Catorce.

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—¡PANDA DE GANDULES! —grité al ver la cocina. Salí al jardín corriendo, todos me habían oído.— No me importa que estéis aquí, ya lo sabéis, pero no queda ni un solo plato limpio, la sala esta hecha una mierda y yo no pienso hacerlo todo sola, así que a limpiar.

Me miraron como si estuviese loca. Solo Shawn, Matt, Hayes y Aaron se levantaron y fueron a la sala.

—¿No me estáis oyendo o qué? El que no limpie lo que ensucia se va. —dije muy seria. No pensaba fregar toda la vajilla yo sola. Me negaba. Poco a poco se fueron levantando y pasando a la cocina. Yo ya había fregado lo mío así que no tenía nada que limpiar.

Subí a mi habitación a ducharme y quitarme el cloro de la piscina y al salir me puse una vieja camiseta de gimnasia que ponía mi nombre por atrás muy desgastado. Era de la selección madrileña. Me puse unos pantalones de deporte cortos negros y me recogí el pelo en una trenza de lado, aunque mi pelo seguía mojado por lo que quedó una cosa muy extraña.

Al entrar en la cocina descubrí que toda la vajilla estaba secando y que el salón ya estaba recogido. Salí al jardín y les encontré a todos en las tumbonas charlando. Me senté al lado de Hayes que me abrazó por los hombros.

—¿Tú que opinas? —preguntó Carter mirándome.

Chino tonto, acabo de llegar, no soy adivina.

—¿Sobre qué?

—Dilataciones, piercings, tatuajes... -explicó Hayes con una sonrisa.

Medité un segundo. No soy de esas personas que aman todas esas cosas como para estar lleno de ellas, pero un poco sí.

—Las dilataciones me dan grima, sobre todo las que son súper grandes. Las pequeñas molan. Los piercings bueno, depende de donde y de la persona. Yo tengo uno.  —dije destapando mi oreja izquierda y tocándome la parte superior.— Y tatuajes... simplemente me encantan. Pero cosas sutiles y con significado.

—¿Y por qué no les enseñas el tatuaje? —preguntó Dani con cara de ángel.

Lo mato, lo mato, lo mato.

Os juro que en ocasiones como estás le dormiría con cloroformo y lo mandaría al medio de la selva con una brújula rota.

—¿TIENES UN TATUAJE? —gritaron todos a la vez con los ojos y la boca abierta.

—No... bueno sí, pero no es de verdad. Es de henna pero de la que dura seis meses.

Maldito el día que Nina me convenció para hacerme ese tatuaje con ella. Creo que ya he mencionado a Ni. Ella es como la trilliza, nos criamos juntas y siempre hemos sido inseparables. Ella ama todas estas cosas, tatuajes, pendientes... y cuando se hizo su primer tatuajes de verdad me convenció para hacerme otro con ella, pero el mío de henna de la que se va con el tiempo.

Dani me había estado vacilando desde que me lo hice, ya que para que mis padres no se enterasen me lo había hecho en el culo donde sólo se veía si la parte de abajo del bikini era muy abierta.

—¿Y donde lo tienes? Porque te hemos visto en bikini y... —me sonrojé ante las palabras de Taylor. Lo que os dije.

Yo de esta te mato Dani. —le dije en español roja de furia. Le quiero mucho, pero a veces podría ser algo más... ¿sobre protector? No pasaría nada.

Enséñaselo tonta, si ya te han visto el culo con el bikini.

Automáticamente miré al rededor con la paranoia de que lo habían entendido, pero obviamente no saben español.

—No les pienso enseñar el culo, Daniel, por Dios, ¿y tú eres el hermano?

-Sabes que no soy protector, tú sabes cuidarte solita. Lo que me extraña es que con todo lo que te miran el culo no se hayan fijado, porque a veces se te ve un poco. dijo riendo y le fulminé con la mirada.

—¡Daniel! —le grité más enfadada que antes.

¿Qué? Si no nos entienden.

No me puedo creer que les hayas dicho lo del tatuaje, ¿es que...? le iba a recriminar que en ocasiones como esta debería de ser un poco más discreto. Pero no pude.

Me interrumpieron.

—A pesar de lo sexy que está Sara hablando en español, os agradecemos que habléis en algo más fácil como el inglés. —dijo Johnson con una sonrisa.

Te odio. —dije mirando a mi ''hermano''. Este me lanzó un beso.— No pienso enseñarlo, además ya se está yendo. —añadí en inglés.— Hace casi cinco meses que lo hice y apenas se me ve.

Mentirosa, te lo hiciste hace un mes. —masculló mi hermano otra vez en español.

—Cállate Dani. —le susurré.— Bueno chicos, ¿hoy vemos Ironman no? —pregunté con una sonrisa forzada intentando cambiar de tema.

Intento fallido.

—No nos cambies de tema, no puedes soltar una bomba como que tienes un tatuaje en el algún lugar escondido y luego hablar de Ironman. —dijo Carter. Reí al verle ofendido de verdad.

—Yo creo que es mejor cambiar de tema, la pobre tiene que estar muy incómoda. —dijo Hayes apretujándome un poco. Me reí y le di un beso en la mejilla.

—Oficialmente eres mi favorito. —dije riéndome al ver las caras de algunos. Este niño es taaaaaaaaan dulce. Me dará diabetes.

Vi por el rabillo del ojo como articulaba las palabras ''fuck you'' y me reí al ver que es casi tan inmaduro como su hermano. Casi.

—¿Entonces Ironman? —preguntó Gilinsky con un brillito en los ojos. A alguien le gusta Marvel...

—¡Sí!

—¡TOMA HOSTIA! —grité emocionada al ver que Ironman le devolvía el golpe con fuerza a su contrincante. Íbamos por la segunda peli, llevabamos más de tres horas en frente de la pantalla y algunos ya se habían dormido.— No os quedéis dormidos, tenemos que sortear donde dormir. —dije cuando acabó la peli al ver que casi todos dormían.

—Durmamos como ayer. —masculló Johnson adormilado girándose en el sofá y quedándose de espaldas.

—Me niego. —contesté mirando a Nash, que observaba la escena divertido.— ¿Alguien que le toque dormir en el sofá me cambia el sitio? —cri cri.— ¿Alguien me cambian en sitio? —cri cri.

—Si es por eso, me podrías haber dicho que preferías el otro lado de la cama. —dijo Nash burlón mientras comenzaba a subir la escalera.

—¡Grier! —grité corriendo detrás de él. Cuando le alcancé ya estábamos en mi habitación.— Oye ya hiciste la bromita ayer, pero no quiero dormir contigo, en serio.

—Una pena que ganase en el GTA. —contestó encogiéndose de hombros con su ya familiar actitud de chulito.

La sangre me hervía en las venas y el cosquilleo en la punta de mis dedos indicaba que se estaba rifando una leche y alguien tiene todos los boletos. Sí, Nash.

—¿Pero por qué haces esto? No te caigo bien, hay otras diez personas con las que podrías dormir. ¿Por qué tienes que dormir conmigo? —pregunté enfadada a punto de perder los nervios.

Él no respondió nada, cogió el pijama de la mochila y pasó a mi lado en dirección al baño. Se paró justo detrás de mi.

—Me gusta hacerte enfadar. —susurró muy cerca de mi cuello, y entró en el baño dejándome con la piel de gallina y un puñado de sentimientos encontrados.

¡Ya superamos las 500 leídas! Quiero agradecer a todo el mundo que lee, vota y comenta o que agrega la novela a alguna lista de lectura. Simplemente gracias.

Hoy recibí un comentario de xHemmoGirl96x que me animó mucho, es una chica encantadora :) Así que gracias a ella y a todo el mundo que me anima a seguir con la novela.

¡Podéis votar si os gusto y comentar! Me encanta que la gente comente.

Gracias por leer Koalas :)

California » Magcon Boys » EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora