándose de mí y evitando mi planteo. Caminó hasta un maniquí con un vestido rosa claro y lo miró con ojos hambrientos-. Este me gusta, pero no sé si me quedará bien, tal vez sea un poco pequeño ¿Tu qué crees?
-Creo que comienzo a odiar la ropa, la vida sería más sencilla si estuviésemos desnudos.
-Solo lo dices porque estás aburrido. Iré a buscar a alguien para que me de ese vestido en mi talla, quédate aquí.
-No tengo donde ir.
Suspiré mientras me sentaba en un sillón en frente al probador con cinco vestidos en mi mano, y sólo me quedé esperando a Olive. Desde que le dije que volvería pronto no se ha apartado de mi lado, y no mostró ni enojo ni tristeza, lo cual me hacía sentir un poco raro al respecto. Sentí que fueron horas hasta que Olive por fin regresó con el vestido rosa claro entre sus manos. Sin decir nada entró al probador y cerró la cortina no sin antes darme una sonrisa divertida. Iba a protestar y apurar a Olive porque estaba tardando, pero en ese momento la cortina se abrió y no había nada por protestar. La tela se pegaba a su cintura y caía hasta por encima de su rodilla y el color pastel hacía resaltar su piel bronceada por el verano.
-¿Qué piensas?
-No quieres saber que pienso.
-Entonces lo llevo-me sonrió y cerró la cortina, pero con tres pasos rápidos me acerqué hasta el probador.
-Creo que necesitarás ayuda con el cierre-le dije cuando entré junto con ella, lo que la hizo saltar del susto.
-Diablos, Trevor, me has asustado. Sal de aquí, nos van a descubrir, van a pensar cualquier cosa.
-Deja de pensar en lo que pensarán los otros-nuestras miradas se encontraban en el espejo, y sus mejillas enrojecieron cuando bajé lentamente el cierre de su vestido, dejando un hilo de besos en su cuello y hombro. Sus ojos se cerraron, y apoyó su cabeza en mi hombro-.Debería irme, no quiero que piensen mal de nosotros.
Ambos reímos y volví a salir del probador.
Caminamos hasta el auto de Sophie con tres bolsas color marrón en nuestras manos y dejamos las bolsas en el asiento de atrás una vez que entramos. Con la música que llenaba el auto y la voz de Olive que cantaba junto con la banda, nos fuimos alejando del centro comercial. Nos detuvimos en un semáforo y casi choco el auto negro que había frente al mío.
-Diablos ¿Ese es...? Si, es mi padre-dijo Olive un poco enfadada luego de ver la placa del auto-¿A dónde diablos está yendo?
-No lo sé, tal vez vaya hasta tu casa.
-No, está por girar en aquella calle. A esta hora suele estar en el trabajo. Vuelve a casa alrededor de las siete de la tarde.
Olive siguió murmurando palabras que no llegué a comprender mientras seguía conduciendo, y veíamos cómo el auto de su padre se alejaba del nuestro. El resto del viaje fue silencioso hasta que por fin aparqué frente a la casa en la que había estado viviendo los últimos meses, y que en poco tiempo debería dejar.
-No hay nadie en mi casa-la voz de Olive me sorprendió mientras retiraba la llave del arranque-.Mamá suele encender los aspersores a esta hora, y las luces están apagadas ¿Crees que debería entrar?
-Creo que no deberías preguntarme a mí, Oli ¿Qué harás?
-Creo que no pasará nada si entro, tal vez unos minutos. Luego iremos a cenar con tu familia.
Ambos bajamos del auto y yo puse el seguro provocando que las luces parpadearan. Tomé la mano de Olive y ella la apretó con fuerza.
-Sabes que te quiero ¿No?-le susurré al oído acariciando su mejilla con la punta de mi nariz mientras ella buscaba las llaves en su bolso.
Sus ojos se encontraron con los míos y las comisuras de sus labios se elevaron, formando mi sonrisa favorita en el mundo. Nuestras frentes se juntaron y podía sentir su cálida respiración contra mis labios. Mis dedos acariciaba su mejilla, y sus ojos se cerraron involuntariamente.
-Volverás ¿No cierto?
-Cuenta con ello, Olive Fletcher. Vamos, antes de que alguien llegue.
Tomé las llaves de entre sus dedos y abrí la puerta, porque sabía que ella seguiría pensando la situación. Giré el pestillo y entré detrás de Olive. La casa era grande, pero no tan grande como la de Sophie. Estaba impecablemente decorada y ordenada, nada tenía polvo, todos los colores combinaban, todas las flores estaban frescas y la casa entera olía a limón. Me causaba un poco de enojo que quisieran ocultar todos sus defectos detrás de una faceta de perfección. Olive me sirvió un vaso con agua, y me dijo que la esperara en la sala de estar, y luego subió las escaleras hasta su habitación. Me paré frente a un gran estante con libros viejos de leyes, que probablemente eran solo de decoración. Luego había cajas de películas que seguramente no veían hace mucho tiempo. Pero una sola cosa llamo mi atención, una pequeña caja blanca de un VHS. No veía una de esas desde que era un niño. La aparté del resto y leí la etiqueta escrita con plumón negro: "Navidad 2002-Minnesota". En eso Olive llegó con un libro, una bolsa que hacía un ruido metálico y su mano hecha un puño al costado de su cuerpo. Lucía molesta, pero habló antes de que pudiera preguntarle.
-¿Qué tienes ahí?-me preguntó mirando la película que tenía entre mis manos.
-Es tuyo, de hecho. Es un video de sus vacaciones en Minnesota.
-¿En serio?-me preguntó con una sonrisa y me quitó el video de mis manos para ver el título.
Escuchamos un auto que aparcaba frente y ambos nos sobresaltamos.
-Salgamos por la puerta de atrás-le sugerí a Olive pero ella caminó hasta la puerta principal, aun con el video, el libro y la bolsa en su mano, giró el pestillo y salió. Dudando un poco, seguí sus pasos.
Olive caminó con sus hombros tensos y el mentón en alto hasta el auto de su padre, quien estaba caminando hasta nosotros. Vestía un traje azul oscuro, que hacía resaltar sus ojos grises, iguales a los de Olive, pero los suyos no cargaban la emoción, alegría y ternura como los de ella.
-Olive- dijo sorprendido al ver a su hija-¿Que haces aqui? ¿Y que hace el aqui? Ya sabes que no los quiero juntos. Vuelve a casa, Oli, pero no con el.
Ella se mantuvo en silencio, y yo solo me quede parado detras de ella, tragandome una serie de insultos hacia el. Oli solo apretaba su puño de la mano derecha.
-¿No planeas hablar? ¿Dónde has estado? En lo de Peter y Natalie ¿No es así?
-¿Por que no me dices dónde has estado tu?-respondió ella tajante, quería decirle algo para que se tranquilice, pero no sabía de que hablaba.
-¿De qué estas hablando hija?- preguntó serio mirando fijamente a los ojos de Olive.
Ella relajó su puño y extendió su mano frente a el. Un ruido se oyó, como si hubiese caído algo al suelo, pero no me molesté en fijarme qué era, mis ojos estaban enfocados en Olive.
-Creo que te olvidaste algo-un reluciente anillo dorado de bodas descansaba en su palma.
Los ojos del señor Fletcher viajaban rápidamente por todas partes, evitando la mirada de Olive. Caminé hasta ella, y sin importarme que su padre estuviera allí, entrelace mia dedos con los de su mano que estaba libre. Por un segundo pensé que se iba a soltar de mi agarre, pero no lo hizo, sino que lo correspondió.
-¿Qué insinúas, hija? Fui a trabajar, y solo me he olvidado mi anillo. Me lo quité para...bañarme-titubeó nervioso. Era más que evidente qué es lo que Olive creía, y sin preguntarle comencé a creerle las posibilidades de que su padre engañara a su madre.
-Eso fue lo que creí yo, pero luego comencé a hacerme preguntas y a unir las pequeñas piezas. Todas esas veces que llamaba a tu trabajo cuando se suponía que estabas saliendo, y me decían que te habías retirado horas atrás, aquella vez que encontré dos bolsas de regalo exactamente iguales en tu aparador el día de San Valentin, pero por supuesto, mamá solo usó uno de esos colgantes ¿Qué pasó con el.otro, papá? ¿Me lo ibas a regalar a mi? ¿Lo ibas a donar a los pobres?
De reojo podía ver cómo las lágrimas caían por el rostro de Olive y oía cómo su voz se entrecortaba. Apreté su mano y con mi pulgar acaricié el costado de sus dedos.
-Cariño...no es lo que piensas. Te prometo que puedo explicartelo to--
-¿Quién es?-Olive interrumpió las excusas de su padre repletas de mentiras-¿La conozco?
El suspiró en derrota, y bajó su vista. Me recordaba a mi perro Chester, cómo actúa cuando lo retan luego de hacer algo que sabía que no debía. Y así era él en ese momento. Un animal idiota e indefenso, que sólo lastima a quienes más ama.
Susurró algo, pero no pude distinguir las palabras que salieron de su boca.
-¡Habla, maldición!-gritó Olive lanzando el anillo al suelo, que rebotó y lo perdí de vista.
-Kayla.
-¿Kayla? ¿La mejor amiga de mamá? ¿Mi madrina? ¿Quien me llevó a mi primer clase de ballet? ¡Esa Kayla!-gritó, sonaba como una pregunta, pero no esperaba una respuesta- ¿Hace cuanto?
-Cuatro años.
Admitió sin titubear. Olive soltó mi mano, y cubrió su boca ahogando un grito de enojo. Se alejó de mi, y comenzó a caminar en círculo murmurando cosas por lo bajo y llorando más que antes.
-¿Es tuyo verdad?-preguntó luego de varios intentos de hablar y notar que su voz no salía.
-Si, por eso aún sigo yendo a su casa. Fue un error, lo siento, cariño. Las cosas no estaban bien entre tu madre y yo. Y Kayla estaba separada de Steven en ese momento, y solo...sucedió. ninguno lo planeó. Ya no estamos mas juntos.
-¿Y por qué sig--? Lo haces por Marcus.
-Disculpame, cariño, en serio.
-¿Steven sabe que Marcus es tu hijo?
Mi mente era una laguna, hablaban de gente que no conocía pero cuando esas palabras salieron de los labios de Olive, entendí a que se refería. Mi corazón se aceleró aún mas.
-No, no lo sabe. El cree que yo voy a visitarlo a el, pero solo quiero pasar tiempo con el niño.
-Buscas pasar tiempo con un niño que no planeaste, que no sabe que tu eres su padre, y mirame a mi. No hago mas que acumular odio hacia ti por todo lo que me has hecho pasar, por impedirme vivir como yo quiero. Mirala a Grace, hace meses que no viene a casa porque no quiere verte ni a ti ni a mamá. No saben nada de mi ni de ella. ¿Sabías que está de novia, y que su novio la ama con todo lo que tiene? ¿Sabías que vive juntos y que luego de meses de intentar, Grace está embarazada y me pidieron que sea la madrina? ¿Sabías que Trevor es mi novio, y es lo único bueno en mi vida en este momento? No, no sabías nada de eso. ¿Sabes por qué no sabías nada? Porque te has preocupado tanto por tí mismo, y nunca pensaste en tu familia, que solo has logrado ser una mierda como padre, y tus hijas no te quieren ver.
Vi como Olive comenzó a alejarse de nosotros, dejandome enfrentado con su padre. Olive se volteó a verme al notar que no la estaba siguiendo, pero yo me quedé viendo a su padre.
-¿Por qué no quieres que esté con ella?- le pregunté relajado pero en mi voz había enojo.
-Porque no eres lo que ella merece tener.
-No hace falta tener dinero y un buen trabajo para hacer que ella me ame y que sea feliz. En dos meses logré que se enamore de mi y yo me enamoré de ella. En 17 años apuesto a que no has aprendido nada de ella. No debes saber que su color favorito es el azul, aunque todos siempre le regalan cosas rosas. O que ama tomar te mientras ve una película, que ama sentir el viento en su rostro, como si quisiera robarle sus pensamientos, que todo lo que ha hecho lo hizo para que sus padres se sientan orgullosa de ella...Que no recuerda cuando fue la última vez que sus padres le dijeron que la aman. No me intentes mantener lejos de ella, cuando eres tu quien debería alejarse de ella, porque solo has arruinado su vida. Cuando decidas ser mejor persona búscala e intenta arreglar la mierda en la que te has metido.
-No me hables así, muchacho. Soy su padre despues de todo.
-Actúa como tal-le espeté alejandome de el, y dejándolo con las palabras en la boca.
Caminé hasta Olive que estaba parada a poca diatancia, escuchando toda nuestra conversación. Entrelacé sus dedos con los míos y caminé hasta la que en pocos días dejaría de ser "mi" casa.
Entramos y nos encontramos con mi abuela acomodando los platos y vasos sobre la mesa. Nos ofreció una sonrisa, pero se borró en el momento que se encontró con los ojos aún con lágrimas de Olive y mi mirada fría y repleta de enojo.
-Volveremos en unos minutos.
Subí las escaleras, forzando a Olive a subir conmigo, pero en ningún momento ofreció resistencia. Caminamos hasta mi habitación y en el momento que cerré la puerta, los brazos de Olive envolvieron mi torzo, su cabeza se hundió en el hueco de mi hombro y sus lagrimas corrían por mi camiseta. Mis brazos la envolvieron y le susurré al oido promesas de fidelidad y amor eterno. Así estuvimos hasta que su respiración calmó y sus ojos ya no derramaban lágrimas.
-¿Quieres que te lleve hasta la casa de Sophie?-le susurré acariciando su cabello.
-No, estoy bien-me respondió mientras se alejaba de mí y quedamos enfrentado. Pude ver sus ojos hinchados y rojos. Con mis dedos coloqué un mechón de su cabello detras de su oreja-.Además tengo hambre, y asumo que tu abuela es una excelente cocinera.
-Asumiste bien, Olive Fletcher. Vamos, sino Penny se comerá toda la carne, y solo nos dejará las verduras.
Entrelacé sus dedos con los míos y caminamos fuera de la habitación. Nos detuvimos unos segundos en el baño para que ella pudiera mojar su rostro, y luego bajamos las escaleras. La mesa seguía intacta, y mi familia esperaba en la mesa en silencio, excepto Tom, el estaba hablando. Creo que fue la primera que lo oía hablar. Esperaba escucharlo hablar de lo bello que era el mundo cuando el era joven, y de lo mal que esta la sociedad hoy en día. Pero no, hablaba de su eaposa Mary, de lo bella que era y de lo parecida que Olive es a ella cuando era jóven. Ambos tomamos asiento junto a la mesa, y sin que nadie hiciera preguntas sobre porqué Olive había estado llorando, mi abuela se puso de pie, y caminó hasta el horno, de donde sacó una bandeja metálica con carne.
-Estuve a muy poco de comer verduras. Menos mal que bajaron, porque me iban a hacer cometer una gran locura- Penny rompió el silencio, y se lo agradecí con una carcajada al igual que Olive.
La cena fue "adorable", como dijo Olive cuando subíamos a mi habitación. Conversamos de cómo nos conocimos con Olive, de lo idiota que le resultaba y de lo hermosa que me sigue pareciendo, provocando que sus mejillas se tornaran coloradas. Mi abuela contó de cómo conoció a mi abuelo, y de lo nervioso que se puso cuando la conoció. Luego del postre, en el que Penny juró haber ayudado a hacerlo, nos despedimos de todos y subimos.
-¿Quieres hablar?-le pregunté con cuidado.
-Podremos hablar mañana-respondió evitando mi mirada.
-Dijiste lo mismo en el karaoke, que luego hablaríamos de cómo te traté luego de recibir la carta, y no lo hicimos.
-Ya no es importante eso Trevor.
-Lo es para mí, te traté como si tuvieses la culpa de algo-Ella caminó hasta mi y no quitó sus ojos de los míos, como si con una mirada me decía de que no tenía que pedirle disculpas, así que decidí dejarlo. Acomodó la etiqueta de mi playera, y luego acarició con la punta de sus dedos mi nuca-. Igual lo siento ¿Segura que no quieres hablar? Sabes que me volveré e--
-No me lo recuerdes, Trevor. Ya es suficiente. Quiero ver ese video que encontré en casa ¿Dónde quedó?
-Creo que lo lanzaste al suelo cuando viste a tu padre, no le presté mucha atención. Iré a ver si encuentro las cosas que ibas a traer.
-No hace falta Trevor, no es necesario-Me dijo intentando frenarme tomandome del brazo, pero yo me voltee y me sonreí.
-Ya estoy yendo, Olive Fletcher. Sabes que cuando se me pone una idea en mente, no freno hasta conseguirlo-Mi sonrisa no se borró de mi rostro-. Regresó en un minuto.
Bajé las escaleras y caminé hasta la puerta. Olive estaba atravesando por mucho, y sumandole a eso en tres días tendría que volver a Minnesota. Ella quería ver el video, su maldito padre no era un obstaculo para mí para ir a buscarlo por ella. Pero cuando abrí la puerta me encontré con la bolsa de Olive en el suelo frente a mi. Lo tomé en mis manos y llevé mi vista hacia la casa de Olive, el auto de su padre ya no se encontraba aparcado, y las luces estaban apagadas.
-Ven conmigo, este video solo se puede ver en la televisión de la sala de estar-le dije a Olive en cuanto entré a la habitación y la encontré con la carta de mi madre entre sus manos-.Oh, veo que...encontraste la carta. No es nada, Olive. Nada de lo que digamos o pensemos puede cambiar la historia. Vamos a ver el video.
Mi tono era serio, y evitaba enfadarme al recordar esa maldita carta.
Nos sentamos en el sillón y pusimos play a la película, en eso Penny bajó en su piyama a buscar un vaso con agua. La pantalla estaba azul, y en letras blancas en la parte de abajo, estaba escrita la.fecha "24/12/02". La imagen comenzó, y la calidad era mejor de lo que yo esperaba.
-Penny, quédate-le dije en el momento en que vi el rostro de su mamá en el video. Penny retrocedió sus pasos, y caminó hasta donde estabamos nosotros-. Esa es tu mamá, Penny ¿Te acuerdas de las fotografías que te mostré?
-Es más bonita de lo que recordaba, tengo su color de ojos- dijo sonriendo.
-¡Trevor, deja de correr, y ponte tu camiseta!-gritó mi abuela en el video, y todos empezamos a reir.
-No quiero ponerme mi camiseta, abuela-protestó el niño de ojos caramelo y cabello oscuro en el video.
-Mamá, dile a Olive que deje de llorar-dijo una niña de 9 años. Grace, la hermana de Oli. Su madre le respindió con un "silencio, estoy grabando".
Una niña de ojos grises y con dos coletas rubias apareció con sus ojos llenos de lágrimas, y con su mentón tembloroso.
-¿Qué te sucede ahora, Olive?-preguntó una versión más jóven del padre de Olive con una sonrisa, mientras la tomaba entre sus brazos.
-Trevor...me...molesta-respondió una Olive de casi 5 años entre llantos.
-¿Te molesta? ¿Qué te hace?
-Me...me persigue. Corre atrás mío, y se sube a las sillas y salta ¡No quiero saltar, papá!
-Solo está jugando, Olive-su padre le responde y con su pulgar secó las lágrimas que habían mojado sus mejillas rosadas-¡Trevor! Ven aca, muchacho.
-¡No!-mi voz de niño respondió a lo lejos-¡Estoy ocupado!
-¿Haciendo qué, Trevor? Ven aquí, te están llamando-la voz de mi abuela se oyó y se veía cómo caminaba hasta donde estaban todos, y cubría su rostro con su mano cuando se dió cuenta que estaban filmando. Nuevamente una pequeña versión de mi apareció en la filmación, y aun no llevaba mi camiseta.
-Ven aquí, muchacho ¿Qué sucedió con Olive?
-Yo no hice nada-respondí haciendo que mi voz se oyera más aguda y elevando mis manos en señal de inocencia-. Ella no quiere jugar, es aburrida.
-¡No es verdad!-respondió la pequeña Olive mientras comenzaba llorar nuevamente-. El juega mal, papá, dile.
-No, solo quería que juegues- el pequeño Trevor respondía frustrado, luego la tomó de la mano y comenzó a caminar-. Vamos a jugar a los Power Rangers, si quierws te dejo ser el rojo. A Connor nunca lo dejo ser el rojo.
-No me gusta el rojo- respondió Olive soltandose de mis pequeñas manos de niño-¿No hay un power ranger azul?
-Supongo, sino inventemos uno ¿Jugamos?
-Bueno, pero si es aburrido no juego mas.
-No te enojes, aún no empezamos a jugar.
La filmación siguió, y mostraba algunas conversaciones aburridas, la nieve a la mañana siguiente, nuestras caras cuando abríamos los regalos de Santa Claus, y a mi abuela y la señora Peterson cocinando unas galletas, luego la imagen quedó en negro.

Holaaaa! Hoy subo antes porque...bueno porque si jajaja mañana subiré otro. Un poquito de spoiler, mañana es la despedida en el aeropuerto!! No me odien! Por favor, no olviden votar, y comenten que les gusta y si les gustaría que actualice mas seguido. Nos leemos pronto, hermosos muggles xoxo

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