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Le doy un empujón a John para que me deje pasar pero él me lo devuelve casi tirándome al suelo. Suelto un gruñido y me acerco a él furioso.

La puerta del despacho de Angie se abre y todos nos detenemos. Veo como Angie respira con dificultad. Su labio tiene un rastro de sangre, el cual limpia con la mano que tiene su arma.

Nuestras miradas se cruzan y mi cuerpo se congela al no ver al otro hombre salir.

- ¡Que alguien saque la basura de mi despacho! -grita antes de acercarse a nosotros-. ¿Qué estás haciendo? -le pregunta a John y él se separa de mí mirándome mal-.

- ¿Estás bien? -pregunta una de las gemelas preocupada-.

Angie asiente y esconde el arma en su espalda. Al hacerlo noto como sus nudillos están algo ensangrentados.

Los gruñidos de un hombre llaman nuestra atención. Respiro con alivio al ver al hombre salir del despacho arrastrado por dos hombres. Sangre gotea de su pierna y supongo que es donde Angie le ha disparado.

Dirijo mi mirada hacia Angie, quien me mira atenta. Su respiración sigue irregular y su mirada es bastante fría. Se gira hacia atrás y es cuando me doy cuenta de que la mirada de todos está en ella.

Angie da un paso hacia delante y cierra los puños con fuerza.

- Esto es un aviso para todos -grita con voz clara y firme-. El próximo que intente joderme no saldrá de aquí vivo. Yo misma me encargaré de ello -todos se quedan congelados en su lugar-. ¡Volved al trabajo! -grita antes de irse hacia su despacho y cerrar la puerta con fuerza-.

Voy decidido hacia el despacho y abro la puerta. Angie está apoyada en la mesa masajeando su frente y levanta la mirada enseguida al escuchar la puerta.

Cuerro la puerta y me acerco a ella.

- ¿Estás bien? -pregunto llevando mi mano a su labio pero ella la aparta con una mueca de dolor-.

Me fijo en su mano magullada, la cual aparta de mi vista cuando se da cuenta de que la estoy mirando.

Suspiro y salgo del despacho. Me acerco hasta Laura, su secretaria.

- ¿Puedes darme una bolsa con hielo? -ella asiente y la saca de la neverita de su mesa-. Gracias -le sonrío y vuelvo al despacho-.

Me acerco a Angie, cojo su mano y pongo la bolsa en su mano. Ella suspira con una mueca.

- Gracias -asiento y nos quedamos callados durante unos minutos-. Por esto no quiero que seamos algo más -rompe el silencio-.

- ¿Por qué? -pregunto algo confundido-.

- Por la forma en la que me has mirado cuando creías que le había matado -dice fría y yo suspiro-.

- Pero no lo has hecho -ella ladea la cabeza-.

- ¿Por qué no me preguntas si he matado a alguien alguna vez? -yo la miro a los ojos algo dolido-. Pregúntamelo -insiste-.

- ¿Has...? -suspiro y me paso la mano por el pelo-. ¿Lo has hecho? -ella me mira atenta-.

- ¿Qué pasa si la respuesta es que sí? -levanta una ceja y yo noto como mi corazón se acelera-. ¿Te alejarías de mí? -me quedo callado-. Dime, ¿seguirías enamorado de mí si hubiese matado a alguien? -se cruza de brazos-.

- Yo... -suspiro-. Sí, no lo sé -niego con la cabeza-.

Ella suelta una risa y niega con la cabeza.

- ¿Sí o no lo sabes? -insiste-.

- No lo sé, Angie. ¿Por qué lo estás pagando conmigo? -la miro dolido-.

Black Heart - [Matthew Espinosa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora