Me quedé dormido en el trayecto del viaje, desperté porque uno de los policías me tironeaba a las afueras del auto, tropecé y caí encima de él, este con repudio me alejó y me llevó a una gran casa. '
En el camino vi a Sangre, un perro blanco que conocía desde la primera vez que me internaron en este lugar. El perro se acercó a mi y sentí felicidad.
− Sangre, sigues aquí.. − El policía no quería detenerse, pero le ganaba de sobremanera en fuerza, así que solo me arrodille con las manos esposadas y deje que Sangre me lamiera la cara, el policial solo me miraba desconcertado, de un tirón me hizo levantarme para seguir, no me resistí, solo quería que Sangre lamiese mi cara.
Tenía tan solo catorce, la seguridad de los internados era nula y el escaparme fue fácil.
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Carta de un Enfermo mental enamorado.
RomanceLuego de cinco años escondido en los más rurales lugares, Linek, dependiente de la esquizofrenia es encerrado por cadena perpetua en el hospital psiquiátrico de Países Bajos, donde paga la condena de asesinatos y torturas macabras bajo su enfermedad...