1900 Millas

Capítulo 30: Vuelo 23A

Canciones recomendadas para este capítulo 

Moments (One Direction) 

Never be alone (Shawn Mendes) 

I want to write you a song (One Direction) 

If I could fly (One Direction) 

All of me (John Legend) 

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-Despierta, Trevor, perderemos el vuelo-me despertó mi abuela.
Mi cabeza aún dolía por los tragos de la noche anterior por la fiesta que los mellizos me organizaron en su casa. Ellos decían que era una fiesta, pero en realidad era una juntada porque éramos los mismos de siempre pero con cerveza y vodka de cereza. Mi aliento aún olía a alcohol, y recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente provocándome una sonrisa.
Luego de vestirme, bajé las escaleras con mi valija en una mano y mi guitarra en la otra, y luego de que Penny me ayudara a abrir la puerta, le entregué mis cosas a Chris quien nos esperaba afuera con su auto, y él las guardó en el baúl. El viaje fue silencioso, y mi mente me aturdía. Sostenía mi teléfono entres mis manos, sin dejar de ver mi fotografía con Olive. Las palmeras pasaban a mi costado con velocidad, sin darme tiempo suficiente para contarlas. Me fui despidiendo del paisaje que había llegado a amar, de la brisa de verano, del olor a sal cuando me acercaba al mar, de la arena que se metía en mis zapatos. El viaje fue largo, pero más corto de lo que me hubiese gustado. Caminé por el enorme aeropuerto, sintiendo que había pasado muchísimo tiempo desde la última vez que había estado allí, arrastrando las ruedas de mi valija y hundiendo mis pensamientos en la música que me brindaban Coldplay. Mis ojos viajaron por todo el lugar. Como la vez en que llegue, los turistas estaban por todas partes, con sus cámaras de fotos colgadas del cuello. Pero esta vez, a diferencia de la otra, cargaba con un sentimiento de tristeza que no creí tener al volver. No esperaba quedarme tanto tiempo en California, no esperaba encontrarme con los gemelos y recordar nuestros años juntos en el instituto, no esperaba conocer a Sophie y Allie y a sus peleas que me hacían reír, no esperaba conocer a una chica que daría vuelta mi mundo. Y ahora me tocaba despedirme de Olive. Diablos, amo su nombre, amo cómo sonríe cuando lo digo, amo cómo pronuncia mi nombre, haciéndole sonar como el mejor nombre de la Tierra.

Una sonrisa se formó en mi rostro en el momento en que vi a mis amigos a poca distancia mía, saltando y agitando sus manos, sosteniendo un cartel que decía "Ya era hora que te vayas, idiota. Connor te extraña". Estallé en carcajadas y caminé hasta ellos, quienes me abrazaron entre todos y gritaban cosas para hacerme reír.
-No sabía que vendrían ¿Qué hacen aquí?
-Veníamos a despedir a un amigo, y justo nos encontramos contigo-bromeó James-. Venimos a despedirte, idiota ¿Qué crees?
-¿Dónde está Olive?-pregunté sin querer oír la respuesta que ya conocía.
-No quiso venir, dijo que no podría manejarlo-me respondió Allie brindándome una sonrisa débil-. Lo siento.
-No, lo comprendo, está todo bien-mentí.
Me entregaron el cartel, y una bolsa con pequeños regalos que me hiciera recordarlos. James puso el pequeño paquete de plástico blanco en la bolsa, y en cuanto lo vi todos estallamos en risa. Agradecí que Olive no estuviese en ese momento, porque nos odiaría a todos. Conversamos de todo lo que pudimos. De la fiesta de la noche anterior, de lo ebrio que Finn se puso y de cómo abrazaba a todos y nos decía que nos amaba. Me mostraron una fotografía que se tomaron conmigo mientras estaba dormido en el hospital, y me dijeron que en la bolsa estaba la foto en un cuadro, y me exigieron que la colgara en la pared de mi habitación, diciéndome que cuando me fueran a visitar a Minnesota, querían verla allí. Les dije que cuando quisieran los esperaba en mi casa, y Sophie y Allie podrían conocer a Connor.
-Vuelvo 23A con destino a Minnesota...
Comenzó a decir una voz por los parlantes. La tristeza me acechó nuevamente. Mis amigos me regalaron sonrisas falsas al igual que la mía, y algunas lágrimas de parte de Allie y Sophie. Todos me rodearon con sus abrazos y luego de un llamado de mi abuela, me alejé de ellos.
-Oh, casi lo olvido-les dije y volví hasta donde estaban ellos, y metí mi mano en mi bolsillo-. Entréguenle esto a Olive, no se olviden por favor.