Capítulo 50 [La diferencia del sí y no].

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El suspenso que sus palabras conservaban en los interiores, era aún más tenebroso que descubrir por qué Niall temía tanto hacerme esa insignificante pregunta.

Extendió una mano sobre la puerta copiloto de su auto, y aguardó a que yo subiera en ella. Normalmente, era Niall el encargado de hacer esto.

Los recuerdos inundaron mi mente, tanto que dolía de tan sólo imaginarlo una vez más.

Cerró la puerta a mis espaldas, y rodeó el auto con rapidez. Era impresionante como éste chico contenía tantas emociones juntas en un solo cuerpo y sonrisa.

-Es más sencillo de lo que crees.

-¿Sí?

-Sí-él puso en marcha el motor-¿Sabes lo inseguro que Niall puede ser?

-Es una de las muchas cosas que tenemos en común.

-Bingo.

Eché mi cabeza hacia atrás, mientras me disponía a inundar mis oídos de sus sabias palabras.

-Así que…-di seguimiento a sus palabras.

-¿Recuerdas el parque?

Mi corazón se detuvo al escuchar esa palabra. El parque. El lugar en el que Niall y yo nos habíamos conocido. Ese lugar en el que Niall había secado mis lágrimas por primera vez en mi vida. Fue testigo de aquella primera corriente eléctrica que nos envolvió a ambos.

El parque. Allí descubrí que los príncipes existían. Descubrí que basta tan sólo de una persona para darle sentido a tu vida. Fue allí cuando me percaté de la importancia de las sonrisas.

Por supuesto que lo recordaba.

-Sí.

-Niall solía visitarlo cada noche. Nosotros creíamos que era absurdo. Él se arreglaba tan sólo para visitar ese dichoso parque cada noche.

-¿Porqué lo hacía?

-Decidimos preguntárselo una noche. Estábamos en la habitación, y él acomodaba su cabello frente al espejo. Me posé detrás de él, y le admiré por unos segundos. Aguanté la risa, puesto que sus gestos al arreglar su cabello son realmente divertidos.

[“-¿Qué haces?

-Arreglo mi cabello-Niall me respondió.

-Me refiero a, ¿para qué? ¿Tienes algo qué hacer?

-El parque.

-¿No piensas decirme? Vamos, es fácil engañar al resto de los chicos, pero no a mí-yo posé mis brazos sobre la pared, y esperé una respuesta de su parte.

-Tengo la esperanza de consolar a alguna chica linda.

-¿Consolar?-solté una carcajada.

-Sí.

-Demasiadas películas románticas.

-Sal de aquí, tonto.]”

De nuevo me giré hacia Liam. Mi expresión era como la de una niña pequeña al escuchar las maravillosas historias que su madre suele contarle antes de dormir.

-¿Qué sucedió después?-Pregunté.

-Una noche, él regresó a casa. Parecía devastado. Una chica le rompió el corazón. Él había estado interesado en una chica deportista del parque. Cuando finalmente decidió enfrentarse a ella, ella le renegó…se burló de él.

-¿Qué?

-Ella se burló de él. Estaba devastado, tanto que se negó a charlar con cualquiera de nosotros.

-Es una chica en realidad tonta.

-Dos semanas después, yo le enfrenté. Le dije que el mundo no se terminaba con un “no” que él llegara a recibir. No importa cuántos “no” recibas, tú lucha por ese “sí”.

-Entiendo…-susurré con lágrimas en los ojos.

-Él pareció asentir a lo que le comenté. Salió al parque esa noche, y regresó de la mano de una tímida, insegura y hermosa princesa.

-¿Él…-mis palabras se cortaron debido a un par de lágrimas que sin querer brotaron hacia mi mejilla.

-Él teme que tú le niegues.

Lighters (Niall Horan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora