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— Tú me gustas -Angie balbucea separándose de mi. Mi cuerpo se tensa-.

— ¿Qué? -digo mirándola fijamente a los ojos-.

— Me gustas. Me caes muy bien -oh-. Eres muy muy buena persona -yo sonrío ante eso-. No sonrías -frunce el ceño arrastrando las palabras-.

— ¿Por qué? -pregunto divertido-.

— Porque me gusta mucho tu sonrisa -rueda los ojos. Sonrío más y no puedo evitar que algo recorra mi cuerpo ante esa confesión-. ¿Sabes qué también me gusta? El kebab -asiente y yo suelto una carcajada-. ¿Me invitas a uno? -yo sonrío y asiento. Angie sonríe e intenta levantarse pero vuelve a caer-.

 — Espera, que te ayudo -me levanto y le tiendo una mano-.

— No, yo puedo -balbucea. Intenta levantarse de nuevo y, tambaleándose, consigue quedar de pie pero cuando da el primer paso, se cae encima de la mesa de cristal que adorna su salón rompiéndola y haciéndola añicos, clavándose todos los cristales-.

— ¡Angie! -me acerco a ella corriendo-. Ven -la levanto por el brazo pero ella suelta un gemido de dolor. La levanto por la cintura y la siento en el sofá-. ¿Dónde te duele? -la miro muy preocupado. Ella me aseñala el brazo derecho y noto que la manga está manchada con sangre-. Voy a quitarte la camiseta, ¿vale? -ella asiente haciendo puchero.

Se la empiezo a quitar poco a poco intentando no moverle mucho el brazo. Cuando se la quito, me doy cuenta de que tiene todo el brazo ensangrentado. Angie se lo mira y empieza a llorar.

— ¿Me voy a morir? -solloza-.

— No, cariño -le digo con dulzura-. Vamos al hospital así te van a curar -ella hace una mueca y niega con la cabeza-. Yo no te puedo curar y tú te tienes que poner bien -acaricio su mejilla y ella asiente-. Voy a cogerte una camiseta. No te muevas -voy corriendo a su habitación antes de que pueda responderme. Cojo una camiseta cualquiera manga corta y la ayudo a ponérsela-. Vamos-.

Subimos a mi coche y ayudo a Angie a ponerse el cinturón. A mitad de camino me llega una llamada. Pongo el manos libres.

— ¡Matt! -la voz de Jack Johnson se escucha por los altavoces-. ¿Has encontrado a Angie?

— Sí. Está aquí conmigo -la miro por un momento-.

— ¿Está bien? ¿Dónde estáis?

— Estamos de camino a urgencias. Se ha caído y s...

— Hola Jack -Angie me interrumpe-.

— ¿Angie? -ella ríe-.

— ¿Por qué tú eres rubio y Jack moreno? ¿Y por qué los dos os llamáis Jack? Nada tiene sentido en esta vida -Jack se que queda callado-.

— ¿Está borracha? -dice finalmente-.

— Sí -río. Jack suelta una carcajada-. Oye, ya hemos llegado al hospital. Luego hablamos -corto la llamada. Bajo del coche y ayudo a Angie a bajar. Sigue cayendo sangre de su brazo-. Por favor, necesitamos ayuda -le digo a la recepcionista-. Ella levanta la cabeza y abre los ojos como platos al ver el brazo de Angie-.

— Doctor Tellano, acuda a emergencias -dice por el altavoz. Se levanta apresurada y se acerca a nosotros. Un doctor llega y mira a Angie-.

— Veamos -coge el brazo de Angie y lo levanta haciendo que ella suelte un grito de dolor-. ¿Qué le ha pasado? -me mira-.

— Bueno, está borracha -aclaro. Él me mira obvio-. Y al levantarse se ha caído contra la mesa de cristal de su salón -él asiente-.

— Pues vamos -empezamos a caminar con él pero me detiene-. No puedes entrar con ella, lo siento -asiento estando de acuerdo-.

Black Heart - [Matthew Espinosa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora