1900 Millas

Capítulo 2:Soleada California

Por primera vez en mi vida, mi verano sería diferente. Me gustaría decir emocionante, pero viajar hasta California por la muerte de una anciana que hizo mejores cosas que las que yo haré en toda mi vida, no parece ser tan emocionante. Pero si sería diferente.

Compramos tres pasajes de último momento, lo que fue bastante costoso, pero intenté ayudar a mi abuela con los ahorros que venía juntando desde hacía un año. El avión salía a la noche desde Minnesota, y llegaríamos a Sacramento, California a la mañana del siguiente día.

Con Penny desbordábamos en emoción, pero intentábamos ocultarlo porque mi abuela estaba bastante deprimida. Nunca antes habíamos estado en un aeropuerto. Todo nos resultaba nuevo y sofisticado. Había gente de todas partes, y algunos pocos compartían la expresión de felicidad y ansiedad que teníamos con mi hermana.

El avión era más grande de lo que tenía en mente. Con nuestro boleto en mano, con Penny y mi abuela comenzamos a buscar nuestros asientos.

-Yo estoy aquí- nos señalo mi abuela un asiento que daba al pasillo-Los suyos son esos.

Miré donde nuestros boletos indicaban. Uno pasillo, y el otro ventanilla.

-Las damas primero ¿No cierto?

-Sí, pero tú eres niña. No eres dama. Creo que yo debería sentarme junto a la ventanilla.

-No soy ingenua, Trevor-Penny siempre utiliza palabras que otro niño no usaría.

-Sólo hay una forma de resolver esto, ardillita-Le dije apretando sus mejillas coloradas.

Segundos después estaba disfrutando mi vista junto a la ventanilla, y festejándome a mí mismo por haber elegido papel. Penny siempre elige piedra.

-Sabes que si te tiro un roca gigante, un maldito papel no salvará tu vida- me dijo con el ceño fruncido por haber perdido.

La vista era increíble, el cielo ere infinito, las luces de la ciudad se hicieron cada vez más pequeñas hasta desaparecer. Mi corazón palpitaba de emoción, y mi sonrisa no se borraba de mi rostro.

Dormirme antes que Penny fue un grave error, esa pequeña rubia con uñas rosadas tomaría venganza por ganar el lugar junto a la ventanilla.

Así llegué al aeropuerto de Sacramento, con el pecho lleno de ansiedad, la mente fresca y renovada...y uñas rosas.

Un hombre alto y con barba de algunos días sostenía un cartel con nuestro apellido: "Familia Owens".

-¿Señora Owens?- le preguntó a mi abuela con una sonrisa.

-Sí, soy yo ¿Nos conocemos, tu rostro me resulta muy familiar?

-Soy Christian, Christian Brooks, el hijo de Mary.

Mi abuela llevó sus manos a su rostro.

-¡Chris! No lo puedo creer, recuerdo cuando eras tan sólo un niño ¿Cómo has estado?

-Muy bien, estoy casado y tengo un hermoso hijo, Jack, de 3 meses.

-¡Felicitaciones, Chris!- le dijo mientras le daba un abrazo, que significaba más que solo "felicitaciones"-Ellos son mis nietos, Trevor y Penny.

-¡Trevor! Hombre, si que has crecido. No creo que me recuerdes, eras muy pequeño cuando nos mudamos. Pero sí que me acuerdo de ti, eras una pequeña sabandija-se ríe- ¿Cuántos años tienes ya?

-El mes pasado cumplí 17.

-¿Y tu pequeña? A ti no te conocía, ¿Cuántos años tienes?

-Ocho- respondió Penny con una dulce sonrisa.