Lighters (Niall Horan).

Capítulo 5. [Me alegra].

Y sí, fué hermosa, así como también fué hermosa su compañía. Estos chicos eran únicos, eran…eran los mejores amigos que nunca tuve.

-¿Sabes? Los chicos se sienten muy cómodos a tu alrededor-rió.

-Al igual que yo-sonreí.

-Y yo…-sonrió de nuevo.

-Vámonos, tortolos-dijo Louis apoyando ambas manos sobre nuestros hombros.

-Louis…-Niall se quejó.

-¿Qué?-dijo entre risas mientras nos dirigía hacia la salida.

-Me estás apretando el hombro-dijo zafándose de éste.

-¿Era solo eso?-rió mientras la puerta del cine se abría al sentir nuestro tacto. Niall asintió y me ayudó a zafarme de los brazos de Louis.

-¿Dónde están los chicos?-pregunté entre risas.

-Hace media hora que subieron al auto-se burló Louis.

-No seas exagerado-dijo Niall mientras con delicadeza pasaba su mano por los alrededores de mi cintura.

-Sólo suban al auto-comenzó a reír mientras se dirigía al asiento delantero.

Niall abrió la puerta de la camioneta, y me dejó ingresar. Louis hizo girar las llaves por encima del tablero, y las tomó de regreso. Las colocó lentamente sobre la cerradura, y hizo que el motor se pusiera en marcha. Me aseguré de que los chicos llevaran el cinturón de seguridad, y la camioneta arrancó.

-¿La pasaste bien?-sonrió Zayn mientras me dedicaba una mirada.

-De maravilla-sonreí.

-Nos encantaría repetirlo. ¿Te gustaría hacerlo?-sonrió Harry mientras acomodaba su cabello.

-Me encantaría-mordí mi labio inferior.

-Eres algo así como esa mejor amiga perfecta que enserio anhelábamos-dijo Liam.

-No mientan-reí.

-Es verdad-sonrió Niall mientras me giraba para mirarlo.

-Ustedes igual lo son para mí-sonreí estúpidamente.

La camioneta se detuvo justo enfrente de mi hogar, y la puerta de la camioneta se abrió. Niall bajó del auto, para así poder dejarme el espacio necesario para permitirme salir de la camioneta.

Y así lo hice. Él extendió su mano, la cual se entrelazó junto con la mía, y fue usada como apoyo para mi cuerpo. Bajé de allí, y besé su mejilla con delicadeza.

-Lo pasé genial, Niall.

-Me alegra. Quería que te despejaras un poco-sonrió.

-En verdad, lo hice. Muchísimas gracias-sus brazos rodearon mi cuerpo, apegándome junto a él.

-Gracias a ti-sonrió.

-Debo entrar antes de que mi madre salga en mi búsqueda-sonreí mientras me separaba de él.

-Adiós-sonrió mientras elevaba su mano, y la agitaba en forma de despedida.

-Adiós-sonreí mientras me dirigía hacia mi hogar. Busqué entre mi bolsillo aquella llave-Bingo-susurré hacia mis adentros al divisar aquella molesta llave, la cuál extraviaba cada cinco segundos. La introduje dentro de la cerradura, y la puerta se abrió.

Me giré hacia los chicos, los cuáles agitaban sus manos, y dejaban que en su rostro se formara una iluminadora sonrisa.

Cerré la puerta a mis espaldas, sabía que mi madre no estaría en casa. Nunca está en casa. Mi padre seguro se encontraba en el trabajo. Ya perdí rastro de ellos.

Me tiré sobre el sofá, y cerré mis ojos.

-¿Hija?-escuché una exclamación desde la parte de arriba.

-¿Mamá?

-¿Puedes subir un segundo?-dijo con la voz baja, y entrecortada.