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No mentía cuando decía que no iba a poder dormir en toda la noche. Y Angie tampoco. Ha estado dando vueltas todo el tiempo y, cuando conseguía dormirse, se volvía despertar a los dos minutos.

No hemos hablado en toda la noche pero tampoco ha sido necesario. Todo lo que queríamos decir ya estaba dicho.

No es hasta que empiezo a ver los rayos del sol colándose por las cortinas que mis ojos empiezan a cerrarse, pero vuelvo a despertarme cuando Angie vuelve a cambiar de posición detrás mío. Suspiro y frunzo el ceño.

- Nena, quédate quieta -me quejo y ella deja de moverse-.

- Lo siento -murmura y noto como pasa un brazo por mi cintura y besa mi espalda-.

- Tranquila -pongo mi mano encima de la suya y consigo cerrar los ojos por unas cuantas horas-.

Cuando vuelvo a despertarme frunzo el ceño al no notar a Angie a mi lado. Paso mi mano por su lado de la cama y este está frío.

Cierro los ojos un momento intentando escucharla pero todo el apartamento está en silencio.

Cojo mi móvil de la mesita de noche y decido llamarla. A la vez me fijo en la hora: las 11:22.

- Dime -dice con la respiración algo agitada-.

- ¿Dónde estás? -me levanto de la cama y voy al baño para hacer mis necesidades-.

- En el gimnasio -de fondo se escuchan golpes de pesas-. Estaré en casa en diez minutos.

- De acuerdo. Te espero aquí.

- Vale, adiós -me despido de ella y cuelgo-.

Mientras espero a Angie decido ducharme ya que aquí hay algo de ropa mía.

Cuando estoy listo, voy hacia la cocina y sonrío al ver a Angie preparando algo.

- Hola -la saludo y me acerco a ella para besarla pero ella se aparta-.

- No. Estoy toda sudada -hace una mueca-.

- Me da igual -vuelvo a acercarme y la beso levemente-. ¿Cómo estás? -acaricio su mejilla y ella aparta la mirada-.

- Bien -se aparta de mí-. Voy a ducharme -y sale de la cocina-.

Suspiro profundamente y voy hacia el salón. Me siento en el sofá y enciendo la televisión. Pongo cualquier cosa y me centro en mi móvil.

El móvil de Angie empieza a sonar dentro de la cocina. Angie pasa corriendo delante mío en ropa interior a la vez que seca su pelo con una toalla. Escucho como contesta la llamada y yo vuelvo a concentrarme en la televisión.

- ¿A qué hora ha ido? -aparece de nuevo delante mío. Sonrío de lado y llamo su atención-.

Ella me mira y le tiendo mi mano para que se acerque a mí. La coge y hago que se siente en mis piernas.

- En la calle de abajo toca estar Niko -sigue con la llamada y yo empiezo a besar su hombro-. En el garito seis, sí -la abrazo por la cintura y pongo una de mis manos en su pierna acariciándola lentamente. Ella pasa un brazo por detrás de mi cabeza poniéndose más cómoda-. ¿Se lo has preguntado a David? -vuelvo a besar su hombro y subo los besos hasta su cuello-. Em... ¿qué? -dice algo despistada. Sonrío y empiezo a subir mi mano que está en su pierna lentamente-.

Angie me mira sabiendo lo que estoy haciendo e intenta levantarse, pero yo aprieto mi agarre en su cintura evitando que lo consiga. Esta vez me toca a mí molestarla mientras habla por teléfono.

- ¿Puedes preguntárselo? -sigue con la llamada-. No, en el dos -vuelvo a besar su cuello y subo más mi mano. Ella cruza las piernas pero con la punta de mis dedos puedo tocar sus bragas-. No -cierra las piernas más fuerte y yo suelto una risa-. Tienes que buscarlo para el martes -subo mi mano libre por su espalda y consigo deshacer el cierre del sujetador. Ella suspira con sorpresa y pone su brazo encima de sus pechos para que no pueda quitárselo-.

Black Heart - [Matthew Espinosa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora