- ¿Cabo Daron? ¡Cabo Daron le ordeno que responda! - El comandante oficial del plan había manipulado el mecanismo de control sobre el micrófono y audífono revisando si estos estaban estropeados, pero todo estaba en buen estado y sintonia. Entonces ¿Por qué Daron se había quedado en silencio de un momento a otro luego de confirmar que el auto estacionado y sucio finalmente era del anciano asesinado? La alerta se presentó de inmediato, cuando el comandante a punto de levantarse para anunciar que el plan comenzaba, una voz melancólica y triste se oyó tras el transmisor.
-Es él. ..-
Luego de un fuerte chillido que desconectó el audífono de su oído, pues su oreja recibió el primer ataque.
Samuel apenas había logrado levantarse de la cama en estado de trance, su cuerpo se perlaba dejando una capa completa de sudor sobre la dermis, alcanzó a caer en una esquina de la cama, mareado, deprimido y fatigado, sintiendo un fuerte dolor a la cabeza que comenzaba a palpitar producto al latido bruto de su corazón, el mundo daba vueltas y el café que había tomado se devolvió por la garganta, vomitando a un lado de la cama totalmente en mal estado. Quería ir donde Linek, debía ir donde él para pedirle por favor que todo estaba bien ya que vio toda la escena final de su ansiedad, pero estaba muy drogado como para ir donde él.
Y porque el grito que escuchó, ajeno al de ambos fue lo que heló su piel.
Linek había acorralado al pobre cabo policial directo al suelo fuera de casa, el primer impacto de dolor fue contra su oreja, tanta era la rabia, las ganas y la adrenalina donde su propio cuerpo había liberado debido a las voces rompiendo sus tímpanos que atacó al hombre arrancando con los propios dientes la oreja del tipo, el pedazo de cartílago fue duramente triturado por sus muelas y tan solo sentir el delicioso sabor sanguíneo de su víctima hizo que el deseo de sus fantasías diera efecto cegando el auto control de su muerte.
Y entonces vio el artefacto que colgaba destruido de su oreja, era un infiltrado y Linek escupió un pedazo de alambre producto al cable que arrancó junto a la piel del chico.
Entonces recordó el plan, mientras por su garganta deslizaba la carne tiesa del chico junto a la saliva, quien ahora gemía de dolor mareado, la sangre había entrado a su oído y el dolor lo hacía gemir como animal herido, manchando la tierra en un pequeño charco rojo
El platinado observó el rostro suplicante del menor con la mueca de dolor notoria suplicando detenerse y se detuvo. Debía ir por Samuel, la sorpresa tenía fecha de caducidad y si no lo
lograba antes de tiempo los encontraría.Y Li quería ganar.
Golpeó al hombre de fuerte impacto en la cabeza, justamente en su sien manchada de sangre que emanaba lo que quedaba de su oreja, noqueando a la víctima suplicante para luego levantarse de encima, la boca del platinado estaba teñida del rojizo color producto a la mordida al igual que su puño producto al golpe que dejó al chico inconsciente, él no importaba ahora.
Antes de irse a casa miró por última vez el cuerpo del inocente chico, se parecía a Samuel y eso hizo que su pequeño y duro corazón sin compasión se apretara.
Por primera vez no había matado a su víctima en pleno ataque. La primera y la ultima.
Caminó a paso lento y tambaleante hasta la habitación que compartirían por última vez ambos, lo vio en la esquina, tan débil producto a los últimos efectos del Éxtasis, caminó hacia él y logró tomarlo en brazos, Samuel mantenía los ojos cerrados, estaba asustado, sabía lo que su novio había hecho y ahora temía que le hiciera lo mismo.
Pero sería diferente.
Samuel no se aferró a él, esta vez estaba tenso, con miedo acumulado como las lágrimas en sus ojos, sollozó producto a su estado físico, pensaba que iba a morir sólo estando bajo esos extraños efectos, su cabeza parecía que iba a explotar y en cualquier momento sería así.
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Carta de un Enfermo mental enamorado.
RomanceLuego de cinco años escondido en los más rurales lugares, Linek, dependiente de la esquizofrenia es encerrado por cadena perpetua en el hospital psiquiátrico de Países Bajos, donde paga la condena de asesinatos y torturas macabras bajo su enfermedad...