Capitulo 33: La firma

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- Yo no puedo – Julian se levantó de la silla nervioso – todos estos cinco meses la vi Peter, veía fotos de ellos, yo pensaba que era ella, pensaba que era feliz.

- Pero ahora sabes la verdad, Juli no era ella era un doble, alguien parecido nada más.

- Arme mi vida, una vida que no la incluía, y me sentía tan culpable por haberla dejado ir – soltó una lagrima y Peter pudo notar su angustia.

- Perdón – se acercó a él y apoyo una mano en su hombro – perdón, fue una estupidez lo que dije. Va a ser mejor que te vayas.

Julian asintió y se fue por la puerta sin mirar atrás.

(...)

Narra Oriana

Los siguientes días Julian vino a visitarme, pero solamente se quedaba un rato, hasta que su novia llamaba y preguntaba dónde estaba. En ese momento besaba mi frente y se iba sin decir una palabra.

Mis amigas seguían trayéndome flores, y por lo que escuche Julia va a tener cesárea programada dentro de unos días.

Yo sigo queriendo despertar.

Quiero volver a ver el mundo devuelta, pero por más que lo intente no puedo. Es como si una fuerza me digiera "Todavía no podes despertar". Seguramente sea la cantidad de suero que me están dando, pero creo que sin él no podría hacer nada. Todavía sigo teniendo un respirador conectado a mi cuerpo, pude escuchar a Peter hablar con las enfermeras sobre la posibilidad de sacármelo, y ver cómo reacciona mi cuerpo. Pero hay posibilidades de que no funcione, y sin el oxígeno, bueno, ya saben lo que pasaría.

Mi madre viene a visitarme todos los días, y todavía me sorprende que ella y mi padre hayan empezado a ir a terapia de pareja. Todo por un estúpido trato. Pero por lo que ella me cuenta, habían tenido más problemas antes, y el trato entre Felipe y el solamente fue una gota que logro derramar el vaso por completo.

Por un lado siento que no va a poder sola, y tengo que despertar solamente para ayudarla. Pero también se lo fuerte que es, y por todo lo que paso estos cinco meses. Supongo que un médico va a poder ayudarlos a resolver todos los problemas de una vez por todas.

Creo que cinco meses pueden cambiar muchas cosas. Y realmente me sorprende lo rápido que pasa el tiempo mientras estas en coma.

Peter entro en la habitación con una enfermera y comenzaron a hablar de nuevo sobre lo del respirador.

- Tiene que firmar estos papeles, son la autorización que falta para que el medico haga su trabajo.

- Todavía no estoy seguro, ¿Cuáles son las posibilidades que despierte de esta manera?

- Lamento decirle que no lo sé señor Sabatini. Pero hay que tener fe en que va a funcionar correctamente. Va a ser un proceso de una hora, y si todo sale como lo previsto su hermana va a estar despierta mañana.

Realmente me alegraba escuchar eso de la enfermera. Aunque también conozco la posibilidad de no despertar nunca más. Después de todo es una manera para que vuelva a mi vida "normal". Sin calmantes, en realidad no había pensado en vivir sin ellos. Se puede decir que eran mis únicos amigos en la vida.

- Bueno, solamente deje los papeles acá y yo lo voy a pensar. Gracias. – escuche como la puerta se cerraba y Peter lanzo un gran suspiro. – Si solamente pudieras decirme que pensas sobre esto hermanita.

Diría que lo hagas, de todos modos el mundo no sería muy diferente sin mí.

- Creo que necesito que estés conmigo, solamente espero no ser muy egoísta.

No lo sos Peter, solamente firma el puto papel.

- Ok, ahí vamos – hubo un largo silencio por un rato y sentí como apoyaba su mano en la mía – Listo hermanita. ¿Tenes que ser fuerte ahora sí?

La puerta se cerró y estaba sola nuevamente.

(...)

- Listo – Peter salía de la habitación con la cabeza gacha. Julia se levantó y le dio un abrazo, eso solo basto para que rompiera en llanto. – no sé si hice lo correcto mi amor.

- Tranquilo mi amor va a estar todo bien – los dos se sentaron y Peter apoyo su cabeza en su pecho. – tu hermana es fuerte y va a salir. Mañana va a estar recuperándose despierta.

Peter sonrió y volvió a buscar refugio en Julia. Parecía un pequeño bebe sintiéndose solo, completamente solo.

Las enfermeras aparecieron por el pasillo junto a dos hombres, entraron todos a la habitación de Oriana y luego de un corto tiempo la puerta se abrió y los hombres salieron empujando la cama con Oriana en ella.

- Ya no hay vuelta atrás – dijo Peter con la voz quebrada.

- Va a estar todo bien Pit enserio – le respondió Mariel entregándole un vaso repleto de café.

- Gracias – acepto el vaso de café, un amigo fiel en estos meses, y se recostó su cabeza sobre la pared. – solamente va a tomar una hora y después la traen a la habitación a esperar cómo reacciona. – explico mientras las tres lo escuchaban atentamente.

Jenny se acercó hacia a Julia, la cual estaba pálida y le pregunto si necesitaba algo.

- Creo que tengo ganas de comer chocolate – Jenny se relajó y comenzó a reírse.

- Voy a comprarte uno – tomo su bolso y comenzó a caminar por el pasillo.

Todos pasaron el resto de la noche esperando a que trasladaran a Oriana a su habitación, más tarde se sumaron Agus, Maxi, Eliseo y Pablo. Los chicos se quedaron hablando de futbol, mientras que las chicas se fueron a comprar comida.

A las cinco de la mañana un médico que se había encargado de Oriana los cinco meses camino hacia donde se encontraban todos.

- ¿Están todos por Sabatini no? – todos asintieron y el medico reviso su placa llena de papeles – el proceso fue muy bien, Oriana va a ser trasladada a la habitación en poco tiempo. Pero nadie va a poder entrar a verla, solamente están autorizadas enfermeras que se van a quedar las veinticuatro horas con ella, hasta que reaccione.

- ¿Ni siquiera el hermano? – pregunto Julia preocupada.

- No, lo siento – termino de decir y camino hacia la siguiente habitación.

Peter asintió dando a entender que estaba de acuerdo con la situación. Julia se acercó y acaricio su rostro delicadamente.

- Solamente quiero que ella este bien – le explico y volvió a su lugar. 


Dame tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora