Capítulo 23: La carta

537 51 0
                                    

(Recuerden votar!!! Subiré dos capitulos más este fin de semana. Los amo!!!)


-¡Ya lo encontré!-gritó Penny.

Me desperté sobresaltado, aún no lograba ver mucho, la habitación seguía a oscuras. Sólo entraba luz de la puerta que ahora se encontraba abierta, dejando ver la pequeña silueta de mi hermana menor. Miré a mi costado y vi a Olive, que seguía durmiendo.

-¿Es la bailarina?-me preguntó Penny susurrando. Yo asentí con mi cabeza, y le indiqué que se vaya-De acuerdo, me iré. Le iré a decir a la abuela que invitaste a alguien sin permiso.

Maldición, maldición, maldición.

-¡Penny!-le susurré casi gritando- ¿Quieres 10 dólares?

-Y un helado.

-De acuerdo, y un helado. No le digas a la abuela que invité a alguien sin permiso. Recuerda que yo aún no le he contado que tú te comiste las galletas que eran para mi cumpleaños, y la abuela tuvo que hacer más,

Penny abrió sus ojos, notando que yo sabía sobre las galletas, y salió corriendo. Quité el cabello de Olive que cubría rostro y le susurré que despertara. Nuevamente, mi voz salió más baja de lo que yo esperaba.

-Olive, despierta.

-Otra vez no.

-Olive, estás en mi habitación. Si no te despiertas ahora, podría entrar mi abuela en cualquier instante.

-¿De qué estás hablando?-me preguntó, volteándose y abriendo de a poco sus ojos- ¿Trevor? ¿Qué haces aquí? Oh, maldición ¿Qué pasó anoche? Oh ya recordé, no sucedió nada.

-¿Fue tan bueno para ti, como lo fue para mí?

Olive rió y se sentó en la cama. Yo me quedé acostado, y la observé atarse su cabello que ahora estaba enredado.

-¿No saldrás de la cama?-me preguntó luego de unos segundos de haberla estado viendo. Negué con mi cabeza y ella salió de la cama-Bueno, yo sí. Quiero desayunar, bañarme, explicarle a Sophie por qué no estoy en su casa.

-Son las doce y media, es un poco tarde para desayunar ¿Quieres bañarte aquí y luego te acompaño a la casa de Sophie?

-Es extremadamente tarde, Trevor ¿Por qué me dejaste dormir hasta esta hora?

-Bueno, llegamos a casa tarde...más bien, temprano. Eran las ocho de la mañana, o tal vez más.

-Bueno, no importa. Tengo que volver a lo de Sophie-me dijo girando sobre sus talones, mirando al suelo buscando su calzado, y poniéndoselo torpemente una vez que lo encontró.

-¿Te bañarás aquí?-ella me miró con los ojos más abiertos de lo común, y noté que estaba a punto de gritarme "¿Estás loco? Sería increíblemente raro que me bañe aquí", así que hablé antes de que pudiera decirme algo-Es la casa de tu abuela, te lo recuerdo, así que no tienes que sentirte incomoda.

-Lo sé, pero sería muy raro. Prefiero ir a lo de Sophie.

Giré mis ojos y salí de la cama. Me quedé sentado unos segundos, sin dejar que mis pies tocaran el suelo. Una vez que lo hicieran, significaba despedirme de mi cama hasta la noche.

-Antes de irnos déjame prepararme-le dije a Olive, y ella hizo rodar sus ojos, algo común en ella cuando se encuentra conmigo. Me paré y la miré-Ya estoy listo.

-¿Eso es todo? ¿No te peinarás, ni cambiarás, o lavarte los dientes?

-¿Para qué? No tengo que impresionar a nadie. 

1900 MillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora