Capítulo 20 [Es una promesa].

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-Lamento haber demorado tanto tiempo en demostrar lo que sentía-susurró directo en mi oído, ocasionando que una de sus famosas corrientes eléctricas recorriera mi cuerpo entero.

Con delicadeza, posó su mano sobre mi ruborizada mejilla, y comenzó a acariciarla.

-¿Qué haremos ahora?

-No lo sé-susurró.

-¿Cuánto tiempo tenemos?

-¿Un minuto?-Respondí con lágrimas en los ojos.

-Eso es suficiente-susurró en una sonrisa.

Tomó mi rostro entre ambas manos, y con delicadeza me apegó hacia él.

-Jamás podría demostrar mi amor en un solo minuto, pero podría demostrarte una pequeña parte de él-susurró.

Comprimió sus labios contra los míos, con toda la delicadeza del mundo. Sus labios tomaron un repentino sabor salado. Sus lágrimas habían hecho espacio entre nuestro beso de amor.

Sería imposible demostrarle a este chico cuán agradecida estoy con él, en tan solo un minuto. Un muy corto minuto. Ambos nos retiramos, para dedicarnos una tierna mirada.

-El mejor minuto de la vida-susurró.

-Con el mejor chico de la vida.

Apartó sus manos de mi rostro, y por lo bajo buscó mis manos. Una vez logrado su cometido, las entrelazó, y con delicadeza comenzó a acariciarlas. Ambos juntamos nuestras frentes, dónde nuestros ojos serían capaces de hablar por nosotros mismos.

-______.

-¿Sí?

-Voy a prometerte algo, ¿de acuerdo?-Yo asentí. Asentí como un niño asentiría al prometerle a su abuela que no revelará el dinero de contrabando que acaba de recibir.

-De acuerdo.

-No importa el lugar en el que estés, ni el lugar en el que yo me encuentre…yo te protegeré.

-¿Lo prometes?

-Te lo prometo-sonrió.

Solté una de sus manos, y la elevé en el aire. Le mostré el dedo meñique, y con una sonrisa, elevó el suyo también. Ambos entrelazamos nuestros dedos.

-Por la garrita-susurré.

-Por la garrita.

Una luz proveniente del pasillo, nos iluminó los rostros, y nos hizo volver a la realidad.

-Hija, tu abuel…-mi madre cerró sus labios al notar la presencia de Niall en mi habitación. Sus ojos se iluminaron, y se posaron sobre él-Lo lamento, no sabía que tenías visitas.

-Yo…yo estoy por irme, señora.

-No, está bien-sonrió mi madre-¿Ayudarías a mi hija con sus maletas? Te lo agradecería un montón.

-Por supuesto-Niall sonrió, y se dispuso a admirar las solitarias maletas que yacían sobre el suelo de mi habitación.

-Antes de irme-susurró mi madre, mientras cerraba la puerta de mi habitación justo a su espalda. Se aproximó hacia nosotros, y observó a Niall por unos segundos-Me agradas-sonrió.

Niall permaneció en silencio, sin embargo, cada centímetro de su rostro, de pronto se había tornado en sonrisa.

-No debí ser tan grosera aquel día. Agradezco todo lo que haces por mi hija.

-No debe preocuparse, puede suceder a cualquiera, y…estaría dispuesto a hacerlo todo por ella.

-¿Podrías bajar sus maletas?-rió mi madre.

Lighters (Niall Horan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora