24

320 17 6
                                    

— Nena, vamos a llegar tarde -digo tumbándome en la cama con cansancio-.

— Es que no encuentro el otro zapato -dice rebuscando por el armario-.

— Pues ponte otros -reviso mi móvil-.

Ya casi es la hora del cumpleaños de las gemelas y Angie aún sigue buscando sus zapatos. Al menos ya está peinada, maquillada y vestida.

Lleva un mono color rojo sin mangas que resalta cada una de sus curvas. Sus labios los ha pintado de un color rojo mate y su pelo lo ha recogido en dos trenzas.

— ¡Lo tengo! -dice poniéndoselo. Suspiro aliviado y me levanto de la cama-.

— Por fin -ella sonríe inocente y sale de la habitación-.

— ¿Puedes coger los regalos? -pregunta apagando las luces. Asiento y cojo las dos bolsas-.

— ¿Qué son los regalos? -digo ya en el ascensor-.

— Oh, cuatro tonterías -se encoje de hombros y yo asiento-.

Subimos al coche. Angie conduce durante unos diez minutos hasta que llegamos a la calle de las gemelas.

Hay bastantes coches aparcados en toda la calle. Angie lo pone detrás de la casa y caminamos hasta la entrada con las dos bolsas en mano. La puerta está abierta y la música se escucha bastante fuerte.

Entramos y veo que hay bastante gente bailando. Angie se para un momento buscando a las gemelas con la mirada. Coge mi mano y empieza a caminar guiándome por entre todas las personas.

— ¡Angie! -gritan las gemelas a la vez abalanzándose sobre ella haciendo que suelte mi mano. Angie ríe y las abraza de vuelta-.

— Felicidades, gemelitas -sonríe-.

— Hola, Matt -ahora me abrazan a mí-.

— Feliz cumple -les sonrío-.

— Vamos a dejar los regalos en la mesa -ellas asienten y siguen bailando-. Vamos -me dice y me guía de nuevo hasta la una mesa llena de regalos al lado de la chimenea-.

Dejo las bolsas y ella sonríe. Volvemos con las chicas y se van a bailar dejándome en el sofá junto a Skate.

— ¿Qué hay, tío? -chocamos puños y él levanta su porro en forma de saludo-. ¿Has venido solo?

— No. Sammy está en el baño con Emma -le miro sorprendido y él suelta una risa y asiente-.

Vaya.

Me fijo en la fiesta y no hay mucha gente. Habrá como unas veinte o treinta personas. Minutos después Angie vuelve con una bebida en su mano y se sienta junto a mi. Las chicas vienen tras ella y se sientan con nosotros. Angie me ofrece su bebida y yo asiento aceptando.

— ¿Ponemos el karaoke? -le pregunta una de las gemelas a la otra asintiendo frenéticamente y las dos se levantan en seguida-.

— Están locas -ríe Angie negando con la cabeza quitándome el vaso-.

— Hola -Sammy aparece colocándose el pelo. Se sienta junto a Skate, quien le mira pícaro-.

— ¿Qué tal? -ríe Skate-.

— Genial, como siempre -carcajea Sam y yo niego con la cabeza-.

— Hola a todos -la voz de una de las gemelas resuena por toda la casa-. ¿Os lo estáis pasando bien? -la casa se llena de gritos-.

— ¿A quién le apetece hacer un karaoke? -algunos gritan y se acercan a ellas-.

Un chico, pasado de copas cabe decir, se prepara para empezar a cantar. Se pone a cantar Baby de Justin y todos sueltan una carcajada al escucharle. A parte de cantar fatal a penas se le entendía.

Black Heart - [Matthew Espinosa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora