Capítulo 41 - Un pequeño milagro

1.2K 103 8
                                    

POV HEATHER

No nos hizo falta explicarle nada a Amanda cuando nos presentamos a entrenar y Lía no estaba allí, su cara ya nos lo dijo todo.

Minutos antes, íbamos comentando entre las cinco el extraño comportamiento de Lía y llegamos a la conclusión de que estaba pasando una mala racha y que deberíamos de apoyarla, teniendo esperanza en que se le pasaría rápido como con casi todas las cosas.

A los pocos minutos de empezar el entrenamiento, apareció la tortuga Tarles para dejarle un mensaje a Hayley y Amanda, hecho que tuvo que dejarnos solas—Volvemos ahora, seguid entrenando—avisó la abuela de Lía mientras se alejaban.

Y como haría cualquiera, hicimos caso omiso y aprovechamos para no hacer nada. De repente, el mar se iluminó por unos segundos y yo me quedé observando extrañada la superficie.

—Ha sido un rayo—obvió Cora, escuchándose a la misma vez el estruendo afuera del agua.

El silencio que se formó fue roto por una melodía que provenía de una roca que estaba a unos metros de nosotras.

Nos miramos expectantes entre las cinco y Sydney puso el dedo indice en los labios, como una seña de silencio. A medida que nos íbamos acercando, había algo en aquella bonita voz que me chirriaba, y no podía saber si era la única ya que teníamos que estar calladas.

Y justo en el momento que nos íbamos a asomar para descubrir quien era, alguien me tapó la boca y me atacó por detrás, dándome un fuerte golpe en la cabeza que hizo que cayese inconsciente, y algo me daba que las demás estaban en la misma situación.

POV LÍA

Jamás en la vida había corrido tanto, estaba calando de arriba a abajo y en ocasiones la extrema cantidad de agua que me estaba cayendo encima me nublaba la vista, pero poco me importaba en esos momentos con tal de llegar cuanto antes al mar.

Finalmente, llegué a la cueva y me zambullí sin pensarlo dos veces, dirigiéndome al campo de entrenamiento, que quedaba cerca de los reinos cálidos y era una extensión desierta con solamente rocas.

Pero en el fondo sabía que no iba a llegar a tiempo por muy rápido que nadase, y efectivamente, me encontré el campo vacío. Antes de que los nervios me empezasen a atacar, observé con detalle todo mi alrededor, divisando muy a lo lejos varias figuras.

Con cierta duda, las fui siguiendo disimuladamente y vi cinco colas de colores, sabiendo que eran ellas y que mi teoría se había cumplido.

Llegué a un punto en el que había tanta niebla que me dejó desorientada, y cuando finalmente conseguí salir de ahí, me encontré con un gran reino en ruinas que tenía en la entrada el símbolo OL.

Llegué a un punto en el que había tanta niebla que me dejó desorientada, y cuando finalmente conseguí salir de ahí, me encontré con un gran reino en ruinas que tenía en la entrada el símbolo OL

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por una vez, no me hizo falta entender donde estaba y que era eso.

Escondida entre la neblina, vi como Amber salía con sus secuaces a la entrada—Os podéis retirar, bien trabajado—comentó autoritaria—Si surge algún imprevisto, os aviso.

Aguas Secretas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora