XLVII

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-Dígame Fernando que le pareció el apartamento?

-Excelente!!!

-y a su Esposa?

-jajaja a ella le encantó la vista, aaah y los pisos.

-me parece muy bien, eso quiere decir que lo van a tomar?

-Si Señor, así es.

-Pero cuénteme su esposa ya se fue?

-No no, ella está echando un vistazo de nuevo a las habitaciones.

El señor vendedor bajó su vista y observó el par de tacones de Lucero Tirados en el suelo, algo que le extrañó:

-Veo, y descalza?

-Descalza?... Aaaah!! Si, es que le dije q los pisos le gustaron mucho, le encanta andar descalza por la casa.

-A Ok.

Lucero llega apresurada:

-Mi Cielo se me olvidaron mis...

-Aquí están Bonita, le conté al Señor que te encanta andar descalza por la casa.

-A mi?, si si si, uuuf me siiii. Señor, Fernando le dijo que nos vamos a quedar con el Apartamento?

-Si Señora, ya sólo deben ir a firmar el contrato de Compraventa y listo.

-Ok Gracias, así será.

En el auto ambos reían a carcajadas:

-Fer te imaginas que ese señor hubiera llegado y nosotros ahí en el suelo?

-Pero no pasó, pero acepto que fue una locura.

-Eso si, pero por favor mas de esas No...

-Pooor?

-Porque 0 y van 2, casi Tres con el de esta mañana en mi cuarto.

-Esta Bien, por ahora.



De esta manera siguieron conversando del apartamento, y de las cosas que deberían comprar para vivir allá.Manuel se había quedado dormido al lado de Rebeca, de repente se levantó de la cama, dejó a Rebeca ahí y se metió a la ducha, no dejaba de pensar en Lucero, de imaginársela en los brazos de Fernando, siente entrar a Rebeca al baño, ella se quita la toalla que llevaba puesta, pero Manuel, cierra la ducha:

-Listo ya te puedes bañar, yo debo ir a la oficina.

-A esta hora?

-Si es que se me quedaron unos documentos.

-Y No puedes ir mañana?, ven bañémonos juntos.

-No Rebeca, te dije que debe ser Hoy, me voy a alistar.

-Largate entonces.Fernando y Lucero llegan a casa:

-Fer, fue todo un privilegio escoger contigo nuestro apartamento.

-Para mi también lo fue. Voy a ver a José Miguel y me voy a mi casa.

-Bueno sube.

Entraron tomados de la mano, la sonrisa de Lucero no se quitaba de su rostros:

-Cómo les fue?

Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora