XLIII

1.3K 64 6
                                    

El día comenzaba a oscurecer, Una fuerte lluvia comenzó a caer en la hacienda, Lucero se fue para el cuarto, aquel cuarto donde dejó ver su desnudez a Fernando, pero esta vez estaba ella sola, acostada en su cama, escuchó un ruido extraño a las afueras de la casa, lo que la asustó un poco, miró por la ventana y vio que un pequeño tronco estaba ocasionando daños en su camioneta, ella se puso algo para taparse del agua, corrió y salió entre la lluvia, arregló aquello y se entró. Ya estaba algo oscura la hacienda, la noche había llegado, con la lluvia su cabello se había esponjado, decidió lavarlo y dejar sus rizos, lo peinó un poco y lo acomodó, pero no lo alisó, lo dejó al natural, además se puso su pijama, En ese momento un relámpago hace que la luz mengüe un poco, de nuevo corre a la ventana pero esta vez ve a una persona corriendo hacía la entrada, pensó que pudo haber sido alguno de los trabajadores o eso era lo que la tranquilizaba no quería asustarse ella misma pensando cosas.

-Tranquila Lucero, todo está bien, mejor vamos a dormir mañana será un nuevo día- decía mientras se acostaba, los relámpagos cada vez eran más seguidos, pasados unos minutos Lucero se queda dormida, aquel hombre entra de la manera más silenciosa posible, había dejado parte de su ropa afuera pues estaba mojada, dejó todos los abrigos que traía para no mojarse, Era Fernando aquel hombre, su camisa estaba desabotonada, dejaba ver sus abdominales bien formados, aquellos que no se desvanecieron ni siquiera con los cinco meses en cama.

Ve a Lucero dormida, la detalla, al acercarse tropieza con algo, hace que ella se despierte asustada, ve a Fernando pero no lo reconoce:

-Quien eres Tu?

-Bonita!!!- en ese momento ella corre hasta el otro lado de la habitación.

-Debo estar soñando, Fernando ya no está, vete de aquí no me hagas daño.

-Amor Tranquilízate soy Yo, Mírame.

-Fernando?, estás vivo!!!- Lucero corre hasta los brazos de Fernando, lo abraza y en un beso apasionado comienza a llorar

- Lo Sabía, sabía que estabas vivo, algo aquí en mi pecho me gritaba esa esperanza.

-Estas Hermosa Lucero, mírate.

-y a ti que te pasó? No te reconocí con esa barba y ese cabello.

-eso te lo cuento mañana, solo déjame abrazarte, déjame sentirte aquí a mi lado.

-Tú sabes a que vine hasta aquí?

-Creo que sí, pero ya no debes mantener vivo un recuerdo, crearemos un nuevo momento para recordar- Lucero sonríe, ambos saben que es lo que piden sus cuerpos. Él la besa, un beso que no duró mucho en los labios, Fernando le besa el cuello a Lucero, luego la carga en sus brazos y la recuesta en la cama, se le acerca al oído y de una manera seria le dice:

-No sabes las ganas que tenía de llegar y hacerte el amor.- Lucero estaba como en un sueño, ella sigue sonriendo.

Él sube a aquella cama, quedando de frente a ella, ella se levanta un poco y lo besa, pero aquella camisa ya estorba, ella la quita, él no deja de besarla, Lucero luego de terminar de quitar la camisa a Fernando quita ella misma su pijama, Eso hace que Fernando se excite, la recuesta en la cama, los besos continuaban, luego sentados en aquella cama uno frente al otro, sus piernas se cruzaban, su pechos se rozaban, Lucero le acariciaba la espalda a Fernando y besaba sus hombros, en ese momento ese deseo aumentaba, Lucero cerraba sus ojos y mordía su labio inferior, Fernando la toma por la cintura y la acerca a él, luego sus rostros de frente, la nariz del uno tocaba la del otro, con las miradas se hacían testigos de aquel reencuentro, ella con un pestañeo y una sonrisa le señala a Fernando que está lista, en ese momento Fernando acaricia las caderas de su amada y con fuerza la atrae hacía a él, es allí cuando se convierten en uno, Fernando entra en ella, Lucero con una respiración fuerte sólo le dice:

Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora