9

333 17 5
                                    

— Está tardando mucho, ¿no? -digo moviendo mi pierna nerviosamente. Las chicas resoplan-.

— Joder, Matt. Qué pesado -dice Emma rodando los ojos mientras se lima las uñas-.

— Esque hace como cinco horas que se han ido -levanto los brazos claramente exagerando-.

— Matt, cariño -Ali se sienta a mi lado-. Se han ido hace una hora -me da una colleja en la nuca y yo me sobo la zona golpeada-.

— ¡Ouch! -la miro mal-. Bueno, ya me callo -ellas suspiran con alivio-.

— Gracias -dicen las tres a la vez-.

Me tumbo de espaldas en la cama que estaba sentado. Creo que es de Noe. Saco mi móvil del bolsillo y contesto los mensajes que tengo. Abro el chat de Angie y me decido a escribirle.

Matt:
¿Dónde estás? -unos treinta segundos después llega su respuesta-.

Angie:
Fumando.

Matt:
¿Dónde?

Angie:
Aquí.

Matt:
¿Aquí dónde? -lee el mensaje pero no me contesta. Ruedo los ojos y suelto un gruñido-. Angie...

Angie:
Azotea.

¿Azotea? ¿Qué diablos hace ahí? Me levanto de la cama y las chicas se me quedan mirando.

— Voy a dar una vuelta -ellas asienten. Salgo de la habitación y me meto en el ascensor. Pulso el botón de la última planta y las puertas se abren en la azotea. Me giro hacia los lados y veo a Angie sentada en el muro con las piernas hacia afuera. El corazón se me para por un momento-. ¡Angie! -grito acercándome a ella. Ella me mira con el ceño fruncido-.

— ¿Por qué gritas? -da una calada a su cigarro-.

— ¿Qué haces? -me acerco a ella. Asomo mi cabeza hacia abajo-. Wow, esto está muy alto -río algo nervioso y me alejo del borde-.

— Lo se -mira hacia abajo-.

— ¿Podrías, por favor, em... bajarte de ahí? -ella me mira con una ceja levantada-. Es que no quiero que caigas hacia abajo y te mates -digo obvio. Ella suelta una risita-.

— No voy a caer -dice segura-.

— Me sentiría más tranquilo si bajaras -suplico. Ella me mira fijamente. Suspira y asiente. Suelto todo el aire que había estado reteniendo-. Gracias -asiento y me siento con la espalda apoyada en el muro. Angie se sienta a mi lado-. ¿Qué hacías aquí arriba?

— Pensar -da otra calada y retiene el humo-.

— ¿En qué? -me mira y tira el humo hacia un lado-. ¿Cuándo vas a confiar en mí? -digo abatido cuando no me responde-.

— Cuando te conozca.

— Pero no haces nada para conocerme. Ni dejas que yo te conozca -frunzo los labios. Ella deja el cigarro entre sus labios y se cruza de piernas-.

— Pensaba en mi hermana -dice finalmente. Yo la miro atentamente-. Aún se me hace muy raro no tenerla conmigo -pongo una mano en su rodilla para hacerla sentir acompañada-.

Black Heart - [Matthew Espinosa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora