28.

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Me es inevitable no sonreír ante eso.

— Ahora enserio, ¿por qué no les compramos un fin de semana en un spa o algo? -vuelve al tema principal-.

— Es una buena idea -asiento-. Se lo podríamos regalar el fin de semana que viene -lo pienso-. Va a ser mi fiesta de cumpleaños y ellos no van a estar -explico-.

— ¿No van a estar en tu cumpleaños?

— Mi cumple cae en viernes pero la fiesta es el sábado. El viernes tienen pensado que vayamos todos a cenar. Se lo podríamos dar ahí -ella frunce el ceño-.

— Pero... eso es cosa tuya -hace una mueca-. Me refiero, de tu familia -se remueve algo incómoda en su lugar-.

— Pero sabes que van a estar encantados de que vengas -la animo y ella muerde su labio inferior-.

— No lo se, Matt. No creo que sea buena idea -dice dudosa-.

— Vamos, ¿me vas a decir que no el día de mi cumpleaños? -hago puchero-.

— Te lo digo hoy, no el día de tu cumple -río y yo sonrío-.

— Vamos -insisto-.

— Lo pensare -dice finalmente y yo sonrío-. Pero no te hagas ilusiones, lo más seguro es que no vaya.

Angie saca su móvil y empieza a divagar por él.

Me quedo mirándola revisando su rostro así como muchas veces hago. Ella frunce el ceño y me mira.

— Tengo que irme -hace una mueca y yo no oculto mi decepción-.

— ¿Ya? -hago puchero y ella dirige su mirada a mis labios y asiente. Sonrío levemente y me acerco a ella-. ¿No puedes irte más tarde? -acerco mi mano a su cuello y la acaricio. Ella cierra los ojos ante mi tacto-.

— Tengo que ir a trabajar, Matt -susurra-.

Muerdo mi labio inferior y me acerco un poco más a ella. Haciendo que su respiración se vuelva un poco más pesada.

Rozo nuestros labios y ella se encarga de juntarlos. Sonrío en el beso y ella aprovecha para que nuestras lenguas rocen. La agarro por la nuca y la acerco más a mí haciendo que se siente en mi regazo.

— Tengo que irme, Matt -gime separándose-.

— Quédate -susurro contra sus labios y muerdo su labio inferior-.

— Matt, no puedo, enserio -se separa y me mira a los ojos disculpándose-.

— Está bien -apoyo mi espalda en el respaldo del sofá-.

— Lo siento -se disculpa dándome un pico y yo sonrío-.

— No importa -niego con la cabeza-.

Se levanta y coge su móvil, el cual había caído en uno de los cojines del sofá. Se pone sus zapato y mientras tanto yo me levanto y la espero en la puerta.

— Adiós -se acerca para darme un beso en la mejilla pero yo giro la cabeza haciendo que sus labios choquen con los míos-.

— Adiós -sonrío-. Nos vemos mañana -asiente riendo y se va-.

Voy a mi habitación y me siento en mi cama. Muerdo mi labio inferior y suspiro pensando en la tensión sexual que estoy sintiendo ahora mismo.

Quizás podría...

Miro hacia la puerta cerrada. Muerdo mi labio inferior más fuerte, cojo el ordenador y los auriculares y me voy al baño.

Cierro la puerta con llave y me siento en la tapa del váter. Conecto los auriculares al ordenador y entro en una de las páginas porno que suelo visitar de vez en cuando. Pongo el vídeo que más llama mi atención y pongo los auriculares en mis oídos.

Black Heart - [Matthew Espinosa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora