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Lucero estaba vestida cómodamente, un jean azul claro y una camisilla verde menta, su cabello estaba a lo natural, es decir churco y expresivo, mientras se maquillaba escucha:

-¡Bonitaaaaa, sal al balcón!... Lucero corre y al salir estaba Fernando montado en un hermoso caballo café Oscuro y a su lado otro semental Negro brillante...

-¡Dios!, son hermosos ya salgo...lo hizo tan rápido como pudo...

-Todo lo que estoy haciendo es para que te des cuenta que este "Niño", te ama como un Adulto...

-Fer, Gracias mil Gracias por amarme de esta manera, pero tu no me amas como yo a ti, pero tengo rato que no monto a caballo...

-Tranquila sube te ayudaré...

Cabalgando, salieron a dar un paseo por la Hacienda, llegaron a un lugar hermoso donde Fernando había tendido un mantel, un botella de vino y un gran ramo de rosas...

-Tu no dejas de sorprenderme, eres un caballero en toooodo el sentido de la palabra, pero no crees que es muy temprano para beber?

-Contigo nada tiene Horario, aaaa si las clases de contabilidad, jajajaja pero en eso no estamos pensando...


Ambos se sentaron, la vista era un valle verde... el lugar, las copas de vino, el ramo de flores, todo absolutamente todo hizo del momento algo más que un simple día de campo... Luego de dialogar un poco, Fernando le da un delicado beso, le sigue un beso más apasionado, sus ansias de tenerla de nuevo eran notorias, por su parte, Lucero se desprende de su blusa, luego le quita la camiseta a Fernando, y él lentamente baja la cremallera de ambos jeans, le quita el brasier con su boca, en un parpadeo ya no llevaban nada puesto, Fernando la acuesta en aquel mantel, ella sonríe mirandolo a los ojos, ambos desnudos, las manos de Fernando se movilizaron por todo el cuerpo de ella, la cercanía de los rostros era inmedible, esos besos apasionados no tenían fin, ruedan y ella queda arriba, él con ella en brazos se sienta haciendo que los senos de Lucero rosen su pecho, ella clava la yema de sus dedos en la espalda de Fernando, acaricia su cuello, besa su oreja, lo que hace que Fernando busque de ella con más necesidad, acariciando su espalda y caderas, ella apoyada totalmente en él, deja que Fernando entre en ella, hasta el punto del placer infinito de ambos, la respiración agitada de Lucero es escuchada por Fernando, el encoje un poco sus piernas presionando hacia él el cuerpo de su amada mientras besa sus senos, Lucero apoyada en los hombros de Fernando gime de placer, inclina su cabeza hacía atrás, cierra sus ojos y en un respiro profundo muerde su mismo labio inferior, Fernando continua besando, el cuello, el pecho y el valle de los senos de Lucero, ambos cuerpos terminan llenos de sudor... Ella trata de taparse un poco colocándose la camisa de Fernando, y el envuelto en aquel mantel...

-Había estado con un gran número de Mujeres, pero ninguna en este mundo me había hecho sentir todo este fuego que enciendes en mi...

Ella sonríe como apenada e inclina su rostro y en voz baja responde:

-Y Yo en mi vida había hecho tantas locuras juntas, contigo parezco una adolescente experimentando cosas de las que nunca imaginé que haría...

-Sabes que es lo que más enamorado me tiene de ti?, (se lo dice tomando su mentón levantándole el rostro) esa ternura que irradias, esa cara angelical y esa paz que tus ojos me brindan... y termina con un delicado beso.

Al llegar a la casa principal Lucero recuerda que tiene que presentar un informe y que además el lunes próximo comienzan en la Universidad los Examenes...

-Mi Cielo, tenemos que irnos, el lunes es la Junta informativa, debo llegar a trabajar, además tienes que estudiar, no quiero que por mi culpa saques una mala nota...

-¡Pero Es Sábado!, bueno si tienes razón, aunque no quisiera salir de este sueño nunca, soy consciente de que tenemos responsabilidades.

Ambos se ducharon, alistaron su respectiva maleta y partieron de nuevo a casa, sus rostros no reflejaban otra cosa más que felicidad, ninguno de ellos había vivido una experiencia como esa.


Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora