Capitulo 24: Un cumpleaños no muy feliz

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- Oriana – se escuchó la voz de Jenny abriendo la puerta principal. – vamos despierta.

Oriana se revolvió un poco en las mantas sobre el suelo de madera. Las luces principales se prendieron, lo que logro que suelte un gruñido hacia sus amigas. Las dos rieron.

- ¡Apaguen esa cosa! – grito Oriana y volvió a taparse con las mantas.

- Vamos Ori, es el cumpleaños de Eliseo y lo festejamos en un restaurant. – dijo Mariel mientras le sacaba sus mantas de un tirón.

- No pienso ir si va Julian, le dije lo de Francisco y casi me tira la puerta en la cabeza – les respondió Oriana mientras se dirigía hacia la cocina.

- No sabemos si va a ir, después de que salió del baño no dijo nada de vos. – Jenny apoyo todas las bolsas que llevaba consigo en la isla de la cocina. – Además te compramos ropa para hoy...

- No gastamos plata en vano, así que te bañas y te pones esto – continuo Mariel entregándole una bolsa de una marca bastante cara.

Oriana renegada abandono su vaso de agua y tomo la bolsa para luego ir hacia su cuarto.

(...)

Oriana ya vestida tomo una cartera pequeña para meter todas sus pertenencias. Volvió a rellenar su cajita de metal. Y salió hacia la sala. Estaban Eliseo, Mariel, Pablo y Jenny esperándola sentados, conversando alegremente.

- Wow – soltó Mariel cuando vio entrar a su amiga. Oriana llevaba un hermoso top de color fucsia combinado con un short floreado negro. – Te dije que era el talle correcto Jenny.

- Tenias razón – respondió sorprendida. Oriana rio.

- Ya, dejen de alagarme tontas. ¿Nos vamos? – los cuatro se levantaron y salieron por la puerta.

(...)

- No sabía que era tan importante – soltó Eliseo cuando vieron a todos los paparazis fuera del local.

- No están acá por vos tontito – le respondió Mariel dejando un suave beso en su mejilla.

- Lo siento chicos es todo mi culpa – dijo Oriana mientras agachaba su cabeza.

- Quédate tranquila Ori, vamos a tener que acostumbrarnos a tener una amiga famosa desde ahora – sonrió Jenny. – Además, estamos tan lindas que sería una pena que no lo publiquen en sus revistas. – todos rieron y bajaron del auto.

Flashes comenzaron a disparar hacia Oriana. Preguntas repugnantes salían de la boca de estos hombres, que trataban de conseguir una primera plana perfecta. Los cinco lograron entrar al restaurant, que estaba completamente repleto de amigos de Eliseo.

Los chicos divisaron a sus amigos y se alejaron dejando a Jenny, Mariel y Oriana sentadas en la barra.

- Aquel es el mejor amigo de la infancia de Eli, y ese era su compañero en la primaria. – Mariel les señalaba a todos. Oriana sin prestarle atención miraba fijamente hacia la puerta, esperando a que alguien la atravesara. – Ori, ¿A quién esperas?

- A nadie, tengo ganas de comer canapés, ¿Vamos? – respondió cambiando de tema. Sus dos amigas asintieron confundidas y se dirigieron las tres hacia la zona de aperitivos.

(...)

Luego de unas copas todos se encontraban bailando alegremente. Oriana seguía esperando todavía que Julian de una mísera señal de vida.

Las puertas se abrieron y entro una rubia hermosa de la mano de un hombre invadido por las luces del lugar. Oriana se giró para ver entrar a Julian de la mano de una hermosa chica. Sentía como un cuchillo la apuñalaba una, dos y tres veces. Tomo un trago largo de su vaso lleno de gancia y pomelo. Y se revolvió el pelo como si nada hubiera ocurrido.

Estaban todos bailando juntos y Oriana podía sentir en su espalda como se acercaba la nueva pareja feliz.

- ¿Quién es ella? – Jenny y Mariel se acercaron a Oriana.

- ¿A quién le importa? – contesto desentendida y continuo bailando. Jenny y Mariel se miraron y luego se volvieron hacia el grupo.

Julian se acercó hacia los chicos y presento a su "amiga" de manera alegre. Y se permaneció junto a ella bailando demasiado cerca. Oriana miraba de reojo cada tanto pero disimulaba de manera perfecta sus celos.

(...)

- Se llama Valentina, tiene 19 años y va a macroeconomía con Julian. – dijo luego de un rato Mariel a Oriana, se encontraban junto a Julia sentadas en una zona de descanso.

- Es muy linda – soltó Julia como si su cerebro hablara por si solo – Lo siento – continuo cuando se percató de la presencia de Oriana. Ella le devolvió una sonrisa y tomo un sorbo de su segundo vaso de la noche.

- Voy a salir al jardín para ver la estrellas un rato – dijo Oriana mientras se ponía de pie alegremente. Dirigió por unos segundos su mirada a Julian que se reía a lo lejos con Valentina sobre sus piernas. – La música me está mareando.

Narra Oriana:

Me aleje lentamente de toda la música y encontré lugar en unos troncos al fondo del largo jardín. A lo lejos veía como detrás de la gran puerta todos bailaban.

Creo que fue fácil para Julian olvidarse de mí tan rápido. Supongo que tampoco significaba gran cosa para él.

Tomo otro sorbo de mi vaso y me hundí en mis preciosos recuerdos. Pensar que si yo siguiera con Francisco no estaría pensando en Julian, o si, pero por lo menos podría disimularlo de otra manera.

Hundí mi mano en mi bolso para tomar mi cajita de metal. Y termine mi segundo vaso junto a una pastilla azul. Un nuevo efecto recorrió mi cuerpo, nublando mí vista lo suficiente para que no logre ver donde estaba el restaurant.

Tome mi celular y teclee un mensaje de texto:

"Voy a aceptar la propuesta papa. ¿A donde tengo que viajar para encontrarlo? Oriana"

Lo aparte hacia un lado y observe lo que podía de las estrellas, el cielo estaba totalmente despejado y el clima era realmente ideal para tirarme sobre el césped para dormir al aire libre.

Veía en mi mente a Julian siendo feliz con otra, y me veía a mí siendo feliz con él. Algo que nunca va a pasar. La felicidad nos duró tan poco.

Mis ganas de llorar comenzaron a florecer. Y lo único que no quería era arruinar la noche de mis amigos con mis idioteces y tristezas. Me levante algo mareada. Pude sentir mis piernas temblar un poco. Camine lentamente hacia encontrar una puerta que conectaba el jardín con el estacionamiento.

Puedo asegurar que a nadie le importaría que me llevara el auto. Después de todo era mío. Sentía como la música se iba alejando de a poco. Y cada paso que daba lejos de ese lugar me reconfortaba más.

- ¿Ya te vas? – escuche pronunciar de una voz que ya conocía.

Aquí vamos otra vez... 

NOTA: En multimedia el outfit de Oriana



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