Black Heart - [Matthew Espinosa]

11

— Ponte más cerca.

— Va, rápido, que se despierta.

Unos murmuros interrumpen mi sueño. Abro los ojos levemente y veo a todos los chicos y las chicas alrededor mio. Les miro confundido ya que todos están sonriendo y haciendo fotos. Miro a mi lado y me doy cuenta de que Angie sigue abrazada a mi cuerpo estando dormida. Mi corazón empieza a latir rápidamente y sonrío sin poder evitarlo. Escucho algún que otro 'aw' por parte de los demás haciendo que me acuerde de que están aquí.

— ¿Qué hacéis? -susurro para no despertar a Angie-.

— Habíamos venido a buscaros para ir a comer pero nos hemos encontrado con esto -sonríe una de las gemelas. Yo vuelvo a mirar a Angie y sonrío un poco-.

— Sois tan monos -suelta Tez mirándonos sonriendo. Todos le miramos raro-. Es decir, -se aclara la garganta- bien hecho, Matt -levanta el pulgar-.

— No quiero ser maleducado pero, ¿podríais iros? -acaricio suavemente el brazo de Angie con mi mano que la envuelve-.

— ¿Quieres repetir? -dice Jack Gilinsky pícaro. Yo me sonrojo-.

— No hemos hecho nada. De verdad -aseguro. Noto como el brazo de Angie levemente se engancha más fuerte a mi cintura-.

— Sonríe a la cámara -se burla Nash acercando su móvil a mi-.

— No tío. No saques fotos. Iros ya que vais a despertarla -se escucha el sonido de una foto-.

— Hazte el dormido de nuevo -responde Nash sacando otra foto. Y otra. Y otra-.

— Como vuelvas a sacar otra puta foto te juro que te corto los huevos -la voz de Angie resuena por toda la habitación asustando a todo el mundo. Incluso a mi. Sigue con los ojos cerrados y en la misma posición-. Y como no os vayáis todos de una puta vez os rompo las piernas -todos se miran alarmados y corren fuera de la habitación-.

Me quedo tenso al quedar solos de nuevo. Angie sigue en la misma posición. Miro hacia abajo y veo que sigue con los ojos cerrados.

— ¿Angie? -digo suavemente por si se había vuelto a dormir. No me responde-. An... -la oigo resoplar-.

— ¿Qué? -alarga la última letra-.

— ¿Quieres ir a comer? -acaricio su brazo de nuevo inconscientemente. Ella solo gruñe en respuesta-. Vamos, son casi las... -miro el reloj que hay encima de la televisión-. ¡Tres! -me sorprendo-. Venga, vamos a comer -Angie se gira hacia el otro lado de la cama refunfuñando-.

Me giro hacia ella y beso su mejilla mientras suelto una risa. Me levanto y voy al baño. Me aseo, hago mis necesidades y salgo. Al salir, veo que Angie está con su móvil, como siempre. Me acerco a ella, le quito el móvil y lo guardo en mi bolsillo. Angie me mira mal.

— ¿Qué coño haces? -yo le sonrío-.

— Hago que seas sociable y me hagas caso -le respondo mientras me pongo los zapatos-.

— Devuélvemelo -yo niego con la cabeza-. Dámelo o te doy. Tú decides -me amenaza alzando su puño derecho-.

— Dime de qué trabajas y te lo doy -sonrío de lado. Angie me fulmina con la mirada-.

— Quédatelo -dice finalmente. Levanto una ceja sorprendido-.

Salimos de la habitación. Va con los brazos cruzados y el ceño fruncido. La abrazo y ella me aparta enseguida. Suelto una carcajada. La abrazo por detrás y beso su mejilla.

Al entrar en el comedor, no había prácticamente nadie a parte de los chicos, quienes empiezan a hacer ruidos para molestarnos. Angie se separa de mí y se sienta con las chicas. Riendo, me siento entre King Bach y Jake Foushee. Cogemos la comida, nos sentamos y empezamos a hablar mientras comemos.