11. Hogar

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Se suponía que estaba en mi dulce hogar, donde Él siempre me decía que terminaría, pero no puedo sentirme en casa, siento que me observan.

Grito y mi garganta duele, tengo hambre y mi espalda comienza a curvarse, resono por mi nariz y miro hacia todos lados.

Por favor déjame.

Azoto mi cabeza contra la pared, buscando que por favor deje de aparecerse en mi mente, cierro los ojos con fuerza y unas lágrimas calientes se deslizan por mis mejillas.

Carta de un Enfermo mental enamorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora