En ese momento vi como la persona que me daba la espalda se daba la vuelta para verme de arriba abajo. La única reacción posible que tuve fue abrazarlo lo más fuerte que pude. El soltó una risa y me devolvió el abrazo. Jenny nos miraba emocionada y se unió al abrazo, los tres nos soltamos y comenzamos a reír.
-¿Cómo se te ocurre no haberme avisado que venias idiota? -Trate de poner una cara seria pero realmente la sonrisa brotaba naturalmente de mi rostro- ¿Cómo no se te ocurrió avisarme que había llegado? -ahora me estaba dirigiendo a Jenny, golpee su brazo y ella hizo una mueca de dolor-
-Recién llego - dijo mientras abrazaba a Julian - además, vos estabas con mi hermano y no queríamos interrumpir.
- De tu hermano ni me hables - conteste enojada.
Hace tanto tiempo no veía a Julian, hace cuatro años que se había mudado con su tía a Europa para acompañarla después de la muerte de su pequeño primo Emanuel. Todavía no olvido las veces que trate de confesarle que estaba enamorada de él, pero mis nervios me ganaban y se fue de mi vida sin poder decirle la verdad. Creo que el hecho de que conozcamos los secretos más profundos el uno del otro hace más difícil una relación de más que amigos entre los dos. Él era, bueno en realidad es, una de las personas en las que más confió y sin dudas lo será siempre. Ahora había crecido y con veinte años la pubertad le había sentado demasiado bien, tenia sus músculos trabajados y el pelo largo.
-¿Por cuánto tiempo te vas a quedar? Tenemos que hacer tantas cosas... -Trataba de evitar a toda costa que me hicieran acordar a lo que escuche hace unos minutos, pero la imagen de ellos dos juntos, o mas bien de el con cualquiera me volvía loca. - ¿Viste a Mariel ya? Se va a morir de la emoción cuando te vea.
-Déjalo respirar al pobre chico Oriana - me dijo Jenny mientras reían los dos, solté una risa y la mire con una risa fulminante- , disimula un poco tu emoción.
Pero que mierda dijiste María Eugenia. Apenas estemos las dos solas se va a llevar una buena paliza de mi parte. Julian rio y me miro con una sonrisa pícara, ¿Qué estas insinuando Serrano?
- Vine para quedarme tranquilas, hay tantas cosas que les quiero contar, pero antes - revolvió un poco sus bolsillos y saco una llave - ¿Creen que puedan aceptar a este chico tan hermoso y fachero como su nuevo vecino?
Jenny empezó a saltar y a gritar desaforadamente, yo solamente reí mientras tomaba un poco de gancia de mi vaso. Como llego esto a mi mano?
- Por supuesto que vamos a aceptarte, además el piso por lo que veo ya es tuyo - dije mientras reía por las actitudes de mi amiga - Ya te viste con los chicos?
- Si me fueron a buscar al aeropuerto ayer, vinieron conmigo - dijo señalando a la casa con su cabeza.
Desde cuando la pubertad le sentaba tan bien a alguien pensé mientras miraba sus músculos como si fueran una obra de arte.
Después de comentar un poco de la vida de cada uno y de que Mariel se haya unido a la conversación. Los cuatro volvimos a la fiesta y nos encontramos con los chicos para bailar por el resto de la noche.
Eran las siete de la mañana y más de la mitad de la gente ya se había ido de la fiesta, Jenny y Mariel ya se fueron para nuestro departamento, el cual compramos entre las tres para cuando Jenny vuelva vivir todas juntas. Desde que Julian volvió no nos separamos ni un segundo y pasamos toda la fiesta hablando de lo que habíamos hecho estos cuatro años.
-No puedo creer todavía que salgas con Francisco - Los dos nos encontrábamos acostados en un camastro que había en el jardín mirando como la noche se transformaba en día - él es muy, no sé, distinto a vos.
-Tal vez no estabas vos para decirme que estaba mal. - solté pequeña risa y lo mire, estaba mirándome atentamente y creo que eso me puso algo nerviosa. Por lo que volví mi mirada hacia el cielo. - es broma, pero no sé. Fran no es el mismo que era hace cuatro años, desde que estamos juntos cambio un poco. Y de a poco estoy tratando de que madure algo más. - En mis pensamientos solamente pensaba en él y Lola juntos -
-Por lo que me contaste recién no cambio tanto Ori. Aunque no sepas si es verdad o no tendrías que ver que es lo que quiere este pibe con vos.
-Julian, prométeme algo por favor (dije sentándome en el camastro mirando hacia él).
-Lo que quieras hermosa - me dijo cariñosamente - sabes que podes contar conmigo. -Se había también sentado y ahora estamos frente a frente-
-No le digas a nadie lo que te acabo de contar, nadie sabe que estamos teniendo problemas, ni siquiera Peter. Y ni se te ocurra contarle a la colorada porque no quiero que lo odie más de lo que ya lo odia. -Julian me miraba algo confundido, y si, era difícil pedirle a Julian Serrano que guarde un secreto, el solamente asintió y me dio un abrazo-
-Vamos, te llevo al departamento, creo que tu novio no debe estar en sus mejores ahora. -Me dijo sarcásticamente- Tengo el auto en la casa de tus papas.
La razón de porque éramos tan unidos entre todos era porque nos conocíamos desde los dos o tres años ya que nuestras familias eran amigos desde mucho antes de que naciéramos. Cuando el grupo se fue mudando al barrio, no había ni una tarde en la que no jugáramos juntos o saliéramos a bailar.
La tía de Julian perdió a su único hijo en un accidente vial en Texas y la familia de el decidió mudarse con ella por unos años para ayudarla económicamente y emocionalmente. Todos estábamos tristes por su partida, pero sabíamos que en unos años lo íbamos a volver a ver, solamente que no sabia que era tan pronto.
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Dame tu amor
RomanceRisas, amor, amistad. Eso era al comienzo de mi vida, pero esta cambio. Drogas, alcohol, perdición. No tengo a nadie. Estoy completamente sola... ¿Que camino debo seguir? Esta puede parecer la típica historia feliz, en la que la protagonista se ena...