Capítulo 25 [Falta].

5K 242 0
                                    

“Él lo prometió”.

De pronto, las gotas de lluvia en mi ventana comenzaron a pasar desapercibidas con las gotas de lluvia en mis ojos.

Me había dado cuenta de cuan comprensiva mi abuela se había tornado. Supongo que mi abuelo le habría comentado algo, y ésta había cambiado de opinión respecto a Niall.

Me gustaría que ellos pudiesen conocerlo, tan solo le dirigieran la palabra, y se den cuenta de cuan valioso es, y conozcan al chico que porta mi corazón en sus manos.

Había elegido un buen lugar para la posición de mi corazón. Él podría arrojarlo al aire, y retirarse de su posición para no tomarlo de vuelta, pero, sin embargo, permanecía allí, dispuesto a agarrarlo.

Él podría estrujarlo, pero sin embargo, lo acariciaba. Podría arañarlo y hacerlo sufrir, sin embargo, lo cobija y besa a diario.

El tener ese poder de dormir al momento de llorar, así ahorrar lágrimas y tristezas, era una de mis cualidades. No me bastó tan solo un minuto en caer en un profundo sueño.

Hoy es el segundo día sin la presencia de Niall. Quisiera haber permanecido con los ojos cerrados, y no haberlos abierto. Sin embargo, mi madre irrumpió en mi habitación a tempranas horas de la mañana.

-¿Haz dormido sentada?-Soltó una risita.

Yo asentí con delicadeza, ella cerró la puerta a sus espaldas, y se aproximó hacia mí. Se sentó justo frente a mí, y ambas admiramos el paisaje que la ventana nos permitía ver.

-He hablado con tu padre.

La miré con indiferencia, sin embargo, ella continuó:

-Me ha dicho que Niall no se ha presentado por casa.

-¿Porqué tendría que hacerlo?

-Él le ha pedido la dirección de la casa de la abuela, a tu padre.

-Eso lo sé, él se la negó.

-No lo hizo, habló ayer, justo cuando llegamos, ¿lo sabías? El pidió la dirección, pero Niall no ha levantado el teléfono.

Yo la miré incrédula. Segundos después, recargué mi cabeza hacia atrás, di un largo suspiro, y después añadí:

-Yo hablé con él.

-¿Cuándo?

-Durante la tarde.

-¿Porqué no intentas localizarlo? Seguro algo anda mal con su celular, y eso fue todo-ella sonrió.

Yo asentí con delicadeza, ella palmeó mi pierna con delicadeza, y siguió sus pasos. Se levantó, y decidió irse sin más. No esperé hasta que ella decidiera abandonar la habitación para correr tras mi teléfono.

Lo tomé entre mis manos, las cuales desesperadamente temblaban al presionar los botones del celular. Pero nadie levantaba el celular.

Sus dedos no presionaban el botón “contestar” y su voz no se presentaba en mis oídos. La desesperación se hizo cargo de mí. Escribí sobre el teclado el nombre de Harry.

Después de tres pitidos en el teléfono, una adorable voz se hizo espacio en el lugar:

-¿Hola?

-¿Harry? ¡Dios mío! ¿Están bien?

-Lo estamos, tranquila-susurró.

-¿Dónde está Niall?

-Él, él no se encuentra bien, linda.

Lighters (Niall Horan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora