Abnegación

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Intento recuperar el aliento y calmarme, pero no es fácil. Estuve muerta y luego no. Vuelvo en sí, y Will está libre mientras Peter me lleva cargada... ¿qué sucedió? Miro hacia la pared que está en la espalda de Will, y trato de unir cabos, pero nada parece tener sentido.

- ¿Qué sucede, Maud? – me pregunta Will.

- ¿Cómo hicieron? – digo, viéndolos a ambos.

Peter y Will se miran y sonríen. Me parece casi imposible que tengamos sólo dieciséis años y hagamos todas estas cosas. Cuando crezca el pequeño, ¿nos creerá que hicimos estas locuras? ¿Somos tanto peligro, como para hacer tambalear una sociedad completa?

- No fue difícil. – comienza Peter. – Jeanine me ordenó que fuera al laboratorio a traer el suero que iba a usar para matarte, pero coaccioné a un erudito y le dije que me ayudara o iba a matarlo. Tienen un poco de mente frágil, así que accedió. Me dio la idea de teñir un suero que inducía la parálisis, pero no lo suficientemente fuerte como para dejar a alguien vegetal, y que era de poca duración. Así que, eso hicimos. Por eso tardé en llegar a la sala de ejecución. Antes de todo esto, yo sabía que sería de tu ejecución, previo a que todos los guardias se enteraran, así que planeé todo con calma, y salió bien. Los osados debían ver a Will en su celda y se despreocuparían de él, antes de ir a traer el suero, fui con Will y lo dejé libre. Él fue a la sala de control A y apagó las simulaciones, le dije que nos juntaríamos en las celdas donde te tuvieron encerrada.

- ¿Y, la simulación? ¿Qué pasó? ¿La completé?

- No, "moriste" antes de completarla. Jeanine se sintió un poco frustrada al respecto. Un erudito que te conocía de antes, nos ayudó.

- ¿John? – pregunto, incrédula. – ¿Ese idiota te ayudó?

- Los eruditos son fáciles de coaccionar. – repite, encogiéndose de hombros. – Aunque muestren un temple muy duro. Y, si me dejas ser sincero, John aparenta ser inteligente y se siente con poder, pero no es así. Simplemente es un instrumento, como la mascota de Jeanine.

Río. Su rostro es inocente, tanto, que me cuesta creer que pudo aprovecharse de todos los recursos que pudo, en Erudición. Es astuto e inteligente.

- ¿Cómo te atreves a decir que todos los eruditos son fáciles de coaccionar? – le reclama Will. – Si no recuerdo mal, tú tuviste en tu Prueba de Aptitud, como resultado a Erudición, ¿no?

- ¿Y, eso qué? – contesta Peter, elevando los hombros.

- También debes tener algo con lo que puedan coaccionarte.

- Tú lo sabes muy bien. – contesta, apoyando su cabeza en la pared que tenemos atrás.

- ¿Te refieres a la tarta de chocolate? – pregunto.

- Oh, definitivamente. – contesta, con sarcasmo.

Hay algo con lo que pueden coaccionarlo: yo. Pero, ahora, estamos los tres juntos, en relativo resguardo y con la seguridad casi nula de que estaremos bien.

- ¿Qué haremos al salir de aquí? – pregunta Peter.

- Algunas cosas quedaron arregladas cuando me vine. – dice Will. – Los osados estarían moviéndose al sector de Abnegación en estos días, los Sin Facción también comenzaron a mudarse. De nuevo, el complejo de Osadía quedó vacío.

- Bien. Iremos a Abnegación, entonces. – les digo.

Mientras esperamos a que el tiempo pase, Will y yo, ponemos al día a Peter de lo que pasó luego de que huimos de Cordialidad, y Will cuenta su versión de lo que sucedió luego de la simulación. Sé que esto no es suficiente, a pesar de que Peter y yo, estamos en paz, hay un abismo entre nosotros, hay mucho que contar y explicar. Sé que él, no diría estas cosas frente a Will; lo comprendo, él aún guarda la imagen de rudeza frente al mundo. Hay un tiempo para todo.

Una historia InsurgenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora