Nina Pov.
Mi hermano y yo nos habíamos escapado de casa de los chicos, saltando la valla, para tener una conversación a solas. A estas alturas, con lo nerviosa que estaba, ya había supuesto que era por un chico.
-¿Y bien? ¿Quién es? -preguntó Pablo con una sonrisa. Tenemos la misma sonrisa, heredada de nuestro padre. Somos bastante parecidos, la única diferencia es que él tiene el cabello castaño y los ojos con un matiz amarillo.
-Shawn. -dije directamente. No iba a andarme por las ramas. Le pedí consejo porque lo necesito. No sé que hacer, estoy tan perdida ahora mismo...
-Aja, ¿qué pasa con él? -preguntó poniéndose serio y estirando la espalda. Ambos estamos sentados en el césped del jardín de los mellis. Desde aquí se escuchan los gritos de algunos de los chicos y las risas de las chicas sobresalen entre el ruido.
-Pues que me gusta, me parece bastante obvio. -respondí borde mirándole como si fuese tonto.
-¿Y qué problema hay? -se encogió de hombros y me dieron ganas de darle una bofetada. Y luego la corta soy yo.
-No sé, quizás que vivimos en continentes diferentes. -dije sarcástica y mi hermano soltó una carcajada, pero luego se puso serio otra vez.
-Bueno, siempre puedes venir aquí. O a Nevada. O a Nueva York conmigo. -sonreí internamente al darme cuenta de que me había invitado a vivir con él.
-Pero él igualmente estará de gira y... no sé. -jugueteé con la hierba, arrancándola y tirandola por el aire. Realmente estoy más perdida que un pulpo en un garaje. Joder, esa expresión es tan absurda...
-¿Y la gira dura eternamente? -preguntó sonriendo. En ese momento me acordé de la charla que había tenido con Nash, la noche que Sara no me había dejado dormir. Él había dicho exactamente lo mismo.
Me pregunto en qué capítulo irán esos dos.
-No, pero cambiar toda mi vida por... por un chico. -me pasé las manos por la cara, arrastrando algo de rímel por las mejillas, pero me dio igual. Me despierto todas las mañanas así porque siempre me da pereza quitármelo.
-Si te soy sincero no es que me haga mucha gracia que lo hagas. Básicamente porque significaría que estás muy enamorada de él y como buen hermano mayor que soy me pongo celoso. Pero tienes 17 años, tienes que vivir.
-Exacto, tengo 17 años. ¿Y si sólo es pasajero? Shawn no va a ser el amor de mi vida. -aunque me encantaría que lo fuese. Podría imaginarnos viviendo juntos, compartiendo una vida.
-¿Y tú que sabes? Mira a los padrinos, -dijo refiriéndose a los padres de los mellis.- se conocieron con 16, y tuvieron a Dani y a Sara con 25. Nueve años de relación.
Sí, mis tíos se conocieron cuando tenían 16 años. Pero se separaron desde los 18 hasta los 22. Aunque mantuvieron el contacto como en una especie de relación a distancia. Luego retomaron la relación, se casaron, Laura se quedó embarazada unos meses después que mi madre y el resto ya lo sabéis.
-No es lo mismo, para nada. Y lo sabes. -dije convencida. Nunca he visto un amor tan puro como el suyo. Se quieren como dos locos adolescentes, se ayudan, se complementan. Son dos piezas de un puzzle, encajan a la perfección.
-¿Sabes qué? Me da la sensación de que quieres que te diga que debes quedarte en España y olvidar a Shawn porque te da miedo venir aquí y arriesgarte en una relación real.
Joder. Pablo acaba de dar en el clavo. Y el clavo se ha clavado en mi estómago, en una punzada bastante amarga.
-Es más, vosotros dos no sois adolescentes normales, y tenéis que tomaros esto con mucha más madurez porque no os afecta sólo a vosotros, en este caso engloba a un mar de fans interminables. -dice y me quedo callada mientras se me forma un nudo en el estómago.- ¿Es eso lo que da miedo? ¿Tener que tomártelo con mucha más madurez de lo normal? -pregunta y asiento imperceptiblemente. Eso, entre otras cosas.
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California » Magcon Boys » EN EDICIÓN
FanfictionMudarse a otro país; empezar de cero; conocer a chicos fantásticos; plantearte tu futuro; fiestas; tardes increíbles; conocer a tu ibf; que tú mejor amiga te visite; tu hermano se enamore; sentir algo por ciertas personas y no sabes qué es lo que es...