Capítulo 35 [Fuerza de palabras].

4.3K 202 0
                                    

Crucé mis brazos delante de mi pecho, y evité su voz, así como evité su tacto. Ignoré totalmente su presencia. Tan sólo caminaba, mientras el viento se encargaba de revolver mi cabello.

-¡______! ¡Vuelve aquí!-Una fuerte, y demasiado poderosa mano se aferró a mi brazo, impidiendo mi movimiento por completo.

-¡No, suéltame!

-¡No vuelvas a hablarme de ese modo! ¿Qué te has creído? ¿Eres estúpida?-El volumen de su voz iba incrementando cada vez que él lograba sacudir mi brazo-¡Sí, eres una estúpida!

-¿Porqué? ¿Porqué lo soy?-Las palabras salían de mi boca, y regresaban como un boomerang a mi corazón.

-¿Dónde está Niall ahora? ¿No dice que te ama? ¿Por qué te dejó aquí? ¡Reacciona, por favor!

-Él me ama tanto como yo a él.

Su fuerza comenzaba a hacerse paso sobre mí. Los automóviles se detenían a nuestro lado, y pasaban de largo. Los cláxons se hacían paso entre nuestra pelea, y el coraje de ambos logró dejarme a mí sobre el suelo.

Él me empujaba aún más sobre el suelo, tanto que ni mi propio peso pudo resistirlo. Caí sobre el suelo, y él apretó mi brazo con aún más fuerza.

Introduje una mano en el bolsillo de mi pantalón, removiendo de éste mi teléfono celular. Confié en mi puntería, en mi memoria y en mi corazón.

Marqué el teléfono de Niall sin echar vistazo alguno. Rogué a Dios el estar marcando los números correctos. Sostenía la mano de mi propio padre con toda la fuerza del mundo.

-¡Ayúdenme, por favor!-Exclamé. Esperé a que algún milagro ocurriese, y Niall lograra escuchar mis gritos de auxilio.

-¿Ayuda? ¡No la necesitas! ¿No dijiste ser fuerte? ¿Dónde quedó tu fuerza?-Sus ojos mostraban lo mucho que él deseaba esto.

-¿Qué harás? ¿Me vas a golpear como lo hiciste con mi madre?

-¿Qué?

-¡Él único débil aquí eres tú!

-¿Lo crees? ¿Eso piensas?

-Puedo jurarlo.

Mi labio comenzó a temblar al decir esas últimas palabras. Él elevó su puño en alto, dejándome libre el espacio como para liberar mi brazo.

Me giré, y rodeé, ocasionando que un par de autos comenzaran a hacer sonar sus cláxons.

Él se apoderó de mi pierna, jalándola hacia atrás y ocasionando que el músculo se me dañara. No tanto como mi corazón lo había hecho.

 El corazón se me detuvo por unos instantes, pero eso sólo lo alteró un poco más.

Lo único que podía ver eran defensas de autos. Estaba tirada en medio de una carretera. Jamás lo había visto así. Creí haber estado muerta en un campo de desilusiones.

Comencé a gatear entre los autos, estos ya no conducían, y habían bajado su velocidad.

-¿Qué haces, estúpido?-Un hombre exclamó a mi padre desde su asiento delantero. Pero él solo corrió en mi búsqueda. Yo seguí gateando, y gateando, y cada vez me resultaba más difícil el hacerlo. Mi pierna estaba lastimada, y mis codos dolían por montones.

Coloqué ambas manos sobre el pavimento, logrando impulsarme hacia arriba, y colocarme de pie. Me apoyé sobre el auto más cercano, ocasionando que mis manos se estrellaran sobre su ventana.

La mirada de un niño pequeño me cautivó el corazón. Él me miró con una gran sonrisa, y agitó su mano en forma de saludo. Intenté hacerlo, pero no pude. No era el mejor momento.

Los familiares de aquel adorable niño me miraron con terror. El padre me miró con confusión, pero yo tan sólo pedía ayuda con mis ojos.

Lighters (Niall Horan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora