Dame tu amor

Capitulo 45: Necesito tiempo

- No puedo creer que hayamos hecho esto – dije acariciando el torso desnudo de Julian.

- ¿Estuvo mal? – pregunto algo preocupado.

- Estuvo genial – dije con una sonrisa, me senté en la cama llevando toda la sábana blanca sobre mí – pero ese no es el punto. Tenes novia Julian – acomodo su cuerpo sobre el cabezal de la cama y pensó por un momento lo que había dicho.

- Ahora es diferente – respondió relajado. – necesito tiempo.

Tuve ganas de pegarle por usar la típica frase de chico que termina rompiendo dos corazones al mismo tiempo. Fije mi mirada sobre el techo apretando mis puños con todas mis fuerzas. Solte un largo suspiro y le respondi.

- Yo no voy a ser la típica chica que sufre porque es la segunda – comente mientras me colocaba el sostén. Después de todo, la fiesta seguía y la anfitriona no estaba en ella.

- No lo vas a ser – dijo en la misma posición. Quiero que te levantes y termines con ella Serrano.

Termine de cambiarme y fui al baño de la habitación para arreglar todo el maquillaje que se había corrido por las lágrimas, no le dirigí la palabra porque no me gustaría terminar peleando después de haber tenido sexo con él. Mire mi rostro por unos minutos sobre el espejo y había visto algo que no vi en mucho tiempo, estaba feliz. Y esta vez no lo estaba fingiendo, sentía que estaba en un sueño y que en cualquier momento iba a despertar.

Cuando hay gente que dice que todo cambia en un segundo, siempre digo que no es posible, pero este último tiempo entendí que la vida es un mar de experiencias nuevas e inesperadas. En un segundo mi vida se apagó, pero en otro volví a nacer y hoy estaba acá, en el baño de mi casa y la persona que amaba estaba en una cama a pocos metros míos.

Pero tiene novia.

¿Dónde está el botón para apagar la parte del cerebro que siempre me arruina los momentos hermosos?

Si hay algo que pienso hacer con Julian, es darle mi paciencia. Esperamos tanto tiempo para estar juntos, y esperar unas semanas mas no me molestaba más de lo debido. Aunque admito que si la chica esa lo abraza, besa, o toca enfrente mío no sé si mi paciencia va a aguantar mucho.

Sí, me declararía celosa.

- No sé por qué usas maquillaje si no lo necesitas – dijo Julian abrazándome desde atrás.

- Es bonito – conteste mientras pasaba una brocha con polvo volátil por toda mi cara. – me di media vuelta para estar cara a cara con él, pase mis manos alrededor de su cuello y lo bese delicadamente. – ¿Y ahora? – dije mirando sus ojos miel que tanto amaba.

Quiero una respuesta, quiero saber cuál es la historia en el siguiente capítulo de vida. Avanzar la página es algo que lleva tiempo, decía mi madre. Si fuera por mí rompería el capítulo donde está todo lo malo y avanzaría al prólogo, donde hay una familia feliz para siempre.

- Ahora no me despego más de vos – me tomo en brazos y apoyo mi cuerpo sobre la mesada del lavabo tirando todo mi maquillaje al suelo. Me molesto por un momento su respuesta, quería distraerme, y tirando mis preciadas sombras Revlon lo había logrado.

- ¡Julian! – grite enojada, el solamente se limitó a reír mirando al suelo donde estaban todas mis sombras desparramadas. Levanto su mirada y volvió a besarme desprevenidamente.

¿Es posible amar tanto a alguien?

- ¡Mi amor! – escuchamos la voz femenina proveniente del pasillo y abrí mis ojos como platos. - ¡Julian donde estas!