Capítulo 40: Silencio

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Canciones para este capítulo: 

Half a Heart (One Direction) 

All I want (Kodaline) 

Give me Love (Ed Sheeran) 

Deep (Auburn)

Mis amigos me envolvieron en un abrazo pero yo permanecí inmóvil. Mis ojos estaban enfocados en Olive. Ella no enfocaba sus ojos grises en los míos ¿Por qué no me mira? Necesito ver sus ojos, necesito leerla, saber qué piensa y qué siente en este momento ¿Qué diablos hace aquí? Notaba que mis amigos me hablaban y preguntaban cosas, pero no podía quitar los ojos de aquella chica que robó mi corazón meses atrás.

Desde que terminamos definitivamente nuestra relación, no volvimos a hablar. Finn y James me contaban algunas cosas sobre ella. Había vuelto a California poco tiempo después de nuestra conversación por teléfono. Verla confirma mis dudas. No he podido superarla ni un poco. No he podido funcionar sin ella en mi vida, no soy el mismo Trevor de antes. Necesito a Olive en mi vida, pero no puedo hacerle daño. Estar juntos sólo significa hundirnos. No puedo dañarla, no merece ser dañada por nadie. Si ella está a salvo estando lejos de mí, entonces me ahogaré sólo. Por ella. Me ahogaré en los sentimientos hacia ella que no lograré abandonar y en los recuerdos que ruego no olvidar. Pero mientras ella esté a salvo, yo estaré bien.

-¿Trevor?-James llamó mi nombre, agitando su mano frente a mi rostro.

Parpadee repetidas veces y llevé mis ojos a mi amigo. Su piel no estaba tan bronceada como la última vez que lo vi, pero sus ojos verdes seguían resaltando. Su cabello estaba más largo y fue ahí cuando noté que su cabello era rizado.

-Discúlpame hermano, me han tomado por sorpresa ¿Qué diablos hacen aquí?-pregunté con una sonrisa, intentando no mirar por encima de su hombro para buscar a Olive con mi mirada.

-Era la idea-respondió Sophie con una sonrisa-. Queríamos sorprenderte, Connor y Haven nos ayudaron.

-¿Connor y Haven? Malditos, me ocultaron todo.

Caminamos hasta el interior de la casa, Olive nos seguía al fondo de todo junto con Sophie. Estaba silenciosa, demasiado. Necesitaba oírla. Escuchar su voz luego de casi dos meses. Necesito que sus ojos se encuentren con los míos.

Dentro, la casa estaba mucho más caliente que afuera, y no fue hasta que entré, que noté el frío en mí. Mi abuela llevó su vista hasta las cinco visitas y luego hasta mí. Estaba igual de atónita que yo.

-Creo que tenemos casa llena esta navidad, abuela-le dije con una sonrisa, y ella imitó mi gesto.

Sus cejas se elevaron y sus ojos se abrieron como plato en cuanto enfocó su vista en Olive. Compartimos una mirada incómoda, y en silencio le rogué que no dijera nada inapropiado y ella asintió levemente.

-Algo huele delicioso-comentó Allie llevando su vista al horno- ¿Necesitas ayuda con la cocina?

-Eh...si. Soy un desastre. 

Le respondí y todos reímos. Allie y Sophie caminaron conmigo hasta la cocina y Olive acompañó a los gemelos a buscar las maletas al auto. La seguí con la mirada esperando que sus ojos se encontraran con los míos, pero no sucedió. Con la ayuda de mis amigas, controlamos que la comida no se quemara, y mi abuela nos aseguró que estaría lista para que podamos cenar a las seis. Controlé que hubiera pizza congelada en el refrigerador, porque lo que había cocinado no alcanzaría para ocho personas. Los gemelos y Olive entraron pocos minutos después con maletas y las llaves del vehículo. 

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