Capítulo 50: Cuenta con ello.

842 43 4
                                    


Diez años después

-No me gustan las corbatas-le dije a Connor- ¿No puedo ir sin corbata?

-Olive dijo que te la pusieras, así que póntela-me advirtió mi amigo, apuntándome con su dedo índice. Giré mis ojos y comencé a hacer el nudo, aunque quedó espantoso.

La puerta de mi habitación sonó y luego entró Haven con una sonrisa. Su ceño se frunció en cuanto vio a su prometido aún de playera y jeans. Él levantó sus manos en señal de inocencia y tomó su camisa blanca y se la puso encima de su camiseta. Haven giró sus ojos, pero no reprochó más. Caminó hasta mí cuando me vio aún luchando con el nudo de mi corbata.

-¿Nervioso?-me preguntó con una sonrisa.

-Un poco-mentí-. No puedo creer que haya llegado este día. Pasó todo tan rápido.

-Demasiado rápido-me dijo ella, subiendo el nudo para que tocara con el cuello de la camisa blanca. Le sonreí en agradecimiento y ella me devolvió la sonrisa.

-¿Y Olive?-pregunté, quitando el borde de mi camisa de dentro de mis pantalones porque no hay forma que me vista de esa manera, sin importar lo especial que sea el día.

-Nos está esperando, solo faltan ustedes dos de arreglarse. Siempre demoran demasiado-nos retó con el ceño fruncido.

-¿Qué quieres que te diga, amor?-le dijo Connor- Aunque no lo creas, no nos despertamos así de hermosos, tenemos que arreglarnos un poco.

Los tres estallamos en carcajadas, y caminamos fuera de la habitación. Olive estabas sentada en el sillón con un hermoso vestido blanco que le llegaba hasta sus rodillas. Su cabello caía hasta sus hombros y sus ojos estaban ligeramente maquillados. En cuanto me vio se puso de pie y se acercó hasta mí. Le sonreí y besé su mejilla en cuanto se paro junto a mí.

-¿Listo?-me preguntó, yo negué y ella rió.-No creo que vaya tan mal, ella ya es grande-me aseguró con una sonrisa y mi ceño se frunció.

-¿Grande?-grité sin poder evitar una sonrisa- No es grande, sigue siendo una niña.

-Está a punto de recibir su diploma de graduación, Trevor-me dijo Haven y tomó mi corbata en sus manos y me empujó hasta la salida-. Y si no salimos ahora, nunca llegaremos.

Giré mis ojos y abandoné mi departamento. Olive cerró la puerta tras de ella, y todos caminamos hasta el elevador. Todo el viaje estuve tamborileando nervioso mis dedos contra el volante del auto ¿Por qué no puede ser un día tranquilo? Podríamos ir, ver a Penny recibir su diploma, pretender que no tengo ganas de llorar, sacarnos unas cuantas fotografías y luego irnos a comer algo a algún lugar lindo. Pero no. Hoy tenía que ser el maldito día en el que conocería al estúpido novio de mi hermanita.

-¿Puedes calmarte?-me dijo Olive al verme que mi pierna no dejaba de moverse sobre el asiento- Es sólo su novio.

-¿Sólo su novio?-espeté enojado- Tiene sólo 18.

-¿Y qué hay de malo con eso? Nosotros nos pusimos de novios a los 17.

-¿Por qué te enojas con Penny, hermano?-interrumpió Connor, como si el hecho de que Penny tuviese novio estuviese totalmente bien- Es adolescente ¿Qué cosas hacías cuando tenías su edad?

-No, no, no, no, no, no, no-comencé a repetir furioso recordando que cosas he hecho cuando tenía su edad.

Penny es una niña. No es grande como para tener un novio. La debería haber encerrado en una caja hasta que cumpliera treinta y decirle que tener novio es malo y asqueroso. Diablos ¿Porqué no hice eso?

1900 MillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora