¡Muy buenas a todos! En este capítulo os dejo mucho salseo y es diferente a los demás ya que tiene una dosis que todos necesitábamos, ¿no? ¡Que pensareis que me había olvidado de que esto es una historia de sirenas, pero no es así!
Pregunta final para cuando acabéis de leer el capítulo : ¿Vosotros también os sentisteis alguna vez como Lía? Que sepáis que la inseguridad de ella es una parte de mí también, ya que a veces no tengo suficiente confianza en mí misma :S
¡ Esto es todo! Os quiere, Thal♥
CAPÍTULO 20 - PROBLEMAS ACUÁTICOS
—Niñas, tened cuidado y no os separéis por nada del mundo, ¿de acuerdo? —nos explicó Hay junto con Amanda.
—Que sí, abuela—rodó Heather los ojos mientras se cruzaba de brazos—Ya nos lo has dicho como cien veces.
—No os preocupéis—añadí amablemente y con seguridad. Las tres me miraron y mi abuela finalmente suspiró.
—Está bien—se encogió de hombros—Pero no volváis muy tarde.
—Que ya...
Sin decirme nada, Heather se dirigió hacia el final del terreno. La seguí y detrás vinieron nuestras abuelas. Me coloqué al lado de ella y dirigí mi vista hacia abajo, que daba un vértigo terrible de la distancia que había entre mar y tierra.
—Si no me equivoco, tirándoos desde aquí llegáis antes—concluyó Hay.
Unos días antes, Heather me había dicho que me iba a enseñar la ruta de las sirenas, la más bonita de los mares pero aun así con un difícil acceso y algo peligrosa. Por eso nuestras abuelas no estaban muy convencidas, pero finalmente demostramos que éramos lo suficientemente responsables.
Cuando me di cuenta, Heather ya se había tirado al agua y yo todavía estaba dudosa porque era mucha altura.
— ¡Venga, Lía! —me apresuró mientras sacaba una mano del agua.
—Es que...
A continuación, alguien agarró mis tobillos y mis manos.
—Lía, no me fastidies—me dijo mi abuela mientras me sujetaba los tobillos—Nos estuvisteis dando la vara estos días con lo de la ruta, y ahora no te vas a echar para atrás.
— ¡Pero abuela! —abrí los ojos mientras me comenzaban a balancear. Oía la risa de Heather desde allí abajo.
— ¡Ni peros ni peras!
— ¡Soltadme! —grité para inquietarlas, pero no me sirvió de nada ya que estaba en los aires, y a los pocos segundos en el agua.
— ¡Malditas seáis! —pegué furiosa al agua. Ellas se cruzaron de brazos y alzaron la mano a modo de despedida.
—Lía, ¿no echabas de menos esta sensación?
— ¿Eh? —sí, aquel día yo estaba más distraída de lo normal— ¿Qué sensación dices?
— ¡LÍA! —chilló como si hubiese dicho un pecado— ¿Acaso te has olvidado que eres una sirena?
Claro, era verdad. Con el ajetreo de los últimos días ni si quiera me había dado tiempo a darme un chapuzón en el mar— ¿Qué? Por supuesto que no...—intenté sonar creíble.
—Estás preparada para ser princesa-sirena con la empanada que llevas...—dijo en un tono irónico mientras negaba con la cabeza. Aquello me molesto.
— ¡Oye! ¡No te pases! —la miré fijamente.
—Era una broma, mujer—suspiró—Venga, vámonos que se nos hace tarde.
ESTÁS LEYENDO
Aguas Secretas©
FantasiLía Wilson es una adolescente de 15 años que lleva una vida completamente normal. Sin embargo, mientras sus padres están de viaje , provoca un accidente que la obligará a mudarse a la otra punta del mundo. Allí hará nuevas amistades, experimentará...