− Hola.. − Salude al uniformado que miraba sorprendido la escena, mi voz era ronca y rasgada, los gritos rompieron mis cuerdas vocales. −No se asuste, ya estoy bien.. − Insistí suspirando satisfecho.
El policial hizo una mueca de desagrado y molestia, soy un desquiciado quizás. Él le grito a sus compañeros que vinieran, fruncí el entrecejo molesto, Dios, por qué gritan, me duelen los oídos.
Se acercaron a mi con repudio y me tomaron ambos desde mis axilas, me arrastraron por el suelo y note que uno de ellos pudo notar que mi espalda estaba llena de sangre seca y coagulada, agradecí.
Limpien mi cuerpo por favor..
Llegó otro uniformado viejo y de barba, perdí la noción del tiempo y ya estaba afuera, esa persona se acercó a mi y me tironeó del cabello, con su dedo pulgar estiró de mi parpado y prendió una luz apuntando y cegando mi visión
− Esta drogado. −
− No estoy drogado, estoy bien − Gruñí soltándome de su agarre, pero el hombre pareció hacer más presión ante mi molestia antes de soltarme con un empujón.
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Carta de un Enfermo mental enamorado.
RomanceLuego de cinco años escondido en los más rurales lugares, Linek, dependiente de la esquizofrenia es encerrado por cadena perpetua en el hospital psiquiátrico de Países Bajos, donde paga la condena de asesinatos y torturas macabras bajo su enfermedad...