Veintiocho.

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Carter fue quien abrió la puerta y me abrazó fuertemente en cuanto me vio.

—Por favor no vuelvas a hacer algo así en tu vida. —me dijo al separarse. Y pensar que este chico me había odiado.

Fui al salón donde estaban los Jacks. Gilinsky corrió hacia mí y me empezó a dar vueltas, apretándome mucho.

—No nos des estos sustos por favor. —dijo Johnson cuando fue su turno de abrazarme. En ese momento Hayes bajó corriendo la escalera y prácticamente se tiró encima de mí. Por poco nos caemos al suelo.

—Sara, como vuelvas a hacer algo por el estilo, me enfadaré, y mucho. —dijo muy serio, y yo le di un gran beso en la mejilla.

—Enana. —me llamó Cam de espaldas, y también me abrazó con cariño acariciando mi pelo.— ¿Cómo estás? —buscó mis ojos al preguntarme eso.

Me encogí de hombros, no lo sabía muy bien.

Los demás chicos empezaron a entrar por el jardín, y en cuanto vi a Dani salté y le abracé como un koala. El me acarició la espalda con cariño.

Shh, cielo, ya está todo bien. —trató de calmarme y un sollozo se me escapó de la garganta.

Lo siento mucho, he sido una egoísta. —dije con la voz más aguda de lo normal por el llanto.— ¿Mamá está enfadada? —pregunté bajándome y secándome las lágrimas.

No, entiende que era demasiada presión para ti. Todos sabíamos que algún día de estos explotarías. —dijo recogiendo otra lágrima.

Asentí y abracé a Matt, Shawn, Taylor y Aaron, que estaban detrás de mi hermano. Le di también un corto abrazo a Mahogany, que llevaba puestas... ¿unas orejas de gato? Esta chica me sorprende cada vez más.

También abracé brevemente a Nate. Llegué junto a Sam y este lo único que dijo fue:

—Sigues estando buenísima aún con el maquillaje corrido y los ojos todos rojos. —y luego solté una risita y traté de arreglar un poco el rímel. Sam rió y me revolvió el pelo para luego irse con los demás.

Entonces quedé en frente de Nash, que estaba apoyado en la pared mirándome seriamente.

—Nash... —comencé, pero no me dejó seguir.

—No vuelvas a hacer nada parecido en tu vida. —dijo entre enfadado y triste. Y yo asentí. Me acarició brevemente la mejilla y luego nos dirigimos juntos a la sala.

—Mira, parece que estos dos se llevan mejor. —dijo Carter con una sonrisa pícara.

—Me cae un poquito menos mal. —dije sonriente, y Nash rió y me empujó, pero con suavidad.

Estuvimos hablando como una hora, hasta que nos quedamos sin tema de conversación. Yo estaba acurrucada entre Dani y Chris en un sofá, y me estaba quedando dormida.

—¡Chicos! —dijo Mahogany.— ¿Por qué no jugamos a verdad o reto?

A todos les pareció bien menos a mí, que estaba muy dormida.

—¿Y por qué no dormimos? —propuse, pero nadie me hizo caso.

Acabamos jugando igual a pesar de mis constantes protestas, y la verdad es que fue divertido. A Shawn le tocó improvisar una canción obscena, que acabó pareciéndose a cierta cancioncita de Día Sexto, ven, f******.

A Matt le tocó esnifar ColaCao.

A Carter le tocó decir con cuántos años perdió la virginidad -con 15, vaia el de la plaia-.

California » Magcon Boys » EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora