-Igual lo sentí-susurré.
-Yo también-Su voz se entrecortó.
-Pronto estaremos juntos, y entonces, podrás darme los besitos que quieras-susurré.
-Hay muchas cosas que deseo hacer-susurró.
Sus susurros me dolían. Dolían aún más de lo que aparentaban. Ingresaban en mi corazón y le hacían sentir amado, así como odiaban al estúpido aparato que nos separaba.
-Hay muchas cosas que aún no te dije.
-Y yo cosas que aún no he preguntado.
-Quiero verte, Niall.
Mis manos aún acariciaban el teléfono. Cómo si éste se tratara de su rostro. Él soltó un largo suspiro, y después de unos segundos, añadió:
-Espera un segundo.
Sabía que sonreía. Le conocía suficiente como para distinguir el tono de su voz al sonreír, o con cualquier otro estado de ánimo que llegara a sentir su corazón.
Segundos después, un chillante sonido proveniente de mi celular irrumpió en mi oído.
-Es una fotografía mía.
Con el corazón acelerado, y totalmente a punto de detenerse, aparté el celular de mi mejilla, y me dediqué a observar. Una estúpida sonrisa se formó en mi rostro al notar como una sonrisa se formaba en sus labios.
Y una de mis lágrimas fue a caer en la pantalla de mi celular.
Él sonreía. A pesar de todo, lo hacía. Y yo era tan débil como para no hacerlo.
Posé mis labios sobre su fotografía, y lo cubrí con mis manos. Sus ojos se notaban lo suficientemente hinchados como para nombrarse gemelos de los míos. Su sonrisa imperfectamente perfecta que logró iluminarme a través de una pantalla. Su cabello alborotado, faltante de mis dedos enredados en él.
-Es tu turno ahora-Él rió.
-¿Una foto mía?
-Sí, necesito mirarte.
Y sin más, alejé el celular de mí. Lo apunté hacia mi rostro, y sin la definitiva experiencia, con mis inseguridades al tope, y mordiendo con delicadeza la manga de mi blusa, presioné el botón.
-No dejes de sonreír, cariño-él susurró.
-¿Aunque no tenga motivos?
-Siempre los tienes.
Tan sólo miré hacia mis manos. Di un largo suspiro, y dispuesta a hablar, él se adelantó:
-No dejes que nadie te haga creer lo contrario. Eres fuerte, cosita. Eres muy fuerte. Sé que a veces cuesta muchísimo el serlo, también sé que tu corazón es perfectamente delicado, tanto como una pluma….pero, eso no evita que sonrías.
-A veces no sé si pueda con mi debilidad.
-No, no digas eso. No dudes de lo fuerte que eres, cosita. Tú y yo hicimos una promesa, ¿lo recuerdas? Somos nosotros. Siempre seremos nosotros.
-Eso lo sé, corazón.
-Ahora, levántate. Demuéstrale al mundo cuán fuerte puedes llegar a ser. Eres más alta de lo que imaginas, cosita. Eres mucho más hermosa de lo que piensas. Eres mucho más fuerte de lo que tu corazón pueda subestimar. Eres mucho más importante para mí, de lo que pudieses siquiera imaginar. Cruza esa puerta, cosita.
-Lo haré-sollocé-te lo prometí.
-Y yo también te lo prometí.
-¿Por la garrita?
-Por la garrita.
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Lighters (Niall Horan).
FanfictionEsta novela NO es mía. Derechos reservados a Cassandra Bravo.