Black Heart - [Matthew Espinosa]

16

Hago una mueca mirando el Snapchat de Sammy y Skate, donde salen ellos con Dillon y Angie fumando porros. Suspiro y sigo comiendo.

— Hola, cariño -mi madre saluda cuando entra en la cocina-.

— Hola, mamá -le sonrío-. ¿Qué tal el trabajo?

— Cansado, como siempre -sonríe sentándose a mi lado-.

— ¿No comes?

— Ya he comido, tranquilo -dice dulce y yo asiento. Sigo comiendo tranquilente. Deben ser como las dos o las tres de la tarde-.

— ¿Sabes? -levanto la mirada hacia mi madre y la escucho atento-. Ayer por la noche, cuando llegué de trabajar, fui a tu habitación para darte las buenas noches -yo sonrío-. Y vi la imagen más dulce que he visto en mi vida -suspira y yo frunzo el ceño confundido-.

— ¿Qué viste?

— Tú estabas dormido. Así que me acerque a ti para taparte y vi que tenías el ordenador entre tus brazos. Cuando fui a apagarlo vi que estabas en una vídeo llamada con Angie, la cual también estaba dormida -sonríe-. Abrazabas muy fuerte el ordenador, me ha costado quitarlo de tus brazos para poder apagarlo -ríe. No puedo evitar sonrojarme notablemente-.

— Oh -susurro sin saber qué decir-.

— Esa chica te gusta mucho, ¿verdad? -sonríe enternecida. Yo muerdo mi labio inferior y miro a mi madre a los ojos. No puedo mentirle, no a ella-.

— Estoy enamorado, mamá -suspiro. Mi madre suelta un gritito y me abraza-.

— Eso es genial, cariño -dice volviendo a sentarse-. Angie es una gran chica -asiente-. Y se nota que tú la quieres mucho, hijo -coje mi mano y la acaricia-.

— La quiero tanto que duele -mi madre suelta un leve 'aw' y yo sonrío algo avergonzado-. Pero parece que ella no se da cuenta -suspiro-.

— ¿Se lo has dicho? -niego con la cabeza-. Si no se lo dices no va a saberlo, cielo.

— Pero no quiero que nuestra amistad acabe -niego con la cabeza-.

— ¿Por que iba a acabar vuestra amistad? -frunce el ceño-.

— Porque ella no quiere estar conmigo -suspiro-. No quiere tener novio -digo frustrado-. Y eso es una mierda porque yo la quiero tanto -digo desesperado-. Tan solo quiero que se de cuenta de todo lo que siento por ella y que ella sienta lo mismo que yo, pero, eso no es posible -bajo la voz-.

— Debes decírselo -me anima y yo niego con la cabeza-.

— No. Prefiero tenerla como amiga a no tenerla -digo sinceramente. Mi madre suspira y acaricia mi mejilla-.

— Da el primer paso. Después de eso verás como todo lo demás surge -sonríe y se levanta-. Haz que te quiera tanto como tú lo haces -sonríe y sale de la cocina. Suspiro profundamente y acabo mi comida-.

El sonido de un nuevo mensaje me saca de mi ensoñación. Cojo el móvil y abro el mensaje.

Ali:
Ven hoy a casa a las 16:30. Tenemos que decirte algo.

Frunzo el ceño. ¿Ha pasado algo? No puedo evitar que la preocupación invada mi cuerpo.

Me fijo en la hora y veo que son las 15:42. Recojo la mesa y voy a mi habitación.

Me doy una rápida ducha para despejar mi mente. Me seco, me visto y cojo lo necesario. Voy hacia mi coche y empiezo el camino hacia casa de las gemelas. Ya había estado ahí una o dos veces, por lo tanto, sabía dónde estaba.