Lighters (Niall Horan).

Capítulo 41 [Miradas reveladoras].

Unas fuertes y robustas manos se posaron sobre sus delicados hombros. Éstas lo agitaron con fuerza, ocasionando que mi corazón se detuviese por unos segundos.

-¡No!-Yo exclamé mientras posaba mi mano sobre su brazo-Con más cuidado, por favor.

Louis soltó una pequeña risa burlona, siendo cayada por el codo de Liam

-¡Auch!

-Tonto.

Los policías asintieron con delicadeza, y caminaron junto con él. La alegría comenzaba a desvanecer de su mirada, tanto que dolía. Dolía mucho.

Lancé un beso de la palma de mi mano, y le observé alejarse. No quería perderlo de nuevo. Miré hacia mis temblorosas manos, las cuales pedían a gritos el rozo de las manos de mi príncipe.

Unas manos se posaron sobre ellas, aferrándolas un poco más cada segundo. Elevé mi mirada para así encontrarme con los ojos de mi amigo, Liam.

-Todo estará bien, te llevaremos. ¿De acuerdo?

-Sí.

Mis hombros se elevaron casi a la altura de mis manos, y él posó sus labios sobre mi frente. Con delicadeza, los retiró y me obsequió una hermosa sonrisa.

Esa que tanta falta hacía.

-No iremos allí. ¿En busca de más problemas? ¡No lo creo!

-¡Abuela!-Exclamé.

-¿Una agencia de policía?

-¡Niall está allí!

Todos mantuvimos el silencio por un par de segundos. Louis me miraba con la típica expresión de “Diosmíoéstoesincómodo”. Así como Zayn con su reveladora ceja elevada, y ese toque de “Demoniossuabuelaestáloca”. Harry y su temerosa mirada de “¿Y ahora qué? Y después, allí estaba Liam con su mirada de perrito triste.

-Iremos-Mi abuelo rompió en silencio.

-¡Sí!-Louis estalló en brincos, tanto que logró sacarnos una carcajada a cada uno de nosotros. Y yo agradecía a mi abuelo con cada parte de mi alma.

-Aguarda, yo te ayudaré-Zayn curveó sus labios formando la sonrisa más hermosa jamás vista. Pasó su brazo por detrás de mi cintura, y me hizo elevar entre sus brazos-Hay que cuidar ese tobillo.

Me refugié entre el calor de sus brazos, lo suficiente como para sentirme incómodamente protegida.

-Gracias.

-A ti, princesa.

Me aferré a su cuello con delicadeza, y me dejé llevar por sus acciones. Él caminó hacia el auto de Liam con cero prisas ni velocidad. Él disfrutaba de esto, y eso era especial.

-Un problema-Harry cubrió sus labios con una mano, dejándonos en claro lo preocupado que estaba.

-¿Qué sucede, rulos?-Liam preguntó con gran astucia.

-Cinco asientos.

-¿Y?

-¿Eres tonto? Somos siete personas.

-Harry, entra al auto-Él ordenó entre carcajadas.

Mis abuelos invadieron el auto con preocupación, aún sin soltarse de las manos, se posaron sobre la parte posterior de éste.

-Harry, entra allí-Liam indicó con su dedo índice.

Él se inclinó de hombros, tanto que su adorabilidad era demasiado para mi corazón. Se encargó de ocupar el asiento libre en la parte posterior.

-Pero…

-Un segundo-él soltó una adorable risita, haciendo paso al ruido de una puerta al cerrarse. Rodeó el auto con rapidez, y abrió la puerta del asiento delantero.

Zayn se posó sobre el asiento copiloto, y me colocó sobre sus fuertes piernas.

-El tobillo, linda-él susurró, asegurándose de que mi tobillo no tocara ningún extremo del auto.

Yo aún me aferraba a su delicado, cálido y venoso cuello. Y él aún se aferraba a mi cintura con una delicadeza increíble. Esto era perfectamente incómodo.

-¡Hey!-Harry protestó desde el asiento posterior.

-¿Sí?-Liam asomó su rostro desde la ventana del asiento que Zayn y yo habíamos decidido ocupar con nuestros cuerpos.

-¿Porqué Zayn la lleva en sus piernas?

-No hay más espacio…y ella tiene un tobillo lastimado.

-En ese caso, ¿porqué no la llevo yo?-Su voz se había decaído con el paso de las palabras.

-No queremos alterar tus hormonas, Harry-Liam cerró la puerta con fuerza.

Todos, incluyendo a mis abuelos estallamos en carcajadas. Él se cruzó de brazos, y echó su cabeza hacia atrás.

-¡Amor!-Louis exclamó mientras se hacía paso en el asiento posterior-¡Estoy aquí!

Louis se posó sobre las piernas de Harry, ocasionando que éste soltara un suspiro y se echara a reír.

-No es lo mismo.

-No hables.

Liam se encargó de ocupar su asiento como conductor responsable y adorable, y se aseguró de que todo estuviese en orden.

-¡Aún no estoy de acuerdo!-Harry golpeó con ambos puños el asiento, ocasionando uno de los más grandes caprichos del mundo.

-Sé que no-Liam soltó una carcajada.