Capítulo 45 [Cinco minutos].

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El color subió a mis mejillas incondicionalmente. Él se sentó sobre la cómoda silla, palmeando ligeramente la silla junto a él. Me posé sobre ella, elevando mi tobillo ligeramente en lo alto.

-Aún recuerdo lo entusiasmado que estuvo al secar tus lágrimas sobre el parque. ¡Encontré a la chica más hermosa!-Él soltó una hermosa carcajada.

-No te lo creo.

-Créelo, él jamás ha estado tan entusiasmado con alguien en su vida.

Sus palabras me habían hecho sentir alagada, tanto como incómoda, y finalmente, emocionada. Mis manos ya comenzaban a temblar con tan sólo imaginarlo. Él era todo aquello que alguna vez había sido capaz de imaginar.

-Quiero verlo, Harry.

-Sé que quieres-susurró.

-Enserio, necesito verlo.

Me elevé de mi asiento, poniéndome de pie y perdiendo la noción de mis acciones.

-¡Espera!-Harry exclamó mientras yo tan sólo posaba mis manos sobre el mostrador. La policía bajó una arrugada y vieja revista, y me miró por encima de ella.

-¿Sí?

-¿Podría darme más detalles sobre Niall?

-¿El rubio?-Yo asentí con toda la delicadeza del mundo. Una chispa se dio en mi mano al ser entrelazada junto con otra. Zayn había tomado mi mano.

-Despertaste-susurré.

-No te iba a dejar hacer una tontería…sola-sonrió.

Liam se posó sobre mi lugar, siendo él el que exigía los detalles sobre aquel rubio que se había aferrado tanto a mi corazón. Comenzó a tambalear sus dedos sobre el tablero, formando esa expresión de “necesitosaberlotodo” con una chispa de desesperación.

La policía plasmó una hoja de papel sobre nuestras manos, e indicó con su dedo índice rápidamente sobre ésta.

-Ha sido ingresado justamente a la celda temporal, sus testamentos han sido tomados, y justo ahora están siendo analizados.

-¿Y él?-Louis preguntó con desesperación.

-No podemos ceder visitas.

-¡Demonios!-Zayn exclamó.

-¿Podría hacer una excepción?-Harry preguntó mientras bajaba el tono de su voz, convirtiéndolo en uno terriblemente adorable.

-Una sola persona, cinco minutos. No más-Ella tomó una llave oxidada desde debajo de su olvidada revista, y la giró con gracia sobre su dedo índice.

-¡Gracias a Dios!-Louis elevó sus manos al aire dramáticamente.

Mi corazón se había detenido por unos instantes. Harry se inclinó hacia mí, lo suficientemente cerca como para lograr sentir su respiración.

-Hazle saber que lo amas-él susurró.

Me giré hacia Liam, el cuál tan sólo asintió con delicadeza desde la parte posterior del mostrador. La policía aguardó a mis pasos, y yo me adapté hacia ella. Solté la mano de Zayn, y corrí hacia su posición.

El recorrido no fue largo, pero sí bastante incómodo. Digamos que ella no se encontraba en el mejor humor, ni en el mejor lugar.

-Gracias-susurré mientras ella abría la gran puerta de color blanco opaco.

-No demores demasiado, lindura-ella cerró la puerta a mis espaldas, y se giró. Su espalda cubría la puerta, y la ventanilla que iluminaba el lugar.

Mi corazón latía al mil por hora. Mis manos temblaban tanto como mis piernas. Mis ojos anhelaban ver a ese chico que tan acelerado traía a mi pobre corazón.

Coloqué ambas manos alrededor de los barrotes de color blanco, y me aferré a ellos con fuerza. Mis ojos pudieron admirar como un hermoso cuerpo yacía sobre una fría cama a un extremo de la habitación. Su vista miraba hacia el techo vacío, y su mirada delataba lo abandonado que éste se encontraba.

-Niall-susurré.

Lighters (Niall Horan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora