La semana continuó y lo único interesante que se produjo fue que Sheyla el viernes casi se pegó con una compañera de clase, exactamente una del grupito de amigas de Vanessa.
Añadiendo que el sábado tuvimos que volver a entrenar por orden de Crystal, Amanda y Hay para así no perder la costumbre ni la técnica, descansando mi cuerpo la mayoría del domingo en la cama.
A la vuelta del entrenamiento, Cora se quedó hablando sospechosamente con Heather, a lo que Sydney, Tanya y yo intervinimos para saber de que se trataba. Al principio se mostraban reacias, pero nos lo acabaron contando.
Estaban barajando acerca del comportamiento oscuro y frío de Sheyla, llegando a estar convencidas de que ella podría ser un miembro de los OdavLam. Yo tuve que avisarlas de que tampoco dejasen de lado la tesis acerca de Vanessa, porque era otra opción probable.
Y hablando de la reina de Roma...
Vi como levantaba su mano en mitad de la clase, adquiriendo la atención del profesor— Julio, no me encuentro bien. ¿Podría ir a llamar a casa?
—Por supuesto, por un alumno menos creo que no me pase nada.
Ella lo miró con una sonrisa forzada y se levantó mientras yo observaba la mirada asesina por parte de Cora hacia ella. Desde el primer minuto de clase pude ver como la odiaba, y para encima ella no lo disimulaba, diciéndonos que ojalá le cosiesen la boca por aquella dulce y forzada voz que intentaba transmitir, para luego estar al mando de todos los profesores.
Rápidamente, nos miramos entre las cinco mientras Cora hacía un gesto con la mano que parecía decirnos que era una cuentista. A continuación, nos reímos, provocando que Julio nos mirase fijamente y a pesar de que no nos dijo nada, callamos al instante.
—Wilson, ten cuidado—me avisó con diversión Kyle, poniendo una mano en su boca para que no le viese.
...
La campana al fin sonó y nos dejaron libres para ir a casa. Por el camino a la salida del instituto, Cora iba tan serena que nos extrañó a las cuatro.
— ¿A qué se debe esa tranquilidad? —me giré para mirarla, ya que se había quedado atrás.
—Mañana no hay clase—me contestó con una sonrisa.
Instantáneamente, nos miramos todas las demás con el rostro iluminado, gritando al unísono la misma frase— ¿¿Qué??
— ¿Pero vosotras atendéis algo? —yo todavía estaba en shock, porque creía que en ningún momento escuche que no hubiese clase—Lo dijo María, mañana tenemos una excursión de investigación marina en la playa.
Pude ver como algo dentro de mí se caía a cachos, al igual que las demás—Pero eso ya lo sabíamos Cora...
—Me refiero a que dura todo el día y no tenemos que traer ni hacer nada.
—Me has acabado de dar falsas ilusiones—añadió Heather con un gesto de desesperación a la conversación.
—Bueno, algo es algo—la morena de ojos azules se encogió inocentemente de hombros.
Sydney se quedó pensando mientras ponía un dedo en su barbilla— ¿Y qué tal si quedamos hoy por la tarde?
—A mí me parece bien—dijimos Heather y yo a la misma vez, mirándonos graciosas por ello.
—Yo voy hoy con mi madre de compras, así que no puedo—informó Tanya.
—Pues yo...—Cora se estaba inventado una excusa en el momento, y no hacía nada por disimular— ¡Es verdad! ¡Tengo que llevar a mi gato al veterinario!
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Aguas Secretas©
FantastikLía Wilson es una adolescente de 15 años que lleva una vida completamente normal. Sin embargo, mientras sus padres están de viaje , provoca un accidente que la obligará a mudarse a la otra punta del mundo. Allí hará nuevas amistades, experimentará...