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Treinta y nueve.

¡5000 LEÍDAS! ¿Y YO QUÉ HAGO? ¿OS COMO O QUÉ HAGO? Como no soy caníbal hago un especial, ¡ESPECIAL CUMPLEAÑOS!

Habían pasado ya unos días desde que subí el vídeo y había recibido miles y miles de comentarios con el hashtag que pedía que no dejase Youtube. Habíamos tocado el tema con los chicos un poco por encima, pero lo que más me impresionaba era que mis fans me pedían que hiciese los vídeos en inglés, pero que no dejase Youtube. Los chicos no paraban de Twitear sobre mí, lo que me hacía más popular en Estados Unidos. Quitando a cuatro gatas que me llamaban de todo porque me tenían envidia había ganado casi otro millón de seguidores en Twitter.

Cam había subido una foto nuestra en la que tiene cargada como un saco de patatas y me está dando vueltas. Ambos salíamos riendo. Amaba esa foto, en serio.

@camerondallas: @sara_sg97 sabes que te queremos y te apoyaremos decidas lo que decidas.

@thematthewespinosa: @sara_sg97 llegaste sin previo aviso y te has convertido en parte de la familia.

@carterreynolds: aunque tú y yo no empezamos de la mejor manera, te quiero y queremos que seas feliz @sara_sg97.

@jackgilinsky: el mundo necesita tus chistes malos, en español o en inglés @sara_sg97

Y una foto en la que yo salgo desayunando en pijama con un moño alto despeinado y a mi lado Carter bebe café (por primera vez en su vida, café y no cerveza).

Esos cuatro me habían emocionado mucho, para qué mentir. El de Jack tenía muchísimos RT.

Hasta Jaden Smith habia twitteado con el hashtag.

Últimamente él y yo habíamos hablado bastante, lo que había dado lugar a rumores, pero a mí los rumores me dan un poco igual.

Después de que piensen que Nash y yo tenemos algo, ya nada me puede asustar.

El tiempo pasaba muy rápido y mañana era nuestro cumple.

Todas estas noches, era de esperar que yo hubiese dormido con Nina, pero ella se negó, alegando que daba patadas y que hablaba en sueños, por lo que durmió o bien con Dani o en la habitación de invitados.

—¿Tantas patadas doy? —le pregunté a Chris. Él había dormido conmigo casi todas las noches, con el consentimiento de mis padres

Hasta mi padre adoraba a Chris. Y para que mi padre adorara a un chico... hace falta un milagro. O que ese chico sea Chris. O gay.

—Cuando duermes conmigo no das patadas. —se encogió de hombros y abrió los brazos para que me apoyara en su pecho. Lo hice y el me rodeó con sus brazos.— En unos minutos será tu cumple. —susurró.

—En unos minutos estaré dormida. —susurré muy, muy bajito.— Ya me felicitarás por la mañana. —bostecé.

—Está bien, está bien. —dijo y besó mi cabeza para luego quedarnos completamente dormidos.

—Buenos días cumpleañera. —me susurró Chris al oído, haciendo que toda la piel se me pusiese de gallina.

—Buenos días. —dije intentando abrir los ojos, pero las pestañas se me enredaban.

Mierda.

Se me olvidó desmaquillarme, y el rímel de ayer era el súper mariposa no sé cuántos 48 horas. Conclusión: no puedo abrir los ojos.

Siempre haces lo mismo, Sara.

—Chris. —le llamé. Él sólo soltó un breve ''¿Um?''.— ¿Me puede llevar al baño? Se me olvidó quitarme el maquillaje y apenas puedo abrir los ojos. —dije pesada. Su pecho retumbó, por lo que supe que estaba riéndose. Me cogió con suavidad y me llevó hasta el baño. Abrió el grifo y me puso en la mano desmaquillante.