LXIII

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-No sé qué me pasa con ella, es que es tan bella, su carisma, su... bueno, bueno Mauricio con los pies en la tierra. Tengo que ser consciente que ella ya tiene su vida hecha.

La noche transcurrió y Mauricio en su casa seguía pensando en Lucero, Fernando estaba en el estudio, concentrado en su Computador y Lucero entró con una corta pijama:

- Que haces?

- Este estado de Cuenta de ... wow Princesa mia.

- Jajajajaja qué?

- Que te Ves Radiante.

- No seas exagerado, ando sin maquillaje y además mira, mi cabello anda rebelde.

- Eso es lo que me encanta que así al natural te ves hermosa.

- y a mi me encanta que seas tan romántico. – Se acerca y lo besa, él la acomodó sobre su cuerpo, ahí donde él estaba sentado, la encaja sobre él, ella sonríe, Fernando comienza a quitarle la blusa de la pijama, ella estira sus brazos hacia arriba para que él la desnudara, su pecho quedó al desnudo, en ese momento se escucha a Ofelia:

- Mi Niña!!! Dónde estás?

- Shhhh... Estoy en el estudio Nana - Mientras se bajaba de la silla y se ponía la blusa de la pijama. Fernando se levantó y se fue al cuarto de José Miguel.

- Mi Niña es que les quería mostrar algo de Jos.

- Le pasó algo a mi hijo?

- No mi niña ven, y Fernando?

- Salío de aquí hace un momento, Debe estar en el cuarto del niño.

-Mira Bonita lo que está haciendo este Campeón!!! – El niño había comenzado a caminar de manera más fluida, sonreía al dar cada paso.
- Ven Aquí Mi Príncipe Bello.- Ofelia los dejó en el cuarto jugando con el bebé, esa era la sorpresa de la que ella les hablaba. Fernando estaba algo enojado, pero sonreía con las ocurrencias de su hijo. Luego fueron al cuarto Lucero se acostó y miraba a Fernando:

 Luego fueron al cuarto Lucero se acostó y miraba a Fernando:

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 Te noto algo extraño.

- A mí? Por qué?

- No sé, fue porque nos interrumpieron? – Fernando se acuesta al otro lado de la cama.

- Bueno si, me dejaron iniciado.

- Y qué tal si terminamos lo que dejamos empezado? –Fernando se dio vuelta dándole la espalda.- 

Eso es un No?

- Esto es un ¡Claro que sí, Mi Bonita!. – Sonrió, Se Voltio y se lanzó sobre ella, esa noche se llenaron de placer el uno al otro, terminaron lo que habían dejado iniciado, y continuaron con nuevas muestras de amor, luego de amarse hasta el delirio, durmieron abrazados como si fueran uno solo.
- Rebeca, Lucero está vigilada, hay un hombre que no la deja sola.

Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora