Dame tu amor

Capitulo 21: Feliz con vos

Narra Oriana:

Sentí sus ojos en mi nuca, desde siempre, Lola me había odiado sin razón. Y había logrado lo que quería, arruinar mi vida, mi vida feliz.

- Tengo ganas de ir a comprar otro café, ¿Vamos? – pregunto Jenny sacándome de mis pensamientos.

- Está por llegar el profesor – conteste mientras seguía mirando a Lola alardear con sus nuevas amigas.

- Acaba de mandar un mensaje, dice que no va a venir – Mariel miraba su celular y luego dirigió su mirada hacia mí – La próxima clase es en tres horas, tenemos tiempo de ir a pasear.

Las dos tomaron su bolso y Mariel me alcanzo el mío. Salimos del salón y observe que al final del pasillo se acercaban todos los chicos caminando alegremente. Y Julian estaba con ellos.

El sentir su presencia cerca de mí. Conecto su mirada con la mía y acelero su paso. Sentí como mi cuerpo comenzó a temblar y mis piernas se adormecían de a poco.

- Voy al baño, ya vengo – Salí corriendo por el pasillo y entre al baño cerrando la puerta rápidamente. No había nadie dentro.

Busque mi cajita dentro del bolso y tome tres pastillas seguidas. Mis manos temblaban, primero Lola, ahora Julian. Quiero correr, salir y no volver nunca más a este lugar espantoso. Me encierro en un cubículo y comienzo a llorar sin importancia.

Nadie me importa en este momento, solamente quiero dormir y no despertar nunca más. Apoyo mi cuerpo sobre una esquina del cubículo y me refugio con mis piernas sobre mi cuerpo. Tenía imágenes en mi cabeza de toda la gente gritándome. Estaba mi madre, mi padre, mis amigos, Julian...

"¿Cómo puedes ser tan ingenia Oriana?"

"Pensar que alguna vez te quisimos, eres inservible."

Escuche como la puerta principal se abría y ahogue mi llanto, permanecí unos segundos en silencio, me acerque sin hacer ruido hacia la puerta de mi cubículo para trabarla. La perilla hizo un minúsculo ruido que hizo que la persona detuviera su paso.

- ¿Oriana? – su voz me hizo levantar la cabeza. Tengo que salir de acá ahora. – Sé que estas acá, por favor salí – mi respiración se aceleró, lo único que necesito en este momento es estar junto a él, sentir sus besos una vez más.

Sus pasos se acercaron hacia donde estaba mi cubículo. Soporte mi respiración un segundo y sentí como apoyaba su mano sobre la puerta tratando de abrirla.

- Abrí por favor

- No – le respondí susurrando.

- Vamos, las chicas me contaron lo de Lola, déjame estar con vos.

- Quiero estar sola Julian.

Me acerque hasta el lavabo del cubículo y vi mi cara, todo mi maquillaje se había corrido.

- Solamente déjame entrar, yo quiero estar con vos Oriana. – su voz me producía escalofríos. Imágenes de sus besos venían a mi mente y lo único que quería era que desaparecieran.

Me acerque lentamente hacia la puerta para destrabar el pestillo. Al sentir el ruido me aparte de la puerta y Julian la abrió lentamente. Agacho la cabeza luego de ver mi estado y se unió a mí cubriéndome con sus brazos.

Mi cuerpo no se movió, y eso logro que el separara para mirarme extrañado.

- ¿Qué ocurre?

Tenía que alejarlo de mí. Por siempre.

- Voy a aceptar – solté crudamente.

- ¿Aceptar que? – dijo riendo.

- Voy a volver con Francisco. – lo vi confundido y comenzó a negar con su cabeza.

- ¿Qué?

- No puedo estar con vos Julian. – vi como una lagrima se resbalaba por su cara pero la limpio.

- ¿Vas a volver con la mierda que te hizo todo esto? – Asentí y agache mi cabeza – vamos Oriana, no me digas que cambiaste de parecer de un segundo para otro, no seas estúpida por dios.

- Es mejor que te vayas, va a venir alguien – puse mi mano en su pecho.

- ¿Ayer no sentiste nada? ¿Me dejaste de amarme en un día? – se apartó de mí y tomo su cabeza entre sus manos. - ¿Por qué me mentiste Oriana? ¿Por qué jugaste conmigo?

- Solamente tenes que irte Julian, vas a poder ser feliz sin mi – solté una lagrima.

- Soy feliz con vos.

- Yo no – esas palabras bastaron para que abandonara el cubículo y pude escuchar, segundos después como volvía a cerrar la puerta.