1900 Millas

Capítulo 4:Más cerveza, por favor

Chris nos había pedido que nos quedemos un tiempo más, porque la abuela ayudaba mucho con el cuidado de Thomas, que ya era muy anciano. Chris no estaba mucho en la casa, de vez en cuando pasaba por la tarde. Algunas noches iba con su esposa Sarah y su hijo Jack a cenar.

Ya habíamos estado allí por una semana y media, y realmente California no era lo que esperaba. Lo único que podía hacer era ir al bosque cerca la casa de los Brooks con mi guitarra, y tocar y cantar sin que nadie me moleste. Penny ya había hecho varios amigos de su edad, y por las tardes prácticamente no la veía. Mi abuela pasaba las tardes lavando la ropa, acomodando las habitaciones y conversando con Thomas, quien tenía muchas anécdotas sobre Mary que desconocía.

-¿Qué te ha parecido la playa?-me preguntó Connor mientras hablábamos por video llamada.

-Bueno, en realidad...aún no he ido.

-¡Tiene que ser una broma, Trevor! Hace casi dos semanas que estás ahí, ya deberías haber ido y besado a al menos seis chicas ¿Qué sucede con mi amigo aventurero?

-La tranquilidad de este barrio me está consumiendo- ambos reímos.

-El otro día me acordé de los gemelos Breston ¿Te acuerdas de ellos? Iban con nosotros al instituto hace unos años-asentí-Ellos están viviendo en Sacramento, deberías escribirles y hacer algo con ellos.

-Necesito hacer algo, sino moriré.

-Vamos hermano, mañana es sábado, seguro que habrá alguna fiesta a la que puedas ir y no recordar-reí ante el comentario de Connor, el siempre intentaba arrastrarme a su mundo de fiesta. Según él, para habitar en él había que tener tres cosas aseguradas: Buena apariencia, un paso de baile con estilo que haga reír, y una frase que haga suspirar a las chicas.

-Si es que voy a alguna fiesta mañana por la noche, será sólo porque necesito salir de aquí. Un día más sin hacer nada, y creo que le pediré a mi abuela que me enseñe a tejer.

Connor me pasó el número de Finn y James Breston, y me dijo que ya había hablado con ellos y sabían que me pondría en contacto con ellos.

Mi aburrimiento crecía a cada minuto, no quería parecer una admiradora desquiciada, pero no espere mucho para hablarle a Finn y James. Me dijeron que el sábado a las 8 habría una fiesta en una playa cerca de donde estaba yo, que pasarían a buscarme.

-Ponte guapo, Owens-me dijo Finn.

El sábado por la tarde llegó Chris en su Volvo gris siguiendo a una grúa que traía un reluciente BMW rojo oscuro descapotable.

-Trevor, menos mal que te encuentro-me dijo Chris con una sonrisa, posando su mano en mí hombro-Recién hoy llega mi auto del taller, y aún no han terminado la amplificación del garaje en mi casa, hasta entonces dejaré mi auto aquí. Avísale a Thomas, aunque no creo que le moleste.

La grúa dejó el descapotable frente a la casa de los Brooks, y Chris le pagó al conductor.

-Toma, por favor, estaciona el auto dentro del garaje. Sabes manejar, ¿no?-me preguntó con desconfianza, alejando las llaves de mi mano que ya estaba extendida con emoción. Asentí- ¡Perfecto! Gracias, realmente estoy apurado.

Chris subió a su auto, y encendió el motor.

-Dile, a tu abuela que esta noche a las siete los pasaré a buscar para que vayan a cenar a casa-y luego se fue.

Mi mirada quedó perdida en el auto de Chris que se alejaba.

¿Hoy tenemos planes? Justo hoy no.

Abrí el portón del garaje, y luego estacioné el auto. A pesar de estar sentado en un BMW, estaba desilusionado. Mi abuela odiaba que le cambien los planes a último momento, y decirle unas horas antes de la cena que no iría, haría que se enfade mucho. Y más aún si le decía que me iría a una fiesta. Me veía obligado a mentirle a mi abuela, odiaba hacerlo, pero de todas formas era muy bueno con las mentiras.