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El policía levanta la cinta amarilla con fastidio y me deja pasar. Corro hacia Angie y la abrazo.

— ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? ¿Te has hecho daño? ¿Te duele algo? -digo rápidamente-.

— Dios, Matt. Cállate. Me duele la cabeza -gime poniendo una mano en su frente. Veo que le sale sangre de la frente, probablemente de haber chocado contra el volante-.

— Señorita, debe subir a la ambulancia -un paramédico se acerca a nosotros-.

— Joder, que no me pasa nada -se queja-. Estoy bien -insiste-.

— Debemos hacerle unas pruebas. Incluidas las de alcoholismo -Angie resopla-.

— Te lo he dicho cien veces -agarra su cabeza con notable dolor-. Vengo de trabajar y me he quedado dormida. ¡No hay más misterio! -gruñe y yo la miro atentamente-.

— ¿Y tú quién eres? -me pregunta. Miro a Angie y ella me mira esperando mi respuesta-.

— Su novio -digo intentando que mi inseguridad no se refleje en mis palabras-.

— Bien. Puedes acompañarla hasta el hospital -asiente-.

— No necesito ningún hospital -Angie gruñe-.

— An, por favor -ella me fulmina con la mirada y se que se está aguantando las ganas de decirme cualquier cosa menos guapo-.

Los tres caminamos hacia la ambulancia y subimos a ella. 

El paramédico hace que Angie se acueste en la camilla y le mira lo de la frente.

— Dave, vamos -dice al conductor, quien pone la sirena y empieza su camino hacia el hospital a gran velocidad-.

— Me haces daño, idiota -Angie gruñe apartándose del paramédico cuando intenta limpiarle la herida-.

Él me mira haciendo una mueca y yo tan solo me encojo de hombros haciendo ver que es normal en ella.

Consigue limpiarle la herida y recoge las cosas. Veo que Angie masajea su sien haciendo ver su dolor.

— ¿Te duele la cabeza? -digo suavemente cogiendo su mano. Ella la aparta de mí e ignora mi pregunta. Resoplo y me siento bien en mi lugar-.

Cuando llegamos al hospital bajan en seguida la camilla y a mí me dicen que espere en la sala de espera mientras la revisan en urgencias.

Saco mi móvil y veo que tengo unas cuantas llamadas perdidas de Jake. Decido enviarle un mensaje explicándole lo que ha pasado y que todo está bien. Segundos después llamo a mi madre.

Matt -se escucha algo feliz-.

— Mamá. Angie ha tenido un accidente -escucho como algo se le cae al suelo-.

¿Qué? ¿Está bien? -preocupación adorna sus palabras-.

— Sí. Estoy en el hospital. La están revisando en urgencias -explico-.

¿Qué le ha pasado? -dice algo más tranquila-.

— Al parecer llegaba ahora de trabajar y se ha quedado dormida al volante -suspiro recordando lo mal que ha quedado el coche-.

Podría haberse matado.

Dios, pobre chica. ¿Quieres que vaya? -lo pienso un momento-.

Vamos a necesitar a alguien para volver y nadie mejor que mi madre para reconfortarnos a los dos.

— Sí -asiento aún sabiendo que no puede verme-.

Está bien, cariño. En seguida voy.

Black Heart - [Matthew Espinosa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora