— Hey, ¿qué haces? -digo confundido al ver que Angie cierra la puerta de su habitación conmigo fuera-.
— Cerrar la puerta -dice obvia. Levanto los brazos con obviedad. Ella sonríe de lado-. ¿No creerías que ibas a dormir conmigo? -ladea la cabeza y me mira con una ceja levantada-.
— Eh... no -casi suena como una pregunta-.
— ¿No? -se burla. Yo ruedo los ojos-. Hasta mañana -sonríe con la lengua entre los dientes y cierra la puerta-.
Me quedo unos minutos mirando la puerta cerrada. ¿Qué acaba de pasar? Niego con la cabeza para centrarme y camino hacia mi habitación.
— Hey -me saluda Christian. Me siento en mi cama y miro al suelo pensativo-. Bro, ¿qué está mal? -se sienta a mi lado y palmea mi espalda. Levanto mi rostro y le miro-.
— Angie -suspiro. Christian ríe entre dientes y niega con la cabeza-.
— Lo tienes muy difícil con ella, hermano -yo achino los ojos-.
— No me ayudas -pongo los ojos en blanco y él suelta una carcajada-.
[...]
— Entrevista en diez minutos -dice Nash con la boca llena de cereales. Hago una mueca al igual que el resto de la mesa y sigo comiendo mi beagle. Frunzo el ceño y busco a Angie con la mirada-.
— ¿Dónde está Angie? -murmuro para mi mismo. Toda la mesa se queda en silencio y dirigen su mirada hacia mi. Les miro a todos con los ojos abiertos y me sonrojo. Al parecer lo he dicho más fuerte de lo que creía. Todos se empiezan a reír-.
— En nuestra habitación -dice una de las gemelas sonriendo tiernamente-.
— Gracias, Ali -asiento-.
— Soy Noe -rueda los ojos y toda la mesa suelta una carcajada-.
— ¿Habéis pensado en poneros un collar con vuestro nombre? -dice Nash señalándolas y ellas ruedan los ojos-.
Acabo mi desayuno y recojo mis cosas. Cojo una bandeja y pongo algo de desayuno para Angie. Tras despedirme de los chicos, salgo del comedor intentando que no se me caiga nada. Espero el ascensor y cuando llega, entro y saludo a la gente que había. Cuando por fin estoy delante de la puerta de la habitación de las chicas, doy tres golpes.
— ¿Quién es? -dice la inconfundible voz de mala leche de Angie-.
— Servicio de habitaciones -bromeo. El sonido del seguro suena y la puerta se abre milésimas de segundo después. Angie me mira de arriba a abajo con el ceño fruncido y me deja entrar. Entro y dejo la bandeja encima de la mesa-.
— Escúchame estúpido -frunzo el ceño y me giro hacia ella. Un gran alivio me invade cuando me doy cuenta de que está hablando por teléfono-. Me vas a comer todo el coño. Así de claro -Angie está de espaldas a mí y no puedo evitar ver su cuerpo. Lleva una camiseta de tirantes gris pegada al cuerpo y lleva unas bragas grises de Kalvin Klein. Oh dios mío-. Hijo de puta, como te pille te arranco la cabeza con los dientes -parpadeo y miro su cuerpo sin descaro y, sin poder evitarlo, una erección crece bajo mis pantalones. Miro hacia los lados alarmado y me siento en su cama. Cojo un cojín y lo pongo entre mis piernas-. Muérete -y cuelga. Respiro entrecortadamente. Angie se pasa la mano por el pelo-. ¿Y tú qué quieres? -ahora sí me habla a mí-.
— Te he traído el desayuno -digo intentando mirarla directamente a los ojos. Ella se gira hacia la bandeja y mira lo que hay. No puedo evitar mirar sus largas piernas y su perfecto...-.
— ¿Estás sordo? -interrumpe mis pensamientos. La miro confundida-. Que si quieres comer -rueda los ojos y se sienta a mi lado con la bandeja en sus piernas-.
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Black Heart - [Matthew Espinosa]
FanfictionÉl. Divertido. Sociable. Sin preocupaciones. Famoso. Le encanta pasar buenos momentos tanto con su familia como con sus amigos. Positivo. Ella. Irrespetuosa. Seria. No se anda con rodeos. Peligrosa. Negativa. Dos personas muy diferentes, con metas c...