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Angie se acerca a su mesita de noche. Saca uno de los desodorantes y lo abre. Lo saca del todo y del fondo saca una pequeña bolsita. La abre y de ella saca unos cuantos porros. La miro sorprendida.

— ¿Por qué los llevas ahí? -miro confundido como lleva uno a su boca y guarda el resto en su escote-.

— Para que no lo vean ni lo huelan en el control -dice obvia. Muy astuto por su parte-. Vamos -empieza a caminar a la vez que se enciende el canuto-.

— ¿No vas a ponerte algo encima? -ella me mira y sonríe-.

— No me hace falta -guiña un ojo y sale de la habitación-.

— Eres mala -paso un brazo por su cintura y entramos al jardín pero nos separamos ante las miradas de los chicos-.

— ¿Pero qué tenemos aquí? -Justin se acerca a Angie. Ella da otra calada al porro y se lo pasa a Justin, quien da una calada y sonríe-. Joder, esta mierda es buena -se lo pasa a Khalil y suelta el humo-. ¿Dónde lo has conseguido?

— Es de mi propia cosecha -dice orgullosa-.

— ¿Tienes una planta? -pregunta ahora Ryan probándolo-.

— Sí, una -suelta una risa-.

— ¿Me venderías? -dice Justin tumbándose en la hamaca-.

— Claro, pero va a tener que ser al llegar a Cali -Angie también se tumba-.

— No hay problema -sonríe-. Pásamelo -le dice a Khalil-.

— Tengo más -Angie se saca la bolsita del escote, la abre y les da un porro a cada uno-.

— ¿Cuántos has traído? -le pregunta Hailey oliendo el suyo-.

— Unos cuantos -Angie me mira y ríe-. ¿Quieres? -me ofrece uno. Miro su mano y niego con la cabeza. Se encoje de hombros y se lo enciende-.

Me meto en la piscina junto a Fredo, ya que somos los únicos que no fumamos. Fredo me propone hacer unos largos y yo acepto.

Pasamos unos cuantos minutos yendo de arriba a abajo y decido salir de la piscina. Cojo una toalla y me tumbo en una hamaca.

— ¿Quieres? -Ryan me pasa una bolsa llena de dulces. Asiento y la cojo-.

Rebusco entre todos los tipos de dulces y saco un regaliz. Empiezo a comerlo y cojo mi móvil de encima de una de las mesas. Reviso mis redes sociales y hablo con mis padres y algunos de mis amigos.

Veo que Angie se acerca a mí. Coje la bolsa de dulces que esta encima de mi estómago y, sin decir nada, empieza a rebuscar. La miro con una ceja levantada cuando saca una piruleta. Se la mete en la boca y sonríe de lado. Resoplo y aparto la mirada para no perder el poco autocontrol que me queda. Escucho su risa y se va de nuevo con Hailey.

Las miro y las dos se ponen a bailar al son de Wiggle de Jason Derulo. Ellas mueven sus caderas y cantan la canción. Los chicos virotean y se ponen a bailar con ellas.

Khalil se acerca a Angie por detrás y la coge de la cintura. Angie sigue bailando y restriega su culo contra Khalil. Levanta la vista hacia mí y me sonríe. Khalil me mira y me guiña un ojo. Aprieto la mandíbula y devuelvo la mirada a mi móvil.

[...]

— Angie -ríe Ryan. Ella le mira expectante-. ¿Ama o sumisa? -todos reímos-.

— Según -piensa su respuesta-. Si es con una tía me gusta controlar la situación. Si es con un tío también, pero me pone que el tío sepa llevar la iniciativa -me mira de reojo y sonríe-.

Black Heart - [Matthew Espinosa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora